<> Cyber-Corredera

Cyber-Corredera

|| Servicio informativo del enfermero Pinto

  
Unidos por el mar
y exhaustos por el último poste
 
 
No 81
Febrero 2007
Informativo virtual 
para integrar  la familia naval colombiana 

CRÓNICA DE UNA RUMBA ANUNCIADA

-Celebración de los 40 años de graduados del contingente XXXVI-

Por Capitán de Navío Ricardo García Bernal /  34-030


REGISTRO GRAFICO
 
Carlos Vila, Guillermo Zabala, Beatriz de Torres, Gabriel Torres, Ricardo García y Karin de �lvarez en la recepción de ACORE

Misael Ã?lvarez, Rafa Steer, Gustavo Mora y Myriam
de García, en la misma reunión de ACORE.
¿De quién hablarán?

Los graduados del Contingente XXXVI con sus "comandantes"

Visitando el "ULTIMO POSTE" ... a paso lento
 
Por fin, después de mucho discutirlo  logramos reunirnos, naturalmente en Cartagena, el jueves 30 de noviembre, acompañados de nuestras respectivas consortes, los 10 “veteranosâ€? que quedamos de los 18 Guardiamarinas de la promoción XXXVI, que 40 años atrás, contra viento y marea, habíamos recibido espada, palas, anillo y una esperanza de futuro.

Lamentamos la ausencia de 3 compañeros fallecidos: Capitán de Navío Jimeno Manrique Medina, Capitán de Corbeta Leonel Trejos Arcila, y Teniente de Corbeta Carlos A. Mejía Arenas; no nos acompañaron tampoco el Teniente de Corbeta Jorge Rojas Lince, residente en el exterior, uno que “ni‘an se sabe�, y otros tres, que tenían que hacer cosas mas importantes.

 

Y comienza la acción. En las instalaciones de ACORE, los residentes en Cartagena habían preparado una reunión, para iniciar el encuentro. Sorpresa agradable fue la presencia de nuestro primer Comandante de Sección, en ese tiempo Teniente de Fragata  (después CN) Armando González Castañeda,  y los Brigadieres Juan E. Gaitán González  (después VA) y Carlos del Castillo Olaya, (después CF)

Muchos abrazos de reconocimiento, actualización sobre la vida, obra y milagros de presentes y ausentes, algunos buenos tragos y una excelente comida hicieron de esta noche una velada inolvidable.  Nuestra experiencia colectiva nos llevó a concluir que en aquella época de bárbaras naciones, todas cosas malas venían de a dos:

 

·        Pantaloneta y tenis (revolcada o camello seguros)

·        Caqui y armas (a voltear se dijo)

·        Pan y agua (dieta obligada en arresto severo)

·        Espada y guantes ( ... sancionar, como efecto sanciona..)

 

Sigue la fiesta; al día siguiente, según el programa, el “rendez vous� era a las 10:00 en la recepción de hotel Caribe. A las 10:30 zarpamos faltando una señora, quien minutos después de nuestro zarpe protagonizó una espectacular persecución del bus en un taxi, y para alegría de todos, nos dio alcance llegando a la Torre del Reloj, gracias a la rotura de las calles debida a las obras del “Transmilenio� cartagenero.

La llegada a la Escuela Naval, por el motivo anterior,  fue apenas “más o menos puntualâ€?. Una cordial recepción por el Sr. Capitán de Navío González, Director  Encargado de la Escuela y sus oficiales. Una emotiva celebración eucarística, en la hermosa capilla de la Escuela, nueva para muchos de nosotros, en homenaje a los fallecidos, incluyendo a la Sra. Yolanda Erazo de Escobar, esposa del TK Héctor Escobar.

 

La tradicional fotografía del grupo frente al mástil fue seguida por un rápido tour por las instalaciones de la escuela, irreconocibles para muchos, y admiradas por todos. Una interesante presentación, y un video sobre los nuevos desarrollos académicos y nuevos conceptos en la formación de los alumnos (y  alumnas) no nos habían preparado completamente  para lo que vendría a continuación. 

El Batallón de Cadetes formado frente al edificio del comedor, los 10 visitantes formados de frente a éste, unas palabras de bienvenida. Honores a las autoridades; himno de la Armada a pleno pulmón; los gallardetes de las Compañías pasan frente a la formación; uno de nosotros pierde el paso por una sola vez, pero nunca lo recupera.

El batallón, con su enorme y marcial banda de guerra a la cabeza lleva a cabo, en nuestro honor, un hermoso y evocador desfile. Con la garganta aún congestionada por la emoción, y una que otra lágrima que aún asomaba, pasamos al comedor a compartir con los cadetes unos deliciosos fríjoles, que uno de nosotros iba poniendo en peligro, al extenderse demasiado en sus palabras al Batallón.

La siguiente serie de eventos constituiría una “tarde de cadetesâ€?. Para hacer unos minutos de orden cerrado, pasamos al armerillo, en donde descubrimos que los mismos fusiles FAMAGE .30 de 40 años antes, eran ahora el doble de pesados. Un ensayo de manejos previo, en el que uno de los más “prusianosâ€? del grupo, estando en posición de firmes con el fusil, confundió la orden de ¡ al hombro!   con la de  ¡ a discreción ¡. Lo anterior, unido a un manejo de  ¡ al hombro ¡ efectuado al mejor estilo de las FARC, nos llevaron a concluir que no estábamos listos para un oso de ese tamaño, pero faltaba uno, mayor aún.

 

Cancelado el “orden cerrado�, venía ahora un ejercicio de remos; la programación estipulaba que las señoras permanecerían en la Cámara de Oficiales, pero ellas, guiadas por la premonición de que se perderían de algo espectacular, prefirieron acompañarnos al pañol de botes. Allí estaban 2 balleneras listas, que sería tripuladas con cadetes que fungirían como proeles y patronos

Ocupamos nuestros puestos en la ballenera listos para el zarpe, cuando el señor oficial de enlace hace una respetuosa y discreta sugerencia para que el ejercicio  de remos fuera más eficiente. Entonces, un VA, tres CN, tres CC, un TF y 2 TK proceden a reacomodarse en la ballenera como Dios y el manual de Marinería I  mandan, o sea, de cara al  patrón, en la popa.

Subsanado este pequeño detalle técnico, zarpamos escoltados por la otra ballenera, en la que iban las señoras que no cupieron en nuestro bote, (es decir, que todo el mundo fue al paseo). Consideramos un logro haber dado la  vuelta, sin ayuda de ninguna clase, a la isla de “Colchón Verdeâ€?, así que estábamos listos para regresar al hotel, henchidos de orgullo marinero.

Pero faltaba algo para completar la tarde: la vuelta al último poste, que se cumplió casi con todas las de la Ley; pero que nadie pregunte cual fue el punto de partida,  ni quien llegó primero, pues casi todos llegamos de últimos.

Para dar cumplimiento al evento de la noche, consistente en una deliciosa comida en la hermosa casa de Rafael Steer, fue necesario haberle explicado a cierto Capitán de Altura el significado de la expresión “poninaâ€?  (contribución para pagar los gastos),  pues él estaba convencido de que Ponina era el último “levanteâ€? del dueño de casa. Una nueva noche de amistad, camaradería, buen comer y buen beber, que compartió con nosotros nuestro buen amigo Ernesto Cajiao.

 

La tarde siguiente (sábado) la disfrutamos con el almuerzo y  la buena  atención en el Club Naval, y con el poco común espectáculo de presenciar desde la playa del Club el zarpe del hermoso “Queen Elizabeth IIâ€?. Casi todos captaron la impresionante escena con sus modernas cámaras digitales, pero hubo uno a quien que le tocó hacerlo con su vetusta, pero aún operativa “máquina de retratarâ€?, objeto de burlas y vilipendios.

