Informativo virtual para integrar la familia naval colombiana

Unidos por el mar y exhaustos por el Ćŗltimo poste

2022 - NĀ° 257

www.cyber-corredera.de

Director: Dr. Jorge Serpa Erazo ā€¢ Editor: TFES(ra) Dr. Francisco RodrĆ­guez Aguilera mailto:enfermero@cybercorredera.com


DR. JORGE SERPA ERAZO

38-082

CN MARIO RUBIANOGROOT R.

45-045

DR. FRANCISCO RODRƍGUEZ A.

74-065

Director

Corresponsal

Editor / Corresponsal Europa

EN ESTA EDICIƓN:


TODO COMENZƓ CON ā€¦ SEGURIDAD HUMANA

ĀæDERECHOS Y DEBERES? O ĀæDEBERES Y DERECHOS?

CAMINANDO POR ENTRE LOS PATIOS DE UN PUEBLOā€¦

ARMADA DE COLOMBIA EN ALTO GRADO DE ALISTAMIENTO PARA ATENDER EMERGENCIAS OCASIONADAS POR LA TORMENTA JULIA

FINALIZƓ CON ƉXITO LA CAMPAƑA ā€œNAVEGANDO AL CORAZƓN DE LA ORINOQUƍAā€

ESCUELA NAVAL EN REGATAS DE 420

ACTIVIDADES DEL GRUPO ARRECIFES EN SEPTIEMBRE Y OCTUBRE DEL 2022

MARES DE POESIA (CANTABRICO, DE HOCES Y DE BARENTSZ)

OBITUARIO: CC MAURICIO ā€œBOTERITOā€ BOTERO BOTERO

ZAFARRANCHO GRƁFICO

NOTAS CYBERCORREDERA PARA EL MES DE OCTUBRE DE 2022

INFORMACIƓN COMERCIAL PARA LA PROMOCIƓN DE EMPRESAS, NEGOCIOS Y ACTIVIDADES DE LA FAMILIA NAVAL

MASCARƓN DE PROA


TODO COMENZƓ CON ā€¦


Por TFES(ra) Dr. Francisco RodrĆ­guez Aguilera, NA 74-65

Todo comenzĆ³ en 1952 cuando la Armada ā€œdescubriĆ³ā€ que no tenĆ­a Ingenieros para sus buques. Se decidiĆ³ ā€œadquirirā€ estudiantes de IngenierĆ­a por todo el paĆ­s. Grupos de Oficiales visitaron las Universidades para reclutar ingenieros ya casi listos. Una de esas visitas fue a la Universidad Nacional en BogotĆ” a la facultad de IngenierĆ­a ElĆ©ctrica. Uno de los alumnos era el joven Saturnino RodrĆ­guez Melo oriundo de Tocaima. La oferta le gustĆ³: A pesar de ya estar en semestres avanzados (3er aƱo), la idea de ser Oficial Naval en 3 aƱos sonĆ³ muy atractiva. AsĆ­ fue como pasĆ³ a formar el Contingente NR XXIII (promociĆ³n XXI-A NE). Junto con otros 15 jĆ³venes hambrientos por mar, vapor y ACPM se graduĆ³ el 3 de Junio de 1956. De aquellos nuevos Ingenieros fue el Ćŗnico que llegĆ³ hasta CN.

Desde niƱos conocimos la ARC como si fuera parte normal de la familia. Francisco, Felipe y Alejandro nos ponƭamos firmes a la entrada de la casa 89 en Manzanillo cuando pasaba marchando al Escuela Naval, o cuando sonaba el Himno Nacional o el Himno de la Armada. En Barraquilla y Cartagena aprendimos a caminar en las Base Navales y en el Club Naval. En el Club Militar aprendimos a nadar y a jugar tenis; pero tambiƩn aprendimos como ejemplo de nuestros padres el respeto ante superiores

como a subalternos. El ejemplo y el orgullo de mi papĆ” y mi mamĆ” por la Armada prendiĆ³ una llama en


la familia que sigue hoy latente, a pesar de que ya hace mƔs de 34 aƱos mi mamƔ, Isabel Aguilera y 26 aƱos mi papƔ nos dejaron. Pero el legado vive en todos nosotros.


El resultado de su vida Naval fue visto primero por los sobrinos de ellos: CC Jairo Aguilera QuiƱonez que fue precursor de la Inteligencia Naval y sus hermanos que probaron el agua salada por unos pocos meses: RaĆŗl (QEPD) y Alvarito y otro primo aƱos mĆ”s tarde Jorge RodrĆ­guez Fernandez.

Desde que tengo uso de razĆ³n no habĆ­a otro sueƱo, que ser oficial Naval. Es asĆ­ como el mayor de la familia en 1977 inaugurĆ© lo que serĆ­a la segunda generaciĆ³n de los ā€œSaturninitosā€. GraduĆ”ndome en diciembre de 1980. La suerte hizo que fuera parte del plan Neptuno donde allĆ­ se definiĆ³ el futuro: Una dama Alemana se ganĆ³ mi corazĆ³n lo cual terminĆ³ con mi migraciĆ³n a Alemania en 1987 ya en el grado de TF ā€œantiguoā€. Pero dentro de mi sigue la Armada a travĆ©s de la familia, las grandes amistades y claro tambiĆ©n por medio de la Cyber-Corredera.



SiguiĆ³ como asunto completamente natural mi hermano Felipe. Su amor por el mar y las velas se mostrĆ³ desde muy temprano dĆ”ndole a la Escuela Naval grandes tĆ­tulos a nivel nacional en Sunfish. EntrĆ³ en junio de 1980, graduĆ”ndose como TK el 7 de Diciembre de 1983. En la Armada estuvo como oficial de armamento del ARC 7 de Agosto (el viejo), como oficial en la ARC Castillo y Rada, el ARC San AndrĆ©s, el ARC Jurado y CapitĆ”n del pesquero ā€œLady Hamilton Twoā€, ademĆ”s como oficial de servicios generales de la Base Naval ARC ā€œBolĆ­varā€ y oficial de servicios generales en la ENAP.