Por cortesía de la Armada Nacional tuvimos la oportunidad de hacer un corto tour nocturno por la hermosa bahía de Cartagena a bordo del ARC “Bell Salterâ€?,  micro-crucero que resultó inolvidable no solo por la vista nocturna de la bahía, y la buena música y la comida, sino por el cuasi - percance que tuvieron las señoras, cuando al embarcarse ellas, la rotura del portalón, por unos segundos nos tuvo al borde de la viudez.

 

Susto enorme, carcajada de alivio cuando las vimos secas e ilesas, e intenciones de futuras dietas, que por lo menos esa noche no se cumplieron. Lo que sí se cumplió fue la terminación de la velada en la discoteca del hotel.

Como si todos lo anteriores sucesos no hubieran sido suficientes, completamos este delicioso encuentro con un día de playa, “trejejquinaâ€?, “arroconcocoâ€?, “sancochoepejcaoâ€? etc., en la hermosa casa, cercana a La Boquilla, del Sr. Capitán de Navío Jorge (el Ché) Berrío. 

Al caer la noche regresamos a Bogotá, previo acuerdo de repetir esta inolvidable  convocatoria dentro de cinco, no dentro de diez años, pues nadie sabe, para esos días, cuantos de nosotros lo contemplarán con envidia desde el cielo (o donde quiera que estén). 


UNA FIESTA INOLVIDABLE

-Celebración de los 50 años de graduados del contingente XXII Y M-3

Por Fabio Gordillo Campos / 22-011


Los oficiales de la promoción XXIII, integrada por los contingentes Naval 22 y Mercante M-3, celebramos en Cartagena durante los días 9 , 10 y 11 de febrero de 2007 los 50 años de habernos graduado como Oficiales de la Armada Nacional. Esta celebración fue de verdad una “Fiesta inolvidable�.

REGISTRO GRAFICO
 
La promoción XXIII durante el curso de ascenso a Tenientes de Navío
Los Oficiales de la promoción XXIII en formación ante el batallón de cadetes

"...el sorpresivo paso marcial de nuestro ex- Comandante de la Armada Gustavo Ã?ngel  que marchó con los demás sin desentonar en nada diferente a las canas..."
EL PRIMER DÃ?A
 

El viernes 9 , a las 08:30 horas , se dio inicio a la celebración con una misa en la capilla de la Escuela Naval . Antes de empezar el rito religioso pudimos saludarnos ruidosamente a la entrada de la capilla : éramos 23 oficiales con sus esposas , 3 viudas de compañeros fallecidos , y una gran cantidad de familiares invitados . El Director de la Escuela , Contralmirante Ricardo Galvis , nos recibió con su plana mayor ; para nosotros Ricardo seguía siendo el muchachito que vimos juguetear en el barrio naval , el hijo de Hernán y Noris ; claro que se veía imponente con sus canas , su uniforme y su bastón de mando . Sentimos envidia de ver a esos oficiales jóvenes sin barriga , e inconscientemente tratamos de esconder la nuestra . Empezó la misa y con ella los recuerdos y las añoranzas . El sacerdote era muy joven pero muy despierto , de palabra fácil y conceptos claros nos impactó con su prédica . En la capilla se podían casi palpar la comunión de espíritus y el silencio respetuoso . Nuestros ojos barrían el escenario tratando de adivinar los pensamientos ajenos . En el momento de la elevación se escuchó el Himno Nacional , la piel se nos erizó , una bola de emociones se nos atragantó en la garganta , y todos luchamos para contener las lágrimas pero los ojos se nos pusieron acuosos . Cuando se leyó la oración del marino sentimos en el alma ráfagas de brisa salobre y relámpagos de nostálgico alborozo . Al término de la misa , José Antonio Villamizar pidió el micrófono y leyó una hermosa oración escrita por él para agradecer a Dios las bendiciones recibidas ; todos nos conmovimos profundamente al ver a nuestro compañero de tantos años luchar contra los estragos de su enfermedad , aferrado con dignidad a su carrito con la bala de oxígeno .

Posteriormente pasamos a la entrega de la placa conmemorativa ; allí quedaron en letras de bronce los nombres de los 50 oficiales navales y los 7 oficiales mercantes de nuestra promoción . Poco a poco , con el paso inexorable de los años , esos nombres se perderán en las brumas del pasado . También se impusieron las condecoraciones de ACORE a sus afiliados de nuestro grupo . Gustavo �ngel , nuestro ex - Comandante de la Armada , dijo unas breves palabras alegóricas a estos actos ; otro tanto hizo el Director de la Escuela . Las ceremonias concluyeron con el himno de la Armada , siempre tan hermoso , marcial y evocador .

Nos reunieron en un salón de conferencias y allí el Sub-Director de la Escuela nos puso al tanto de la organización actual , los cursos de Oficiales y cadetes , los programas de intercambio , las instalaciones , etc .

Después de un oportuno refrigerio , ya libres del saco y la corbata , iniciamos el recorrido por las instalaciones empezando por la biblioteca , en la cual nos llamaron la atención las facilidades de acceso inalámbrico a Internet con su conexión en red , así como las salas de tutorías para grupos pequeños de alumnos ; nos sorprendió el saber que hoy en día los cadetes tienen su propio computador portátil . Posteriormente visitamos el pabellón de aulas de mesana , con la consiguiente sorpresa que nos produjo el ver que todas tienen aire acondicionado y pupitres para unos 25 alumnos , distribuidos funcionalmente en escalones para facilitar la visibilidad hacia el instructor ; qué gran diferencia con los tiempos nuestros en los cuales el calor era insoportable y la aglomeración de alumnos era una constante ! . Luego visitamos los ranchos generales y los camarotes de los y las cadetes con sus correspondientes secciones de baños y duchas ; camarotes de 6 para los cadetes de segundo y tercer año ! , algo inconcebible en nuestra época . Después visitamos la cámara de cadetes en remodelación (por supuesto con aire acondicionado) , la tienda del cadete , y dimos una vuelta en los buses por el barrio naval ; cada cual pudo distinguir la casa donde nacieron y crecieron sus hijos .

Antes de pasar al comedor (con aire acondicionado) , vino algo muy emocionante : nos formamos de frente al batallón de cadetes para presenciar primero el desfile de la escolta del pabellón , con el sorpresivo paso marcial de nuestro ex - Comandante de la Armada Gustavo Ã?ngel  que marchó con los demás sin desentonar en nada diferente a las canas ; luego desfiló el batallón de cadetes frente a nosotros ,. alborotando nuestros recuerdos y emociones , bajo un sol canicular que nos hizo sudar a chorros .

Finalmente entramos al comedor y allí nos distribuyeron en las mesas de los cadetes . A mi esposa y a mí nos tocó en una mesa de reclutas que tenían un mes de haber ingresado a la Escuela ; menos mal que nos tocó un brigadier bastante despejado y con quien pudimos sostener una conversación , porque los muchachos estaban tensos , con la vista clavada al frente ; lo único que le escuché a uno de ellos fue : “permiso para tomar agua , mi tenienteeâ€? . Al ver esos cadetes con su cabeza rapada , quemados por el sol , delgados por el ejercicio físico , con toda clase de dudas sobre cómo comportarse , me trasladé mentalmente 54 años atrás a mi época de recluta ,  cuando lleno de ilusiones escribí la letra del himno de nuestro curso , que podría haberse llamado “el himno del  reclutaâ€?  :

 

Somos todos dispuestos cadetes

a estudiar en la Escuela y triunfar ,

por la patria , por Dios , nuestros padres ,

y salir caballeros del mar .