Pero como el mar es lo de Ć©l, se retirĆ³ de TK para pasar a la Marina Mercante: 3er, 2do y 1er oficial de los barcos La Guajira, Riohacha, Manaure y Castilletes (Granelco), 2do oficial de El Pionero (Agromar), 3er, 2do y 1er oficial de los barcos SimĆ³n BolĆ­var, Arturo GĆ³mez, Cartagena de Indias y Excelso (Flota Mercante Gran Colombiana), y desde hace un tiempo ā€“ por aquello de estar cerca a la familia trabaja como CapitĆ”n de remolcadores de Altamar (Serviport II, Serviport III,

Capi Dahl, Baru, Valkyria, Kronos, Sirocco y Chinook). Con un millaje acumulando de mĆ”s de 100.000 millas de NavegaciĆ³n es el mĆ”s recorrido de la familia.

Por Ćŗltimo, en la parte directa de la familia siguiĆ³ Alejandro. El menor de nosotros tuvo mĆ”s persistencia, llegando al grado de CN. Entro a la ENAP 8 enero 1982 (NA 84-108) graduĆ”ndose de TK el 7 diciembre 1985. Fue tripulante de las fragatas ARC Antioquia y ARC Independiente, Segundo Comandante de los buques de transporte ARC San AndrĆ©s y ARC Turbo, Oficial de Palo del ARC Gloria (Crucero 1989), Comandante de las Patrulleras de mar ARC Rafael del Castillo y Rada y ARC TN JosĆ© MarĆ­a GarcĆ­a de Toledo. Fue parte de la primera tripulaciĆ³n del buque logĆ­stico ARC Cartagena de Indias y Segundo Comandante y Comandante del buque logĆ­stico ARC Buenaventura. Fue Oficial de Operaciones de la Fuerza Naval del PacĆ­fico y Comandante de la Flotilla Fluvial del Sur. Jefe del Departamento de Bienestar y Viviendas y Comandante de la Base Naval ARC BolĆ­var y Jefe del Departamento de InvestigaciĆ³n del Colegio Interamericano de Defensa en Washington DC.

Una vida por la Armada ā€¦


En la foto Isabel Aguilera de RodrĆ­guez QEPD, Alejandro de cadete de 2Ā° aƱo y CN Saturnino RodrĆ­guez Melo en la ENAP

En esta segunda generaciĆ³n recuerdo a mi primo TK Francisco Javier Aguilera QEPD, que muriĆ³ en un accidente aĆ©reo regresando de sus vacaciones hacia Cartagena.


Y ahora le llegĆ³ la hora a la tercera generaciĆ³n de los ā€œSaturninitosā€ ā€¦ Nuestro vinculo natural con la Armada desde muy jĆ³venes no podrĆ­a terminar ahĆ­. Alejandro al ejemplo de mi papĆ” viviĆ³ una vida por la Armada en todo sentido. La consecuencia fue que su hijo mayor quisiera seguirle los pasos. Cosas de la vida primero lo motivaron a hacer una carrera civil en Relaciones internacionales sin perderle el ojo nunca a la Armada.

Daniel nunca dejando a la ARC de su pensamiento, aprovechĆ³ una nueva ocasiĆ³n para hacer parte de la misma. Esta vez como Oficial Profesional. El primer paso ya lo hizo: Ā”jurar bandera!

Una decisiĆ³n que se va realizando poco a poco: Cadete Daniel Alejandro RodrĆ­guez Lozano





Una vida por y en la ARC ā€“ Familia RodrĆ­guez





SEGURIDAD HUMANA


Causas que han llevado al segmento social de los jĆ³venes de Buenaventura principal puerto sobre el pacĆ­fico colombiano a enfrentar una situaciĆ³n agonĆ­stica.

Por: TN RVA VALENCA B JAIMNE F, Magister en Seguridad y Defensa, Risk Manager ISO 31000 PECB

Buenaventura distrito especial, con una poblaciĆ³n flotante de 407.539 habitantes es uno de los 10 puertos mĆ”s importantes de AmĆ©rica, por allĆ­ se registra el 53% de las transacciones internacionales del paĆ­s; es la segunda ciudad despuĆ©s de la capital, con la mayor cantidad de habitantes, estĆ” situada a 121 kilĆ³metros de Cali y a 526 kilĆ³metros de la capital del paĆ­s (BogotĆ”). Se encuentra localizada en las estribaciones de la cordillera occidental y el mar pacifico, entre los lĆ­mites del departamento de ChocĆ³ hasta el rio Naya (AlcaldĆ­a de Buenaventura, 2021).

Es punto de partida para el Asia PacĆ­fico, PanamĆ”, Ecuador, Centro AmĆ©rica y AmĆ©rica del Norte. En tĆ©rminos geoestratĆ©gicos su ubicaciĆ³n y actividad portuaria la hacen una de las ciudades del PacĆ­fico mĆ”s importante en AmĆ©rica Latina ya que en cuanto su posiciĆ³n estratĆ©gica serĆ­a comparable con el puerto de Hong Kong en cuanto a movimiento de camiones y buques atendidos por minuto (Valencia, Silva Chica, & Moreno Moreno, 2016).

La violencia, la corrupciĆ³n, el desarraigo, la falta de garantĆ­as, la falta de esperanza, una ciudad que no es respetada desde el sentido mĆ”s mĆ­nimo del humanismo esa es Buenaventura. Esta generaciĆ³n de jĆ³venes se estĆ” perdiendo, donde hay mafia, paramilitares, guerrilla, falta de gobernanza, donde no hay incentivo para estudiar por falta de planteles, educadores gracias al robo del presupuesto de la educaciĆ³n en el puerto. Donde la mayor motivaciĆ³n es cargar un fusil que vale 5 veces mĆ”s que una humilde casa donde se han criado estos muchachos, o dedicarse al contrabando, la minerĆ­a ilegal como alternativos. El empleo informal es otra alternativa, quien tiene la fortuna de tener un capital pequeƱo para colocar una venta ambulante, un micronegocio donde trabajan un mĆ”ximo de dos personas afronta el riesgo de la extorsiĆ³n, la amenaza ya que hay grupos que se dedican a vivir de los pequeƱos medianos y grandes empresarios, quienes les colocan un impuesto de venta a sus productos y ese sobreprecio es para estas bandas criminales quienes las recaudan semanalmente (De Roux, 2021).