 

Marineros valientes y fuertes

empezamos con ansias de ser ,

y si un día la Patria nos llama

no podremos dejar de vencer .

 

Compañeros! ...la Escuela nos mira

y Colombia reclama el saber

de oficiales fervientes y nobles ,

y que sepan cumplir su deber ! .

 

Al terminar el almuerzo nos subimos de nuevo  a los buses (con aire acondicionado) que la Armada alquiló para nuestro uso exclusivo durante los actos conmemorativos , y regresamos a los hoteles para descansar un poco antes de iniciar el siguiente acto. 

A las 20:00 horas , el Comandante de la Armada , acompañado por el Director de la Escuela , el Comandante de la Fuerza Naval del Caribe , y otros Oficiales de alto rango , nos dio la bienvenida al Club Naval para la comida formal ofrecida a nuestra promoción . Nosotros vestíamos guayabera blanca de manga larga y nuestras esposas traje de coctail ; los Oficiales en servicio activo sus impecables uniformes blancos de trabajo . Después de las presentaciones de rigor se formaron corrillos para departir , al calor del whisky , sobre todos los temas imaginables .

Nos tomamos unos cuantos tragos y pasamos al comedor , donde fuimos sorprendidos gratamente por la comida tipo buffet que nos sirvieron antes de pasar a las mesas : carne de res en salsa , gran variedad de pastas como macarrones , espaguetis , raviolis , canelones ,  y lasaña , además de ensalada ; todo un deleite para el paladar , con el complemento de vino y postre en la mesa . Durante la cena el Comandante de la Armada nos dirigió unas palabras y posteriormente nuestro vocero Gustavo Ã?ngel agradeció el homenaje . Cerca de las 23 horas se dio por terminada la comida y nos retiramos a descansar del agitado día .

 

EL SEGUNDO DIA 

El 10 de febrero , a las 09:15 horas iniciamos el embarque en la fragata Independiente , donde nos esperaba su Comandante para darnos la bienvenida . La operación tomó más tiempo del esperado , pues además de nuestras esposas que ya no son las ágiles gacelas de otros tiempos , se presentaron más familiares de los programados . A medida que íbamos ingresando a la fragata fuimos sorprendidos con el obsequio de gorras blancas con el escudo de la Fuerza Naval del Caribe y visera de color azul con laureles dorados ; las gorras con doble laurel fueron muy apetecidas , pues al pisar la cubierta del buque resultaron más Almirantes que los de verdad . Nos produjo cierta sorpresa el ver a varias Oficiales que se movían por el buque como Pedro por su casa , algo inimaginable en nuestra época . La mayoría de nuestras esposas y familiares se ubicaron estratégicamente en la proa , no solamente para evitar las empinadas escalas hacia las cubiertas superiores sino para poder apreciar de cerca las maniobras de zarpe y atraque . Yo me colé como pude a babor del puente de mando y desde allí pude vivir las maniobras sin perder detalle , tratando de anticipar mentalmente cada orden que daba el Comandante . Qué placer tan grande el poder volver a sentir la brisa marina en la cara , y ver cómo se deslizaba la fragata buscando el canal de salida por entre las boyas . Pasamos por Bocachica , dimos una corta vuelta mar adentro , y luego iniciamos el viaje de retorno . Hacia las 12 horas atracamos en el muelle de la Base Naval y , después de agradecer al Comandante y su oficialidad , desembarcamos para dirigirnos a la Cámara de Oficiales de la Base para el almuerzo de compañeros ; los que quisieron , pudieron hacer una corta visita al velero Gloria que estaba atracado en el muelle .

Cuando ingresamos a la Cámara de Oficiales pudimos apreciar que el aire acondicionado funcionaba perfectamente y que las instalaciones y muebles estaban en excelentes condiciones , a pesar del transcurso del tiempo . Luego pasamos a las mesas , arregladas para 10 personas y pudimos refrescarnos con whisky, gaseosas y vino . Poco a poco se fueron llenando las mesas programadas y ,  a medida que se arreglaban más mesas , la preocupación empezó a crecer entre los organizadores , y particularmente atacó a Jorge Humberto Lara , nuestro coordinador en Cartagena , quien comenzó a sudar la gota fría pues miraba con angustia la mesa del buffet contratado y presentía una “blanqueadaâ€? de grandes proporciones . Se había planificado que asistiríamos a este almuerzo 72 personas , incluyendo 20 invitados familiares . Cuando se contaron cabezas , horror de horrores , la cantidad se había estirado hasta 114 , es decir 42 familiares habían salido de la nada !! . Aún no sé cómo se las arregló Lara para sacar comida del cubilete . Corrían rumores de que tuvo que pedir ayuda al Club Naval , de que había dado órdenes a los camareros que servían para reducir las porciones al mínimo , de que se estaba elaborando una lista de los adicionales para cobrarles la cuota , de que Gustavo Ã?ngel estaba al borde del infarto , etc. . Mi opinión personal es la de que Lara invocó a Jesucristo , gran experto en multiplicar peces , pan y vino , y que finalmente obtuvo su colaboración, pues la comida alcanzó para todos. Después del almuerzo tomamos los buses hacia nuestros hoteles para descansar un poco y reiniciar más tarde la apretada agenda.

 

A las 20:00 horas se inició en el Club Naval la comida ofrecida por nuestra promoción para retribuir atenciones . El Comandante de la Armada no pudo asistir pero sí lo hicieron  las demás autoridades navales de Cartagena , además de algunos oficiales retirados que fueron nuestros superiores durante nuestra vida de cadetes ; gran alegría nos produjo la presencia de nuestro brigadier mayor , el hoy Capitán de Navío (r) Enrique Román , a quien todos llegamos a respetar y querer por su simpatía , don de mando y prusianismo ; también asistió el Capitán de Navío (r) Julio César Reyes Canal , quien fue uno de nuestros Directores de la Escuela Naval , Oficial de mística ejemplar y líder de innegables condiciones . La comida siguió las mismas pautas de la ofrecida por el Comandante de la Armada la noche anterior, con la diferencia de que en esta ocasión los “paganinisâ€? fuimos nosotros . El menú fue en esta oportunidad a base de pescado en salsa de almendras , papas al vapor , ensalada y postre , acompañados de vino . Gustavo Ã?ngel hizo el ofrecimiento esta vez , y el Comandante de la Fuerza Naval nos dirigió unas breves  y generosas palabras ; más tarde , el Capitán Reyes Canal leyó unos párrafos escritos por él en su mejor estilo . Cerca de las 23 horas nos retiramos a descansar para enfrentarnos al último día de celebraciones .

 

EL TERCER DIA

Todos pensábamos que el almuerzo ofrecido por nuestro compañero Lucho Cotes , sería algo sencillo , a manera de trámite para terminar las celebraciones ; también creíamos que la invitación de Lucho era para reemplazar el viaje de avión “charter� pagado por él , que nos había ofrecido al calor de los tragos 10 años antes durante la celebración en Cartagena de nuestros 40 años de graduados . Tremenda sorpresa nos llevamos todos . Lucho nos esperaba con su esposa Francia en el kiosco grande del Club Naval ; unas 10 mesas muy bien arregladas , con sillas elegantes , nos fueron ofrecidas para sentarnos a medida que íbamos ingresando ; los camareros estaban impecablemente vestidos de blanco , con pañuelos rojos alrededor del cuello y sombreros típicos costeños ; al final del kiosco , hacia la playa estaban las mesas del buffet . De pronto me acordé de que Lara había prevenido el día anterior a Lucho sobre la eventual asistencia de familiares invitados , a lo cual él había contestado que no se preocupara que podían asistir los que quisieran : así es Lucho , hombre sencillo , generoso y sin complicaciones . Empezaron a servir whisky y refrescos , además de unos fritos deliciosos con queso costeño y suero ; luego pasamos a la mesa del buffet , que resultó ser un suculento sancocho costeño . Empezamos a comer y luego fuimos sorprendidos por un conjunto de mariachis . Entre los fritos , el sancocho , los tragos y los mariachis , la alegría de los asistentes se fue trepando ; qué espectáculo el ver ese grupo de compañeros felices , junto a sus esposas , hijos y nietos , indiferentes a sus barrigas y a sus canas , reír y gozar como adolescentes en pleno alborozo , y aglutinados por un espíritu de unión difícil de explicar o definir .

Hacia el final de la reunión se escucharon unas muy cortas palabras para expresar los agradecimientos de todos nosotros , en primer lugar a Lucho y Francia por ese almuerzo tan lindo (el vuelo “charter� pagado por él quedó pendiente para dentro de 50 años , cuando podrán viajar a Cartagena las urnas con nuestras cenizas) , en segundo lugar a Jorge H. Lara por su sorprendente dedicación a coordinar todos los detalles de las celebraciones con su característico don de huirle a cualquier protagonismo , en tercer lugar a nuestro vocero Gustavo �ngel por habernos representado en forma tan elegante , sobria y responsable ; también se expresaron agradecimientos a José Antonio Villamizar por su coordinación de los audio visuales , a la Armada Nacional por sus generosas manifestaciones de soporte y acogida , y a los familiares invitados por habernos acompañado ; se leyó además un mensaje que desde España nos envió nuestra querida Vicky Bustamante , viuda de nuestro inolvidable compañero fallecido Antonio M. Martínez .

Hacia las 17 horas se dio por terminado el almuerzo y nos despedimos con la certeza de que habíamos disfrutado durante los tres días de una fiesta inolvidable .


Y...  LLEGARON LAS  CADETES 
Por vicealmirante Alfonso Calero Espinosa / 37-008

Durante los mas de cuarenta años en que tuve el honor de pertenecer al  servicio activo de la Armada Nacional (1963 – 2003), como es de suponer, muchos episodios de tan extensa carrera conservo en mis recuerdos, algunos convertidos en amables anécdotas por ese generoso recurso de la memoria que nos permite olvidar lo inconveniente y conservar lo que pretendemos sea significativo e interesante a los oídos de nuestros nietos. Un suceso en particular, de enorme trascendencia institucional y nacional, que se inició durante el segundo semestre de 1996, hace diez años por esta época, fue el alistamiento de la  Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padillaâ€? para recibir, en enero del año siguiente, por primera vez en su historia, el primer contingente mixto de cadetes navales. Desde su creación el 3 de julio de 1935, la moderna Escuela Naval Nacional (nombre original de la Escuela Naval), funcionando abordo del MC “Cúcutaâ€?, había recibido solamente varones y sobran razones para asegurar, que la presencia de mujeres cadetes, por primera vez en 61 años de existencia, constituyó  un acontecimiento histórico de primera magnitud el cual tuve el privilegio de protagonizar en mi entonces calidad de Director (1996 y 1997). 

Antes de continuar, debo aclarar que la presencia de la mujer en la oficialidad naval colombiana, en calidad de oficiales del Cuerpo Administrativo, se remonta al año 1986, once años antes del ingreso de las primeras cadetes que a la postre serían las primeras oficiales de línea de la Armada de Colombia y es oportuno verificar la diferencia entre las dos modalidades. Las  primeras, fueron parte del primer curso mixto de profesionales que incorporó la  Institución para atender áreas jurídicas, médicas, de ingeniería civil, etc. Estos profesionales, hombres y mujeres, previa aprobación de un curso de inducción, que no sobrepasa seis meses de duración, se incorporan como Tenientes de Corbeta o como Tenientes de Fragata dependiendo de su grado de especialización y ejercen sus especialidades en las diferentes unidades en tierra de la Armada. Las segundas, las oficiales de línea o de carrera, son las bachilleres que decidieron seguir la carrera militar a través de la Armada, ingresando como cadetes,  dispuestas a cumplir los requisitos que durante cuatro años de formación en la Escuela Naval de Cartagena, las habilita  para recibir el grado de Tenientes de Corbeta, primer peldaño en el escalafón de los oficiales navales y de infantería de marina. Es pues indudable que el ingreso de la mujer a la carrera naval como oficiales de línea, marcó un hito de trascendental importancia en la historia de nuestra Marina de Guerra y diez años después de haberse iniciado este interesante proceso, me atrevo a afirmar que los resultados han superado las expectativas, por cierto no muy optimistas en un principio. La realidad es que la presencia femenina en las unidades a flote y en las instalaciones en tierra, inicialmente como oficiales del Cuerpo Logístico y en la actualidad con las opciones que ofrece el Cuerpo Ejecutivo (Superficie, Ingeniería, Submarinos y Aviación Naval), ha humanizado la ruda actividad de la vida marinera y ha estimulado positivamente el tradicional  espíritu de superación de los hombres de mar. 

Importante tarea nos reservó el destino, tarea que pudimos cumplir gracias al esfuerzo mancomunado de muchas personas, militares y civiles al servicio de nuestra Institución, excelentes en los campos humano y profesional, personas con quienes compartí la sorpresa inicial, cuando se nos confirmó que la Escuela Naval recibiría las primeras jóvenes bachilleres en enero de 1997 para iniciar su formación como oficiales regulares de la Armada; repuestos de ella, el entusiasmo y la optimista determinación con que abocamos la tarea encomendada convencidos de la bondad de la decisión y finalmente, cuando ya fue un hecho la presencia de estas jovencitas en el alma máter, la profunda satisfacción de ver cumplido el objetivo de iniciar un programa inédito y me atrevo a decir que impensable en la Armada de Colombia. No es de extrañar entonces que ahora, con justificable nostalgia, recuerde el 12 de diciembre de 1997, fecha de mi relevo en la Dirección, coincidente con la finalización del primer año de  formación de las cadetes, que me permitió comprobar con inmensa satisfacción y orgullo que dentro de las marciales y disciplinadas  filas del Batallón de Cadetes, que me rendía los tradicionales y reglamentarios honores militares de despedida reservados al comandante que deja el cargo, estaban presentes también las nueve mujeres cadetes, que  habían  aprobado  satisfactoriamente su primer año naval. Debo reconocer que a la emotividad de momento tan significativo de mi vida militar, se agregaba la gratificante sensación de haber liderado una experiencia institucional de tanta  importancia. Pero hagamos de lado la nostalgia y no demos mas largas al inicio de esta historia. 

Antecedentes 

Como rutinariamente ocurre durante el segundo semestre de cada año, también en 1995 se inició en todo el país la selección de los bachilleres que serían incorporados en enero del siguiente año a la Armada Nacional para integrar los cursos de cadetes navales, de infantería de marina y mercantes que un proceso de cuatro años los convertirá en  oficiales de la Armada. Sucedió en este reclutamiento un hecho sin precedentes: una joven bachiller había resuelto ser oficial de Infantería de Marina y su propósito solamente podría lograrlo ingresando a la Escuela Naval de Cadetes de Cartagena, único instituto idóneo y legalmente habilitado para tal fin. Fácil resulta imaginar lo que pudo haber ocurrido entonces: Adriana Granados Vásquez, así se llama nuestra histórica bachiller,  solicita ser inscrita como aspirante al curso anual de cadetes de Infantería de Marina promocionado para iniciar en enero de 1996. El suboficial a cargo, como era de esperar, explicó a la solicitante que esa posibilidad era exclusiva para hombres y satisfecho con su actuación continuó su trabajo: “el siguienteâ€?. Qué lejos estaba nuestro celoso y cumplidor suboficial al pensar que su negativa sería disuasivo suficiente para la obstinada solicitante y veamos por qué.