En una entrevista realizada a un joven de Buenaventura acerca de la situaciĆ³n que viven los jĆ³venes, este hablĆ³ de las causas que llevan a los jĆ³venes a enfrentar esta situaciĆ³n agonĆ­stica (Medina Abad, 2021).

Considera que los jĆ³venes de Buenaventura no tienen opciones para ocupar su tiempo libre, no hay casi oportunidades de empleo, menos de educaciĆ³n superior, lo cual los lleva a acercarse a los grupos armados de toda naturaleza (guerrilla, autodefensas, bacrim, y demĆ”s). Los jĆ³venes entre los 14 y los 17 aƱos se convierten en victimarios desde un rol de vĆ­ctimas; lo hacen porque no hay opciĆ³n. Afirma que por dĆ©cadas los bonaverenses se han enfrenado a la violencia, lo cual condiciona su conducta; no se han propiciado espacios para resignificar dicha violencia ni para llevar a los jĆ³venes a pensar diferente. Para ellos la violencia es un factor comĆŗn en el contexto, el Estado no les proporciona apoya, les promete y no les cumple y los grupos armados les arrebatan lo que tienen.

Las disputas territoriales, son ejercicios de control del territorio que se dan en el marco de una ausencia estatal que lamentablemente causa que los mĆ”s vulnerables, como los jĆ³venes y adolescentes, alimenten esa violencia. Ese problema siempre termina girando alrededor de lo mismo: en un territorio de muchas vulnerabilidades y de pobreza, la violencia se adueƱa de todo (Medina Abad, 2021).

Algunos jĆ³venes son conscientes de lo que han perdido con esta guerra y con apoyo pueden lograr procesos de transformaciĆ³n. No obstante, hay que reconocer que llevan dĆ©cadas luchando, resistiendo y ganando espacios. Por ejemplo, la polĆ­tica pĆŗblica que hoy existe en Buenaventura, que, aunque no se ha implementado, corresponde a diez aƱos de luchas de las juventudes para que existiera. No obstante, la falta de voluntad por parte del gobierno afecta el cumplimiento de cualquier propĆ³sito de mejorar. Ellos priorizan otras cosas en el presupuesto. Dilatan, proponen diĆ”logos que no terminan en nada. Incluso, cuando hay ese diĆ”logo, ni siquiera hay espacio para que se haga desde las perspectivas de los jĆ³venes, no quieren llevar los procesos como los ha exigido el pueblo.

Considera tambiĆ©n que a los jĆ³venes les falta tener mĆ”s empuje y decisiĆ³n, porque no se trata de sentarse a negociar y despuĆ©s olvidarse de exigir por lo negociado. No podemos darle la flexibilidad a un Estado que nos ha incumplido por tantos aƱos. ā€œLas condiciones no las puede imponer el Gobierno, las debemos establecer en conjunto, debe ser algo concertado, que no desconozca nuestras luchas. AhĆ­ la Ćŗnica salida es hacer lo que hemos hecho tantas veces: tomarnos las vĆ­as de hechoā€ (Medina Abad, 2021).

Buenaventura tiene altas potencialidades frente a unas realidades que causan decepciĆ³n. Lo paradĆ³jico es que, aunque posee una gran riqueza hĆ­drica no tiene un adecuado servicio de agua y alcantarillado ni cobertura a toda la poblaciĆ³n, es la zona de mayor captura de la pesca de Colombia, pero solo una baja proporciĆ³n se procesa allĆ­, la madera que consume en el paĆ­s se obtiene del PacĆ­fico y no se le agrega valor en Buenaventura, solo es una ruta de trĆ”nsito de los troncos. Por allĆ­ ingresa el 60% del


comercio exterior de Colombia Ante esta situaciĆ³n, se puede afirmar que el desempleo, el subempleo y la informalidad del trabajo son los mĆ”s altos. AdemĆ”s, se ha caracterizado por su debilidad institucional, con poca gobernabilidad, pero con ā€œun alto grado de organizaciĆ³n de la comunidad, agrupada en los consejos comunitarios que se concentran en la zona ruralā€ (FEDESARROLLO-CERAC, 2013). Todo esto afecta la situaciĆ³n de los jĆ³venes de Buenaventura, que no ven un futuro en la regiĆ³n, viĆ©ndose obligados a migrar, convertirse en delincuentes, alzarse en armas, ser reclutados, entre otras. La vulneraciĆ³n de los derechos de los jĆ³venes es una constante en Buenaventura, se enfrentan a una situaciĆ³n agonĆ­stica frente a la problemĆ”tica de seguridad humana local que con el tiempo puede convertirse en una gran ā€œbombaā€ con estallidos sociales incalculables.


ĀæDERECHOS Y DEBERES? O ĀæDEBERES Y DERECHOS?


Por CapitƔn de Navƭo Jorge Enrique Quintero Ruiz

QuĆ© difĆ­cil es entender el verdadero significado de estas dos palabras tan importantes en la vida del ser humano con respecto a la situaciĆ³n que se vive y se siente hoy en nuestro paĆ­s.

Si, asĆ­ es. Se exigen derechos, pero se olvidan los deberes. En la misma proporciĆ³n se quiere respeto, pero se irrespeta en todo momento. Se pide ayuda, pero se olvida lo que es solidaridad. Se solicita colaboraciĆ³n, pero nadie aporta. Se reclama por justicia, pero no hay castigo. Se demanda por honestidad, y sin embargo somos deshonestos en nuestro actuar y obrar. Si, se pretenden muchas cosas,

pero no se da de sĆ­ nada.