El “no se admiten mujeresâ€?, sustentado en la mera tradición, tan solo estimuló la insólita pretensión de Adriana, la joven bachiller bogotana; ella había decidido pertenecer al glorioso cuerpo de Infantería de Marina – osadía que sin lugar a dudas la acreditaba prematuramente como un excelente prospecto para la actividad – y sin pensarlo dos veces, resolvió recurrir al expedito recurso de la  acción de tutela, mecanismo introducido en la Reforma Constitucional de 1991, para hacer  prevalecer sus derechos a la igualdad y al libre desarrollo de la personalidad y en buena hora para la Armada de Colombia,  su pretensión fue acogida favorablemente por la Corte Constitucional, mediante sentencia  T – 624/95 del 15 de diciembre de 1995. Dada la festiva época del año y las llamadas vacaciones judiciales, la ineludible notificación de las partes, solo se produjo cuando ya los procesos de selección e incorporación – que no admiten listas de espera -  se habían agotado en el tiempo, razón por la cual Adriana Granados debió  posponer sus avaladas aspiraciones para el proceso de ingreso de enero de 1997.

Como era de esperar, conocida su tenacidad, la persistente Adriana Granados, en cuanto se abrieron las inscripciones antes indicadas, se presentó nuevamente en la oficina de reclutamiento de la Armada en la ciudad de Bogotá y en esta ocasión, aunque fue recibida con admirada y cordial bienvenida, como es y ha sido tradicional en nuestra Armada, un hecho infortunado vendría a entorpecer los planes de nuestra aspirante. La Sanidad Naval encontró que Adriana Granados no era físicamente apta para el servicio militar y ella con pesar pero con la entereza que ya había demostrado, declinó su aspiración de ser la primera cadete de Infantería de Marina pero su determinación ya había abierto   las puertas a todas las mujeres colombianas, que al igual que ella, decidieran seguir la carrera naval militar. No tuve la oportunidad de conocer personalmente a esta singular joven pero desde estas líneas le hago llegar mi saludo, convencido como estoy de que su nombre deberá ser siempre recordado con agradecimiento y admiración por todas las mujeres que siguiendo su ejemplo, han logrado graduarse como oficiales de línea de la Armada de Colombia en la Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padillaâ€?. Han sido 44 Tenientes de Corbeta entre los años 2000 a 2005, quienes durante cuatro años han cumplido satisfactoriamente con todos los requisitos intelectuales, académicos, físicos y psicológicos establecidos  para los oficiales de la Armada Nacional de Colombia y la mayoría de ellas se encuentran prestando patrióticos y eficientes servicios en nuestros buques de guerra y en instalaciones de apoyo en tierra. 

Nos preparamos

Narrado este necesario antecedente, volvamos a 1996. Hacia el mes de agosto, cuando ya estábamos notificados de la novedad: en enero de 1997, tendríamos las primeras mujeres bachilleres cadetes en nuestra Escuela Naval y debíamos prepararnos para recibirlas. No era asunto trivial y sí una gran responsabilidad. Reuní a mis oficiales, en realidad durante aquellos días sostuve muchas reuniones con ellos, pues la trascendental decisión, la presencia de mujeres cadetes que llegarían en escasos cinco meses, era asunto que afectaba dramáticamente todo cuanto hasta entonces había sido la vida en la Escuela Naval de Cadetes.  El cambio profundo que nos correspondía iniciar, la presencia de mujeres, adolescentes en realidad, en los patios, en las aulas, en los camarotes, en los laboratorios, en los campos deportivos, en las cámaras de cadetes y guardiamarinas, en la capilla, en la enfermería, en fin, en toda las instalaciones del instituto, nos imponía acciones que debíamos realizar en muy corto tiempo y de forma tal que garantizara el éxito. La excelencia fue nuestra consigna y ella no excluyó ninguna actividad. 

No quisiera obviar, así sea brevemente, el inusitado despliegue que tuvo la decisión judicial en los medios. Hubo toda suerte de opiniones, también dentro de los integrantes de la Armada, unos a favor otros en contra pero afortunadamente no hubo indiferencia. No era asunto de poca monta que después de 61 años de funcionamiento, ingresaran a la Escuela Naval de Cadetes mujeres empeñadas en ser oficiales navales de carrera, esa era la gran diferencia y al fin y al cabo se trataba de competencia directa y bien sabemos los marinos sobre la tenacidad, la determinación, y los resultados excelentes que logra la mujer cuando algo se propone. Recuerdo que no sin ironía y abundantes gracejos, en tertulias de cámara, se hablaba de las posibles motivaciones que habrían tenido las aspirantes para ingresar a una escuela de formación militar caracterizada por la rudeza de sus procedimientos y el grado de dificultad de su academia. Dentro de esa gama de posibilidades, quizás la mas amable y conciliadora de las razones, se refiere al efecto que pudo haber tenido, como era de esperar,  la muy reciente participación de la Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padillaâ€?, en el desfile militar con que se celebró en Bogotá la fecha patria del  20 de julio, seductor escenario en donde los marinos: oficiales, guardiamarinas y cadetes, venidos del soleado Caribe, enfundados  en la nívea blancura de sus uniformes y marchando con arrogante marcialidad al compás de las bandas de guerra y de músicos, arrancaron nutridos aplausos de quienes observaban emocionados ese homenaje de los militares a la patria. En efecto, un año más tarde, el 20 de julio de 1997, ese mismo escenario se vio engalanado con la participación de 14 cadetes mujeres en las filas de nuestro batallón. Entre otros muchos recuerdos del primer día de las cadetes en la Escuela Naval, me viene  a la memoria  la graciosa entrevista que me hizo el popular Salvo Basile, representando una conocida cadena radial, con su característica simpatía y casi asaltando la oficina de la Dirección, estando al aire, entre preguntas y respuestas me lanzó la siguiente impertinencia: “¿Almirante, qué piensa la Armada, una organización tan machista, del ingreso de las primeras mujeres cadetes?â€?. Creo que no me sorprendió la pregunta pero si a él la respuesta: “Salvo, estamos encantados con su llegada y preparados para recibirlas y en cuanto a su afirmación, la respuesta se la dan los hechosâ€?. Una estruendosa  carcajada de Salvo cerró la oportuna entrevista.

Nos dimos entonces a la tarea inicial: acondicionar la infraestructura existente para recibir mujeres y  antes de continuar esta narración, justo es reconocer la importante participación que tuvieron todas las personas convocadas para adelantar las diferentes tareas de alistamiento y ante la imposibilidad de citarlos a todos y a todas, me limitaré a recordar a quienes, en razón de sus cargos, debieron liderar tareas específicas, advirtiendo que los grados que cito corresponden a los que tenían entonces: Capitán de Navío Fernando Román, Subdirector de la Escuela; Capitán de Fragata Jairo Peña, Comandante del Batallón de Cadetes; Capitán de Navío Luís Francisco Chacón Peña, Decano Académico; Teniente de Navío Edgar de la Torre Díaz, Jefe de Administración; Señora Constanza Villadiego de Camacho, Sicóloga del Batallón de Cadetes.