Recuerdo que, ante esto, cuando se lo comentĆ© a mi mamĆ” abuelita, muy sabiamente ella me respondiĆ³: ā€œMijo querido, te leo un comentario que al respecto hizo en su momento Mohandas Karamchand Gandhi, Mahatma Gandhi, cuando le preguntaron que quĆ© opinaba sobre los deberes y los derechos, a lo cual contestĆ³: ā€œLa verdadera fuente de los derechos es el deber. Si todos cumplimos nuestros deberes, no habrĆ” que buscar lejos los derechos. Si, descuidando nuestros deberes, corremos tras nuestros derechos, Ć©stos se nos escaparĆ”n como un fuego fatuo. Cuanto mĆ”s los persigamos, mĆ”s se alejarĆ”nā€.ā€

Hay que tener presente que la situaciĆ³n reinante en nuestro paĆ­s hoy no es muy clara. Es incierta, es desconcertante, es preocupante, es insegura. Y sobre ello somos muchos los que opinamos y escribimos un algo, tratando de justificar el porquĆ© de ella, o de buscar una explicaciĆ³n al respecto para que nos dĆ© un poco de tranquilidad, o por lo menos, una luz en el devenir diario de nuestro vivir. Y ante esto, ante esta incertidumbre, le echamos la culpa a unos y otros, olvidando que esa culpa es solo nuestra por la ceguera de los oĆ­dos ante lo que desde un principio se sintiĆ³ venir. Y esa ceguera de no escuchar las voces de alerta, hoy nos tiene en una situaciĆ³n que dĆ­a a dĆ­a se estĆ” volviendo caĆ³tica, y que su reversa es, y serĆ”, muy difĆ­cil de poderla realizar.

El haber escogido a una persona con tantos antecedentes cuestionables como Jefe de nuestro paĆ­s, ha sido el peor error. Error que se ganĆ³ por los innumerables errores cometidos por ese grupo que se llama de derecha. Por esa falta de empoderamiento de quienes tuvieron la oportunidad de corregir y de mejorar. Por no tener seriedad ni Ć©tica profesional en el cargo que lograron asumir. Por quĆ© solo aprovecharon el momento para realizar una tarea mediocre y a medias, cuando tenĆ­an todas las herramientas para haber podido hacer lo mejor. Por ese caldo tan bien sazonado que le lograron servir a la izquierda habida de hambre de poder y de lograr tener lo que por otros medios jamĆ”s pudieron llegar.

Ahā€¦, muchos lo dicen: pero es que no fueron todos. Cierto. No lo fueron. Pero esa gran mayorĆ­a, hizo que el necesitado se revelara, y se revelara mĆ”s cuando escucho las tantas promesas de un promesero que solo promete de palabra pero que incumple en todo lo prometido, o que lo prometido lo hace a medias o lo hace mal. Y le creyeron. Y hoy, estamos comenzando en tanto cortĆ­simo tiempo a darnos cuenta de que fue un grave error. Que fue una ceguera total. Y que, por esa ceguera, olvidaron el pasado oscuro vivido por quienes hoy tienen ya la edad de ser llamados de la tercera. Y que olvidaron enseƱarles a los jĆ³venes de hoy, la verdadera historia de nuestro querido y sufrido paĆ­s. De mostrarles la dicotomĆ­a en que desde hace aƱos vivimos viviendo.

Yā€¦, yo pregunto, ĀæDĆ³nde estĆ”n, ante esta situaciĆ³n, nuestros deberes y nuestros derechos o nuestros derechos y nuestros deberes?

Tenemos el derecho total a exigir, por la ConstituciĆ³n, a que se nos cumpla, a que se nos respete, a que se nos ampare, a que se nos dĆ© seguridad en un todo; si, lo tenemos. Pero tambiĆ©n tenemos el deber de cumplir con las normas, leyes, conductas y preceptos existentes. ĀæY lo estamos haciendo?

Estamos ya en los dos meses de gobierno, y ya el caos a todo nivel se estĆ” generando. Ya la inseguridad empieza a reinar sobre la tan manoseada paz prometida. Ya se iniciaron las mismas marchas que el ejecutivo de hoy programo ayer. Marchas que fueron realizadas por la envidia y el rencor de no haber quedado; y que las de hoy, a pesar de haber quedado, son muy diferentes porque son por el


incumplimiento de lo que en su momento se prometiĆ³ y no se estĆ” ejecutando. Por esa mentira que ya se estĆ” viendo aflorar. Porque se estĆ” viendo ese deseo de voltear el paĆ­s hacia un rumbo socialista ya caduco y buscando con afĆ”n el de cubanizarnos y venezolanizarnos. Y frente a esta situaciĆ³n, ĀæCuĆ”les son entonces nuestros derechos y deberes, o cuales son nuestros deberes y derechos?

No olvidar que tenemos el derecho a exigir que se nos cumpla en un todo; pero tambiƩn tenemos el deber de velar porque lo exigido se cumpla.

Ante lo poco de lo anterior y ante lo mucho que hace falta, retĆ³ricamente no olvidemos que nunca es tarde para enderezar el rumbo perdido.


CAMINANDO POR ENTRE LOS PATIOS DE UN PUEBLOā€¦


Por David Escobar GĆ³mez, NA 42-044

Va un ex oficial de la Armada Nacional de Colombia, tal vez de apellido Torres, por las calles de un lugar metido en los olvidados sabanales del Valle de AriguanĆ­. Llega por primera vez.

Es un hermoso dƭa de mucho sol y pocas nubes. Una suave brisa mueve las hojas de los Ɣrboles y da un fresco agradable. El caminante observa, a lo lejos, la Sierra Nevada. Por un buen rato se queda con la mirada fija en esa serranƭa.

Sin haber determinado un derrotero, estƔ caminando por la mitad de una de las calles principales, pero por la parte de atrƔs, la que da a los patios, como sin rumbo fijo; pero

que va; su norte es llegar a la casa del seƱor Antonio para pedirle la mano de su hija Gladys.

No hay pavimentaciĆ³n moderna en ninguna de sus calles; no obstante, le parece al caminante, que tiene el poblado la mejor calzadaā€¦ Ā”Del mundo! Nunca habĆ­a visto algo parecido en su recorrido por todos los paĆ­ses que conociĆ³ siendo oficial naval. Lo que estĆ” contemplando en ese instante de su vida en la civil, es una capa de grama que cubre las vĆ­as. Es menudita y verde. Y se conserva asĆ­, de hermosa, la pista, porque no transitan vehĆ­culos de manera sostenida para que impidan que viva ese cĆ©sped natural. Solo las bestias de carga, las que ya han hecho un caminito angosto que serpentea como una culebra. Lo que hace mĆ”s atractiva la carreteable interna, porque, al no haber grama por el constante apisonamiento de los cascos, no mĆ”s se ve una fina arenilla roja, en unas partes, y en otras blanca. Y el ancho es constante: 25 centĆ­metros de caminito. La alfombra pĆŗblica que tiene ensimismado al CapitĆ”n Torres, para los habitantes del pueblo eso no les llama la atenciĆ³n. Y piensa: ā€œNo saben apreciar tanta bellezaā€

Para completar el panorama: el pueblo estƔ en una sabana rodeado de palmeras. No hay mƔs de quinientas casas alineadas en los tiempos coloniales a puro cordel sus manzanas bien trazadas ni tablero de ajedrez.

Todas las casas estƔn en predios amplios, esto indica que no tienen problema de espacio y, en cada manzana, no hay mƔs de seis o cuatro viviendas con sus patios. Entonces, los frentes dan a la calle principal y el CapitƔn va por la calle que da a los huertos.

No quiso casarse estando en la Armada. Vaya uno a saber el porquĆ©. Lo que si es cierto es que una vez le dieron su cese militar, resolviĆ³ armar un hogar. Por lo que se desprende que era ya un hombre maduro. Y la novia ā€“ menor veinte aƱos que Ć©l- tenĆ­a que ser Gladys. Lo conociĆ³ una vez en Barranquilla, pero por asuntos del destino y el Orden del DĆ­a, fue el teniente a dar al Sur, al Comando Sur, y se alejaron, pero no perdieron el contacto. No fue una relaciĆ³n con opciĆ³n de matrimonio; sino simple atracciĆ³n de caracteres. Como dicen en los costureros de las damas rosadas. En estosā€¦ la situaciĆ³n es muy diferente y precisa: se quiere casar.

Como todo un caballero de mar, que navega por los mares del respeto, lo mĆ”s indicado era pedir la mano de su prometida como lo indica la urbanidad social respetuosa de los mayores. El problema era que el seƱor Antonio vivĆ­a en un alejado y desconocido poblado muy apartado de las lĆ­neas intermunicipales de buses. El pueblo mĆ”s cercano y de contacto con la civilizaciĆ³n es FundaciĆ³n, en el departamento del Magdalena. De donde abordĆ³ un camiĆ³n mixto que cubrĆ­a la ruta y salĆ­a los lunes, miĆ©rcoles y viernes para San Ɓngel.

La prometida quedĆ³ en Barranquilla, algo incierta, como no creyendo, pero con ganas Ser la esposa

de un seƱor que fue oficial nunca le habĆ­a pasado por la cabeza. Si la costumbre era casarse con agrestes hombres agropecuarios, pero de buena familia. Que, como todo en esta vida, unos salen borrachones y otros muy dedicados a su familia. Como el padre de Gladys que trabajando muy duro se dio el lujo de casar bien a sus seis hijas. Sin embargo, ahora, se trataba de un seƱor desconocido que no se sabe de dĆ³nde carajos ha salido y que llega a pedir la mano de una de sus hijas en solterĆ­a pitadora.


Lleva colgadas sus alforjas al hombro. Camina despacio y mirando por entre los patios, de donde salen los mƔs exquisitos olores de lo que estƔn cocinando en el momento. El aroma de la yuca cocida, que un quiso de morrocoyo en la otra, en esa no se sabe a ciencia cierta si estƔn haciendo mazamorra de maƭz verde o la masa para los bollos. Ya a esa hora no hacen el cafƩ; eso se siente es de maƱanita, cuando los hombres tienen la costumbre de salir a tomarse el tinto en otra casa.

Una voz de mujer llama gallinas con su tradicional co co co, y muchas corren por su alimento en aleteo corrido. Esta escena le recordĆ³ al oficial a su pueblo natal. Y se alegrĆ³ en su recuerdo interno.

En un patio una mujer golpea con su manduco la ropa que lava sobre una batea. Por otra no sale olor ni se ve nada diferente a unas gallinas; pero si un grito de advertencia y con mucha potencia preventiva:

Ā”Mira!... pelada de mierdaaaa, que estoy hirviendo agua! Ā”Sal de aquĆ­!

Por un portĆ³n viejo a punto de caerse sale un cerdo gruƱendo, y ni determina al forastero; va como si lo hubieran despedido por alguna cosa. Va en trote sostenido hasta que cruza en la primera esquina y no le ve mĆ”s.

En el mismo sentido va el capitƔn. Ya en la calle principal, desierta, una seƱora se asoma y no disimula su asombro al ver al desconocido. Sale al andƩn de su casa con escoba en mano. Con el pretexto de barrer el polvo que no existe. Pero por el rabo del ojo otea. Y no se quiere quedar ella sola con la noticia, y grita.

Ā”Comadre Carmen, comadre Carmen! Que le voy a preguntar una cosa ā€“ dice mirando a la casa de enfrente la seƱora sosteniendo el palo de escoba.

Ya voy, mija yo voyā€¦- le contesta desde bien adentro la seƱora Carmen.

ĀæUsted no sabe quiĆ©n va a viajar en estos dĆ­as para Santa Marta? Es que quedĆ© en mandarle un suero a la niƱa Sara, y usted sabeā€¦

No, mija, yo tengo cita mĆ©dica en Santa Marta, pero para dentro de un mes largo; pero si sĆ© algo, yo le aviso ā€“ dice mirando al verdadero objetivo: al capitĆ”n Torres.