El aspecto más urgente que debimos solucionar fue el alistamiento de los dormitorios o “ranchosâ€? para las cadetes puesto que las otras dependencias no requerían reformas especiales de momento. No eran muchas las opciones y urgente la decisión. Decidimos que el “ranchoâ€? del segundo piso del edificio Brión, dependencia que en el pasado había alojado a cientos de oficiales en alguna época de nuestro “tiempo de escuelaâ€?, fuera el destinado a este fin. El espacio disponible y la proyección  de ingreso de mujeres nos permitieron remodelar a seis camarotes con seis literas cada uno. Con esta reforma hicimos realidad una vieja aspiración de todos quienes habíamos sido cadetes navales de la escuela de Manzanillo, contar con camarotes limitados a dos, cuatro o seis ocupantes según la antigüedad, en lugar de los desapacibles ranchos generales que nos alojaron mientras fuimos cadetes (durante el año de Guardiamarinas teníamos derecho a camarote). Decidimos extender la reforma a los dormitorios de todo el edificio Brión.  Fue este quizás el primer resultado positivo que derivamos de la llegada de las mujeres cadetes; la gran innovación, camarotes para todos, con excepción de los cadetes varones de primer año que en el edificio Padilla seguirían compartiendo un “ranchoâ€? general por razones prácticas de control y formación.

Durante este proceso de transformación, traigo a colación las especiales previsiones que debimos tomar para la remodelación de los baños que habrían de ser utilizados por las cadetes.  Los sencillos y austeros “jardinesâ€? (baños) existentes, concebidos para varones desde su construcción, sufrieron una total metamorfosis. La espartana sobriedad de estas instalaciones se vio invadida por lo que consideramos entonces glamorosos aditamentos pero que en realidad no fueron más que algunos espejos “de cuerpo enteroâ€? y divisiones acrílicas en las duchas para mayor privacidad. Fueron muestras apenas de lo mucho que nos preocupaba recibir de la manera más digna  a sus primeras huéspedes.    

Las recibimos

Y llegaron las cadetes el 7 de enero de 1997. Fueron inicialmente 15 aspirantes procedentes de diferentes regiones de Colombia, la mayoría de Bogotá en este primer curso, situación que cambiaría en posteriores incorporaciones y bien vale la pena recordar los nombres de estas pioneras:

 

1.       Mónica Paola Ã?lvarez Cardozo de Duitama

2.       Lissette Patricia Casadiego Miranda de Cartagena.

3.       Jenni Marcela Contreras Arias de Bogotá.

4.       Gina Ximena Díaz Páramo de Bogotá.

5.       Natalia Díaz Reyes de Bogotá.

6.       Grace Patricia Durán de las Salas de Barranquilla

7.       Angelina Paola Isaza Parada de Bogotá.

8.       María Carolina Lizarralde Niño de Bogotá.

9.       Claudia Janeth Londoño Londoño de Valledupar.

10.   Esther Carolina Medina Salinas de Bogotá.

11.   Sandra Patricia Moreno Martínez de Bogotá.

12.   María Alexandra Porras Díaz de Bogotá.

13.   Marcela Ramírez Ramos de Bogotá.

14.   Ã?ngela María Silva Muñoz de Barranquilla.

15.   Ana María Zabala Restrepo de Bogotá.

 

Esther Carolina Medina Salinas se retiró de la Escuela antes de la ceremonia de Juramento de Bandera. Fueron entonces 14 las jóvenes que iniciaron el primer año y lo terminaron satisfactoriamente nueve de ellas; ocho continuaron al segundo año: Mónica Paola Ã?lvarez Cardozo, Jenni Marcela Contreras Arias, Natalia Díaz Reyes, Grace Patricia Durán de las Salas, María Carolina Lizarralde Niño, Sandra Patricia Moreno Martínez, Marcela Ramírez Ramos y Ã?ngela María Silva Muñoz.  

Finalizando el año 1996, hubo cambios importantes en la planta de la Escuela Naval y fueron otras las personas que me acompañaron en esta segunda y definitiva fase, la recepción  de las primeras cadetes. Con la misma advertencia que hice anteriormente, cito a quienes tuvieron participación directa en este proceso: Capitán de Navío Mario Rubiano-Groot, Subdirector de la Escuela; Capitán de Fragata Roberto García Márquez, Comandante del Batallón de Cadetes; Capitán de Fragata Luís Arturo Faccini, Decano Académico; Capitán de Fragata Jorge Fernando Maldonado Ayala, Jefe de Administración; Teniente de Navío Germán Locarno Blanco, Comandante de la Compañía Binney  de Reclutas; Teniente de Fragata Francisco Caro,  Jefe de la Comisión de Alimentación de Cadetes y seguimos contando con el excelente trabajo de la Sicóloga Constanza Villadiego de Camacho. Destaco aquí a la Guardiamarina Ruth Marina González, alumna del Curso PR-30 del Cuerpo Administrativo, curso que se encontraba en la fase de inducción y que se  graduaría en marzo de 1997 como tenientes de fragata. La Guardiamarina González, contadora especializada en Finanzas, fue seleccionada para servir como coordinadora o enlace entre el Comando del Batallón de Cadetes y el grupo de cadetes mujeres. Fácil comprender que para ciertos temas y situaciones, la comunicación entre los oficiales del batallón y las cadetes, se vería facilitada por otra mujer. En este primer año, a pesar de que se trataba de una profesional que tenía muy poco tiempo en la Armada (cuatro meses apenas cumplía en enero de 1997), sus servicios fueron destacados y cumplieron ampliamente el objetivo que nos habíamos propuesto. De una u otra forma todos estábamos aprendiendo.

Como ya lo mencioné, terminando el primer año de formación del contingente mixto, en diciembre de 1997 fui destinado a  la Dirección General Marítima con sede en Bogotá como Director y aunque siempre estuve atento al progreso de esa primera experiencia – mujeres cadetes navales – mis nuevas ocupaciones me alejaron del  proceso pero en muy corto tiempo volvería a saber de “mis pupilasâ€? y esto ocurrió de la siguiente manera: a mediados del año 1998, recibí la sorpresiva pero grata visita de la señorita Teniente de Fragata Ruth Marina González, oficial a quien ya nos referimos y quien había continuado en la Escuela Naval de Cadetes como Contadora, ya no como coordinadora del grupo de las primeras cadetes mas ella había seguido ligada afectivamente al proceso. En esta ocasión la teniente Ruth no era  portadora de buenas noticias y recurría a mí en procura de una solución. Se estaba programando el Crucero de Cadetes 1999 a bordo del Buque Escuela ARC “Gloriaâ€? y correspondía la extraordinaria oportunidad al contingente mixto al que pertenecían las cadetes de esta historia. Resulta que el Mando Naval había decidido excluir a las cadetes del crucero en razón a que el Buque Escuela carecía de la infraestructura para alojar mujeres. Era real el argumento pero inaceptable a mi juicio la decisión.