No se pueden quedar las comadres con la no noticia que significa un forastero en el pueblo. Donde no llega nadie ni a pasear ni nada. Uno que otro comprador de ganado o el que llega vendiendo cacharros. Por entre los patios se pasan la noticia de hombre extraƱo en el pueblo. Y este tiene porte de importante; para que brinque la pregunta: ā€œQuĆ© viene a hacer por acĆ”ā€ Corre tan rĆ”pido noticia, por entre los patios sin tapias, que, cuando pasa Torres ya lo estĆ”n esperando. Salen con el pretexto de barrer el frente, o de sacudir el polvo de las ventanas.

Torres ni cuenta se da que lo tienen en el pleno lente del catalejo del pueblo. Sigue observando y pensando en su futuro. No quiere preguntar por la casa del seƱor ToƱo. Precisamente, para evitar el chismorreo. Quiere dar con la direcciĆ³n que le facilitĆ³ su prometida:

ā€œFrente a la casa hay un Ć”rbol grande de caracolĆ­. Y la casa es de material con una terracita y un jardĆ­n con bengalillas, cortejos, y un palo viejo de totumo. No hay otra igualā€

A lo lejos, por la calle que anda, llega a la escena un hombre en un burro. El animal toma el camino serpenteado, en su paso de crucero sonoro. El jinete, mientras se acerca, no pierde de vista al hombre que ve con las alforjas. Todo parece normal; pero no. Pues no es un burro sino una burra. AdemƔs de corta edad: una pollina. Y se arma el alboroto. De los patios salen varios desesperados rebuznos de burros enamorados. Suenan como cornetas anunciando la llegada de alguien importante. Se le ocurre pensar a Torres. El jinete no hace mƔs que puyar el anca con un garabato a su burrita y lanzar besos de apuro para salir pronto del arrecho momento. Pero el campesino, nota el CapitƔn, no viene solo. Lo acompaƱa un penetrante olor a tabaco entreverado con el sudor de su cuerpo de labriego y los de las feromonas que desprende la burrita. Fija la mirada en las viejas abarcas del hombre y, desea tenerlas, pero asƭ, curtidas con la forma de sus pies. En ese momento quiere ser como es hombre que vive en el campo. Se imagina encaramado, no en un burro, sino en un hermoso corcel.

Por un callejĆ³n aparece una fila de indĆ­genas desfilando por el caminito entre las yerbas. Que, entre otras cosas, de ahĆ­ se deriva el famoso dicho. ā€œEn fila indiaā€ Pues, entre el monte espeso y selvĆ”tico, de donde han salido, tienen necesariamente que caminar uno de tras de otro, dada la estrechez del sendero. Al llegar a la calle del pueblo, toman inmediatamente los caminos existentes con el mismo modo, de uno de tras de otro. Hasta que llegan a su destino. Y por eso esā€¦

De un momento a otro, el capitĆ”n de la naval se encuentra frente a una casa que tiene un jardĆ­n. Se estremece en su sentimiento y se acuerda de las palabras que le dijo Gladys. Y se dijo: aquĆ­ debe ser. Se detiene a ver si hay alguien. Lo que logra es un perro que sale le ladre con insistencia; y tiene razĆ³n. Es un extraƱo. Se lo quiere comer.

Ā”Amarren a capitĆ”n! ā€“ grita una voz femenina desde el fondo del amplio patio.- Ā”Amarrenloooo! Lo salva un joven que sale con palo y ordena a ā€œcapitĆ”nā€ que se entre.

Enseguida sale un seƱor ya metido en aƱos. Es don ToƱo. El CapitƔn se presenta.

QuĆ© lo trae por acĆ” a este pueblo, caballero, si se puede saber ā€“ le habla sonriente don ToƱo.


Vengo con la intenciĆ³n de pedir la mano de su hija Gladys.

Ā”Hombe!!! ā€“ espeta sorprendido el hombre que calza unas barcas y un viejo sombrero sobre su cabeza indicando que es un ganadero. La sonrisa desaparece en su rostro de arrugas y curtido por el trabajo de asolearse toda una vida. No sabe quĆ© hacer. Mira al forastero de pies a cabeza con mirada penetrante, como dĆ”ndole lugar a que se ratifique o siga su camino.

SeƱor, con todo respeto, vengo con la intenciĆ³n de casarme. Pero ella estĆ” ahora en Barranquillaā€¦y

Si, si seƱor, ella estƔ de acuerdo.

Espere un momento, que ella tiene maeā€¦ Ā”Sara! Ā”Sara!... ven acĆ” ā€“ le grita a su esposa y cuando ella llega, le agrega. ā€“ aunque de seguro es cachaco, se ve buena persona. Se quiere casar con Gladys, y ajĆ”, se le agradece que no se la sacĆ³ā€¦y esas correcciones son buen comienzo y espero que pronto me den nietos. EstĆ” en su casaā€¦ ĀæseƱor quĆ©?:

Manuel MarĆ­a Torres. Para servirle.

Bueno, para nosotros serĆ” MaƱe Torres. Y se queda a almorzar de una vez. ā€“ le hablĆ³ acompaƱado de una sonrisa franca; pero al final atezĆ³- Pero le hago una advertencia como padre y como hombre: en esta casa nunca se le ha pegado a las mujeres. No sĆ© cĆ³mo lo va a tomar o si viene armado; porque no lo conozco ni viene recomendado por nadie, y usted sabe, o debe saber, uno quiere lo mejor para sus hijas y ajĆ”, hay cobardes que le pegan a sus compaƱeras y esa vaina nunca ha sido cosa que yo respalde sea comportamientoā€¦. bla, bla, bla, blaā€¦

Ā”Ya ToƱo, ya! Que tĆŗ hablas mucho ā€“ hablĆ³ la seƱora Sara con autoridad y agregĆ³ mirando a su futuro yerno, con suave cariƱo - Bienvenido.


ARMADA DE COLOMBIA EN ALTO GRADO DE ALISTAMIENTO PARA ATENDER EMERGENCIAS OCASIONADAS POR LA TORMENTA JULIA


En San AndrƩs y Providencia, mƔs de 900 hombres y mujeres de las Fuerzas Militares, se encuentran disponibles para atender emergencias por el paso de la tormenta Julia.