Como quiera que se trataba de un asunto que asumía como propio, de inmediato me puse en contacto con el señor Comandante de la Armada de entonces, Almirante Sergio García Torres a quien le hice ver lo inconveniente e injusto que sería no embarcar a estas jóvenes que tenían exactamente los mismos méritos que sus colegas varones para participar en el entrenamiento marinero mas importante que hoy por hoy tienen los cadetes navales y de infantería de marina colombianos. Sin lugar a dudas, el embarque en el Buque Escuela  ARC “Gloriaâ€? es el sueño de todos los marinos en formación – cadetes y grumetes -  de nuestra Armada. El Comandante entendió mis razones, la Dirección General Marítima asumió el costo de las reformas que fue necesario efectuar en el velero para alojar mujeres y se hizo posible el embarque no solamente de las cinco jóvenes cadetes sino también de dos oficiales mujeres del Cuerpo Administrativo: la Teniente de Fragata Ruth Marina González a cargo de las primeras y una oficial médico, la Teniente de Fragata Sandra Moreno. De esta forma el 19 de febrero de  1999, se inició un memorable crucero de entrenamiento, que zarpando de Cartagena de Indias, recorrió 14.071 millas náuticas, tocando puertos principales del Ecuador, Perú, Chile, Canadá, Estados Unidos y Méjico, regresando al puerto de partida, Cartagena de Indias seis meses y once días mas tarde, el 30 de agosto del mismo año. De este episodio, quedan en mis recuerdos, la inmensa satisfacción de haber podido contribuir en la participación de las cadetes en el Crucero de 1999 a bordo del ARC “Gloriaâ€? y una carta, puesta al correo en Vancouver, suscrita por la teniente González y las cinco cadetes, en donde, además de contarme lo mucho que están disfrutando y aprendiendo de tan singular experiencia, en conmovedoras palabras me expresan su agradecimiento por lo que a juicio de ellas había sido oportuna intervención de mi parte. Desde entonces, cada crucero de cadetes se ha enriquecido con la presencia de cadetes mujeres. Destaco con especial satisfacción los nombres de estas pioneras, de las primeras mujeres – oficiales de línea - que recibieron el grado de Tenientes de Corbeta de la Armada de Colombia, el 7 de diciembre de 2000: Mónica Paola Ã?lvarez Cardozo, Grace Patricia Durán de las Salas, María Carolina Lizarralde Niño, Sandra Patricia Moreno Martínez y Marcela Ramírez Ramos. Siempre les dije en mis charlas semanales como Director, “son ustedes las pioneras, son las primeras  y con ese título pasarán a la historiaâ€?


PICARDÃ?A MARINERA
Por Gustavo H. Suárez/  36-069

Deadline: En la época moderna, "deadline" es un límite final de tiempo, que no debe ser excedido, pero en su contexto original, este término indicaba una línea física que de ser pasada, implicaba el dolor de la muerte. El término nació durante el curso de la Guerra Civil Americana, cuando los prisioneros de guerra se arriesgaban a ser abaleados al ser sorprendidos pasando una línea demarcada - de alguna manera - dentro del cercado perimetral que rodeaba el campo.  Con razón se le llamó "deadline" ó "línea de la muerte."
Decimar: En su significado moderno, "decimar" quiere decir destruir en grande escala" o matar en proporción muy grande, un gran número de personas. Sin embargo, la palabra tuvo originalmente un significado mucho más específico.  En el ejército romano un motín era sancionado con la muerte de al menos uno de cada diez de los amotinados. El mismo castigo era impuesto también a los ejércitos vencidos.  Del Latín 'decem', (diez), se deriva el significado de 'decimar'.  El significado original se mantuvo hasta el siglo XIX.
En la próxima edición, veremos el origen de "Doble Filo" de "Dragón" y de "Dragona"

Viento largo y buena mar ...

 
ZAFARRANCHO FOTOGRÃ?FICO

CELEBRACIÓN DEL CUMPLEAÑOS  91º
 
Alm Eraso Annexi, hija, nieto y bisnieto
Alm con sus hijos Jaime, Elicia, Luly y Maria Eugenia

Cena familiar
 
El pasado sábado 3 de Febrero, en reunión familiar, sus hijos Jaime, Maria Eugenia, Luly y Elicia (ausente Gustavo) le celebraron el 91º cumpleaños  al Sr. Alm. Jaime Eraso Annexi,  Allí se reunieron cuatro generaciones, además del Sr. Almirante, estaban: Maria Eugenia (hija), Guillermo (nieto) y Nicolás (bisnieto), quien actualmente lleva el farolito de la familia.
Además entre otros asistieron: Stacy, Rosana y Philipe (nietos); Ferry, Patricia, Juan, Cristian y Melanie (yernos y nueras).
Durante la cena el Almirante Eraso pronuncio con voz clara y segura, unas palabras de mucho contenido familiar que en algunos momentos se resquebrajaban, reflejando la emoción de estar rodeado por sus seres queridos. Sin dejar su buen humor dijo que quisiera tener la movilidad de los pies igual a la que tenia en la mente, ya que la suya, era caminante.
El Sr. Alm se sintió muy contento durante la reunión, agradeciendo el haber llegado a donde estaba y contar con el calor del amor que le profesaba toda su familia.  
El Conti Jairo Quiñónes Cyber-corresponsal en Miami, estuvo allí como invitado, único no familiar, pero sí con pase de fotógrafo.  
CELEBRACIÓN DEL CUMPLEAÑOS 63º
 
En Acore -Cartagena- le celebraron al CR IM Chepe Calderón, como merece, el cumpleaños 63º. En la fotografía en el momento del brindis, aparece rodeado por Valm Uribe, BG IM Gnecco y otros distinguidos oficiales. MUCHAS FELICITACIONES CHEPE !!!

DIA DE LA INFANTER�A DE MARINA EN COVEÑAS
 
El 12 de enero en Coveñas, aparecen los Srs Almirante Guillermo Barrera  COARC y CALM Alejandro Parra CIMAR
El día de la Gloriosa Infantería de Marina en Coveñas, aparecen los Coroneles IM Calderón, Franco y Arnedo y los Generales IM Sánchez, Gnecco, Pedraza y Castañeda.

RECORDANDO VIEJOS TIEMPOS
 
Mientras Myriam de García y Karin de Ã?lvarez disfrutan placenteramente de su crucero en ballenera, sus esposos reman como dinámicos reclutas
 
Misael Ã?lvarez, al abordar el "ARC Bell Salter", todavía saluda al estilo prusiano y como si aún tuviera 20 años 

 Â¡ QUE ME ARROJEN AL MAR !
Por Contralmirante German Rodríguez Quiroga

Apreciado enfermero Pinto:
Acabo de regresar a Cartagena después de unas vacaciones en el exterior y encuentro la triste noticia de la temprana desaparición del señor Almirante Jaime Parra Ramírez, hecho que lamento profundamente. Fui enterado de las honras fúnebres que se le hicieron en el mar, según su voluntad y créame que sentí una triste y gran melancolía,  y a la vez, una gran sorpresa pues me vino a la memoria algo que quizás nada tenga que ver con este hecho doloroso, pero creo que vale la pena contarlo.
Cuando yo estaba de Agregado Naval en el Perú, el señor Almirante Parra era el Embajador.   Viví en compañía de  mi familia  una hermosa temporada, compartiendo no solo en el trabajo, sino en lo social, con el señor Almirante Parra y su distinguida familia. Los recordamos con cariño.
En esos días escuche a un oficial naval peruano la siguiente poesía-canción:
 
 Â¡ QUE ME ARROJEN AL MAR !
 
 
Yo no quiero una tumba, ni una cruz ni coronas,
tampoco una lágrima, me aburre oír llorar,
ni siquiera que me recen, solo pido una cosa...
para el día que me muera: ¡que me arrojen al mar!
 
Las luces de los barcos se iluminaran cual sirios,
las boyas cual campanas se pondrán a doblar
y en la penumbra vaga de mi capilla ardiente
he de sentir salobre todo el llanto del mar.
 
Y así como he vivido al azar, al azar quiero irme 
a otra tierra, mecido por la hamaca de la mar.
Quiero dejar anclado mi corazón vacío
en un lejano puerto y muerto aún viajar.
 
Si es que temo a la muerte, mas que por ella misma
es por esa parálisis de la inmovilidad.
Mas que los tiburones me espantan los gusanos
   por eso el día que me muera  ¡que me arrojen al mar!
 
Señor Almirante Parra, Almirante de la mar, descanse en paz.