Ante el paso de la tormenta Julia, unidades de la Armada de Colombia por tierra, mar y aire se encuentran disponibles y con un alto grado de alistamiento para efectuar los apoyos que requieran los habitantes del ArchipiƩlago de San AndrƩs, Providencia y Santa Catalina, comunidades que dos aƱos atrƔs enfrentaron los estragos ocasionados por el paso del HuracƔn IOTA.




De ese modo, la InstituciĆ³n Naval a travĆ©s de la Fuerza Naval del Caribe se encuentra participando activamente en los Puestos de Mando Unificados Por la Vida y ComitĆ©s de GestiĆ³n del Riesgo, con el fin de articular esfuerzos, capacidades humanas y logĆ­sticas para la atenciĆ³n de desastres. Para esto, dispuso de la CompaƱƭa de GestiĆ³n del Riesgo de Desastres de la Armada de Colombia que cuenta con mĆ”s de 24 hombres altamente entrenados, capacitados y experimentados para brindar atenciĆ³n oportuna e intervenir en emergencias por el fenĆ³meno ciclĆ³nico.

Cabe destacar que, hace dos aƱos, en esta misma zona del paĆ­s, este grupo de Marinos e Infantes de Marina participĆ³ de forma decidida en la operaciĆ³n militar humanitaria mĆ”s grande de la historia de Colombia el ā€œPlan Renacerā€.

Desde la ciudad de Cartagena, fueron desplegadas la Fragata Misilera ARC ā€œAntioquiaā€ y la Patrullera OceĆ”nica ARC ā€œVictoriaā€, hacia el Ć”rea general de San AndrĆ©s y Providencia, con el fin de atender la emergencia y ser destinadas como plataformas de mando y control de operaciones aĆ©reas y marĆ­timas en caso de ser requerido. Por su parte, una tercera unidad, el Buque de Desembarco Anfibio ARC ā€œGolfo de Morrosquilloā€, se encuentra en alistamiento y disponibilidad para transportar ayudas humanitarias en coordinaciĆ³n con entidades del orden nacional y local para brindar asistencia a las comunidades insulares que resulten afectadas por el paso de la tormenta tropical Julia.


En el departamento ArchipiĆ©lago, el Comando EspecĆ­fico de San AndrĆ©s y Providencia a travĆ©s de los componentes de Armada de Colombia, EjĆ©rcito Nacional y Fuerza AĆ©rea Colombiana mantienen el acompaƱamiento permanente a las autoridades departamentales integrantes del Sistema Nacional de AtenciĆ³n del Riesgo de Desastres en sectores vulnerables, con el fin de efectuar un control y seguimiento a las necesidades de la poblaciĆ³n sanandresana.

Durante las Ćŗltimas horas se incrementaron los controles marĆ­timos con el trĆ”fico de embarcaciones comerciales, de transporte y artesanales presentes en las costas aledaƱas al ArchipiĆ©lago por parte de las Unidades de Superficie y Guardacostas. AsĆ­ mismo, la InstituciĆ³n Naval realizĆ³ la evacuaciĆ³n hasta la Isla de San AndrĆ©s del personal de Infantes de Marina destacado en los Puestos Navales Avanzados

-PNA- de las islas Cayo del Norte y Sur de Serrana, Serranilla, Cayo BolĆ­var y Roncador, que cumplen con la misiĆ³n de velar por la defensa y soberanĆ­a del territorio nacional.

En aras de salvaguardar todas las vidas, el dĆ­a de ayer, se brindĆ³ la asistencia para el transporte y reubicaciĆ³n de 50 caninos que se encontraban a la intemperie en el Refugio Canino de Kellan, a bordo de la Base Naval ARC ā€œSan AndrĆ©sā€ donde se encuentran resguardados.

Las tripulaciones con que cuenta la Armada de Colombia en el Caribe, asĆ­ como sus unidades de Superficie (buques), Aeronavales, de Guardacostas, Submarinas y de InfanterĆ­a de Marina, priorizan sus maniobras y alistamiento en el marco de una respuesta inmediata para la atenciĆ³n de desastres y ayuda humanitaria, disponiendo de estas capacidades al servicio de la Defensa, Seguridad de la NaciĆ³n y bienestar integral de los colombianos.

Las Fuerzas Militares de Colombia en coordinaciĆ³n con la Unidad Nacional para la GestiĆ³n del Riesgo de Desastres -UNGRD-, IDEAM, Defensa Civil Colombiana, Cruz Roja y las demĆ”s autoridades locales, regionales y nacionales, trabajarĆ”n de forma irrestricta, articulando esfuerzos interinstitucionales para fortalecer la integraciĆ³n de los actores preponderantes en la atenciĆ³n de emergencias, con el fin de garantizar una respuesta oportuna ante los efectos negativos que podrĆ­an ser ocasionados por las condiciones climĆ”ticas adversas en el Caribe colombiano.


FINALIZƓ CON ƉXITO LA CAMPAƑA ā€œNAVEGANDO AL CORAZƓN DE LA ORINOQUƍAā€


MĆ”s de cinco mil personas de siete comunidades ribereƱas de los departamentos de Arauca, GuainĆ­a, Meta y Vichada se beneficiaron con servicios gratuitos de salud, recreaciĆ³n, oferta social, ayudas humanitarias, entre otros, durante la tercera versiĆ³n de la campaƱa ā€œNavegando al CorazĆ³n de la OrinoquĆ­aā€ liderada por la Armada de Colombia con el apoyo de diferentes organizaciones pĆŗblicas y privadas.

La campaƱa ā€œNavegando al CorazĆ³n de la OrinoquĆ­aā€ se realizĆ³ por primera vez en el aƱo 2020, bajo el direccionamiento de la Fuerza Naval del Oriente, con el propĆ³sito de priorizar y apoyar con decisiĆ³n a las comunidades ribereƱas con mayor necesidad en el Oriente colombiano, articulando e impulsando la llegada de programas sociales del Estado, la responsabilidad social de la empresa privada, la cooperaciĆ³n internacional y proyectos de entidades sin Ć”nimo de lucro, para impulsar su desarrollo y prosperidad.