CYBER-CORREO DE LA  ARC "LULU"
   

CORDIAL BIENVENIDA
Apreciados amigos: Por información de varios amigos, entre ellos Chepe Calderón "El Perro", Javier Leguizamón y otros, he recibido los mejores comentarios de su trabajo. Chepe lleva cuatro años mandándome algunos datos y siempre me dice que me va a afiliar, pero hasta ahora no he recibido el primer correo. De manera que les agradezco estudiar mi solicitud, para pertenecer a tan importante medio naval y colocarme en su lista de usuarios. Ingresé como Cadete de Infantería de Marina en Junio de 1974, orgánico del contingente IM-08 y con compañeros navales del NR-69,me gradué como oficial en Junio de 1977, mis compañeros de grado fueron una mezcla de NR-65, 66 y 67, algunos NQ y NE, MI-25 y obtuve mi retiro por solicitud propia en Noviembre de 1995, de manera que estoy en uso de buen retiro y disfrutando de una agradable asignación de retiro, la cual desde hace doce años, afortunadamente siempre ha llegado a tiempo.
Cordial saludo
Miguel Enrique Rozo Torres/ IM 08-069

IMPORTANTE VINCULACIÓN
Buenas tardes señores de la cyber corredera
Hoy es un día el cual me pude enterar de esta pagina, la cual habla de todas las cosas bellas de nuestra Armada Nacional a la cual pertenezco desde de el día de mi nacimiento, ya que mi padre fue oficial de esta bella  institución.
Me gustaría suscribirme a su pagina para estar informado de la cosas que suceden fuera y dentro de la Armada Nacional.
mi correo electrónico es aloramirez76@hotmail.com
atentamente:
Luís Alonso Ramírez Guerrero
Contingente IM 47

CONTACTO NAVAL
Señores
LA CORREDERA 38
Quiero presentar al señor capitán de Navío ® Alberto Moreno Franco perteneciente al curso NAVAL REGULAR 58, graduados en junio de 1975 , promoción 53, quien desea recibir la información de éste medio y así mantenerse en contacto con la familia naval. A su vez se pone a sus ordenes en Montería y a difundir ésta pagina entre los Cadetes y Oficiales retirados que habitan en ésta área del país. Su correo electrónico es amorenof49@hotmail.com
Capitán de Navío ® Charles A. de Kergariou Dereix/ 44-034

CYBER-MARAVILLOSA
Con todo gusto presento en el correo gusmal@ecr.edu.co al Dr. Gustavo Malagón, distinguido CN(r) a quien le he hablado maravillas de la CyberCorredera, otro suscriptor!!!!, atte,
CC-RN Annabella Mariano D.

COMPARTIR COSITAS
Señores La Corredera38:
Mi nombre es Carlos Eduardo Méndez Galindo, alias "El Pato", soy el NR 47-153. Me gustaría registrarme en su prestigiosa publicación para poder así compartir con los suscriptores algunas cositas de mucho interés

EXCELENTES CORREDERAS
Cordial saludo:
Me permito presentar al Capitán Mauricio Sáenz, Oficial Mercante, Colombiano actualmente Gerente de Tropical Shipping en San Juan, Puerto Rico.
Esta interesado en vincularse y recibir la Cyber Corredera
Felicitaciones por las excelentes "Correderas", no hacen rememorar bellos tiempos en el Alma Mater
Hernando Navas Z./ 30-030.

P´ALANTE
Cordialísimo saludo, es mi deseo darme de alta para recibir vía correo electrónico la información y los boletines periódicos. Alguna vez los estuve recibiendo pero por cambio en el correo no se pudo acceder a los informativos. Los felicito por el gran esfuerzo que están haciendo, ya estuve visitando su sitio web y fue un viaje a la nostalgia de nuestra gloriosa Armada Nacional de Colombia.
Pa´lante y pulso firme,
Atte
Capitán de Corbeta LUÃ?S OTERO DÃ?AZ/ 93-033

HONROSA VINCULACIÓN
Apreciado Enfermero Pinto
Cyber Editor:
Deseo solicitar la inscripción a la Cyber Corredera de la Señora Olga Lucia Alzate Tejada hija del Sr. VALM Benjamín Alzate Reyes (QEPD) y del Sr. Capitán de Navío Antonio Faccini Duarte quienes se encuentran interesado en recibir Cyber- Corredera. Sus correos electrónicos son
olga.alzate@andeansa.com  y antfacc@hotmail.com
Cordial Saludo
TN(r) Luís B Castro/ 66-003 

BUSCA AL CN FERNANDO DÃ?AZ CORREA
Enfermero Pinto, nuevamente reciba mis agradecimientos por permitirme estar conectado con las noticias de la familia naval.
A todos aquellos a quienes llegue este aviso les solicito comedidamente me suministren datos del Sr.Cn(r) Luís Fernando Díaz Correa.
Reciban un cordial saludo
TN(r) Iván Correa Rincón

DE UNA APRECIADA VIUDA NAVAL
Recordados amigos de la CYBERCORREDERA, les agradezco que me hayan incluidos en sus afiliados el año pasado y poder estar en contacto con mi querida familia naval y todos los amigos que al través de todos estos años de mi viudez me han apoyado y acompañado, reciban en nombre de mis hijas, nieta y el mío propia un saludo muy cariñoso y el deseo que este año sea para toda la familia naval de muchos éxitos, abrazos. 
Martha Lucía Ochoa de Matallana

RIOMAÑA CYBER-INTERESADO
Enfermero Pinto, cordial saludo:
Me complace presentar a la comunidad de la Cybercorredera al señor Capitán de Navío (r) HELMER RIOMAÑA GONZ�LEZ (NR 67-073) quien me ha manifestado su interés por recibir esta publicación electrónica. El correo del nuevo cybersuscriptor es inghriomana@yahoo.com
CFES Gabriel A. Salazar Saddy/ 67-035

BIENVENIDO CR IM
Estimado Enfermero Pinto:
Con todo el entusiasmo que embarga a los Infantes de Marina y apoyando su gran proyecto de comunicación e información, le solicito inscribir en su base de datos a nuestro compañero el Sr. Coronel de IM V�CTOR JULIO SILVA CÓRDOBA, IM 01-014. Igualmente solicita le envíe las últimas correderas, aunque sabemos las puede encontrar en la página www.cyber-corredera.de Muchos éxitos para el año 2007. Cordial saludo,
Julio César Carranza Alfonso/ IM 01-003

SIEMPRE CYBER-BUENA
Apreciado enfermero Pinto: Gracias por el envío de le Cyber-corredera No. 80. Como siempre esta muy buena. 
Aprovecho para presentar al Señor Teniente de Corbeta(R) Héctor Ã?ngel Pinillos CN 27-057 quien desea ser un nuevo suscriptor. El correo electrónico es:  hectorangelp@gmail.com tel fijo: 6156027 cel 311-2669004.
Como siempre le envío un fuerte abrazo
Guillermo Toquica-Vargas/  29-036

Nota de la dirección: favor enviar con anticipación, vía e-mail, los eventos, actos y novedades sociales  de los contis(matrimonios, grados, fallecimientos, nacimientos, ascensos, nombramientos, viajes, cumpleaños, etc.) con la respectiva fecha para su publicación oportuna.
lacorredera38@nikimicolombia.com             

 
Cyber-mascaron de Proa
 
Cyber-corredera-
E-mail: lacorredera38@nikimicolombia.com
Suscripción gratuita. Derechos Reservados. 
Se invita a divulgar la información aquí contenida, citando la fuente.
Si usted no desea seguir recibiendo este informativo virtual, por favor infórmelo vía e-mail