Durante el presente aƱo esta travesĆ­a beneficiĆ³ a 5.497 personas, luego de zarpar el pasado mes de agosto desde InĆ­rida - GuainĆ­a, para arribar posteriormente a los departamentos de Meta, Vichada y concluir en Arauca.

Algunos de los rƭos mƔs importantes de la Orinoquƭa colombiana, como el Arauca, Atabapo, Meta y Orinoco, fueron recorridos a bordo de los buques de la Armada de Colombia transportando todo el equipo humano comprometido en las jornadas de apoyo al desarrollo, asƭ como mƔs de 60 toneladas de ayudas humanitarias que se llevaron hasta las comunidades ribereƱas de Amanaven, Cacahual, Casuarito, La Payara, La Reinera, La Venturosa y Puerto Guadalupe.

Estos esfuerzos demuestran el compromiso inquebrantable de la Armada de Colombia, el EjĆ©rcito Nacional, la PolicĆ­a Nacional, las Gobernaciones de Arauca, GuainĆ­a y Meta; las AlcaldĆ­as de Arauca, InĆ­rida, Puerto CarreƱo y Puerto LĆ³pez; las reforestadoras Forest Firts y Arsnio Urrego; las fundaciones CorazĆ³n y AcciĆ³n Colombia, Fuerza Colombia, Santa Alianza, Doctora Clawn, Lazos Montemarianos y Zarare Feliz; los hospitales locales de Puerto LĆ³pez, Puerto CarreƱo y Arauca; el Instituto Colombiano


de Bienestar Familiar, la Cruz Roja Colombiana, la Defensa Civil Colombiana y la OrganizaciĆ³n Panamericana de la Salud, que trabajaron de forma continua durante dos meses para elevar las condiciones y calidad de vida de estas comunidades de la OrinoquĆ­a colombiana a travĆ©s de la AcciĆ³n Unificada del Estado.

La Armada de Colombia continuarĆ” trabajando de forma articulada con organizaciones privadas, pĆŗblicas y sin Ć”nimo de lucro, disponiendo de todas sus capacidades y talento humano para promover iniciativas en beneficio de las comunidades mĆ”s vulnerables, al tiempo que ratifica su compromiso de garantizar la seguridad humana y generar entornos seguros que permitan el desarrollo de la OrinoquĆ­a colombiana.




ESCUELA NAVAL EN REGATAS DE 420






ACTIVIDADES DEL GRUPO ARRECIFES EN SEPTIEMBRE Y OCTUBRE DEL 2022


Por: Cronista GolfĆ­stico

Antes de empezar el escrito, quiero decirles que en el grupo existe un ā€œChatā€ el cual permite mantenernos informados de actividades golfĆ­sticas del grupo, pero tambiĆ©n otras, por ejemplo, cuando hay la carrera de bicicletas tipo ā€œGiro de Italiaā€, ā€œVuelta a EspaƱaā€ y la mĆ”s famosa como el ā€œTour de Franceā€, igual con el bĆ©isbol. TambiĆ©n sirve para anotarse quienes quieren jugar los jueves y nuestro ā€œComodoroā€ organiza los grupos de acuerdo a los anotados. Otras preguntas tienen que ver sobre la camiseta a usar en el juego de ese esperado jueves y como hay que estar a la expectativa, las repuestas que conducen a una confusiĆ³n total y en donde se destaca el eterno ā€œSuicheā€ Felipe alias ā€œPatacĆ³nā€.

Ejemplo de los diĆ”logos que surgen: pregunta el general Antonio Alfonso al secretario, quien no estĆ” conectado: ā€” cual es la pinta para el almuerzo? ā€” y en seguida propone: ā€” camiseta blanca y suĆ©ter azul ā€”

Y de paso ā€œPatacĆ³nā€ interviene: ā€” Āæque habrĆ” de almuerzo? ā€” y el mismo se contesta: ā€”Ā”cazuela! ā€”.

Seguidamente, el almirante Torres interroga si hay alguna sugerencia; contesta ā€œal tiroā€ don Felipe: ā€” del almuerzo o de la camiseta ā€”.

A lo que el cronista interviene: ā€” Inteligente pregunta; de todas maneras, sugiera algo ā€”, y es de entender que Felipe contesta: ā€” cazuela o punta de anca o sobre barriga en salsa o bagre en salsa blanca o salmĆ³n a la marinera o algo asĆ­ ā€”-.

Definitivamente cree que el grupo ā€œArrecifesā€ es un restaurante o un comedero de ruta. Mas adelante nuestro secretario envĆ­a un correo, aclarando que durante el juego la prenda a usar es libre y que para el almuerzo es camiseta roja y suĆ©ter blanco. EntenderĆ”n los lectores que esto se vive semanalmente, pero que no hay duda de que nos alegra tanta desinformaciĆ³n e informalidad.

Aprovechando el espacio, en dĆ­as pasados, nuestro secretario, quien ademĆ”s es ā€œJuezā€ de la FederaciĆ³n, me hizo llegar un correo mĆ”s ilustrativo de las Cuatro (4) reglas no escritas de golf. Sabemos que el golf es un juego con muchas normas, algunas mĆ”s confusas y sorprendentes que otras. Pero tambiĆ©n existen una serie de medidas no escritas que todos debemos seguir para un mejor transcurso del juego. Con el fin de resumir, solo citarĆ© los tĆ­tulos que es suficiente:

  1. Deja pasar los jugadores mƔs rƔpidos.

  2. Silencio en el tee.

  3. Le toca jugar a quien estƩ listo.

  4. No ofrezcas consejos sin que te lo pidan.

JUEVES 29 DE SEPTIEMBRE:

Nos inscribimos 31 jugadores del grupo y se invitaron a los oficiales de Insignia Rodolfo Amaya, Orlando Romero y Ricardo Vargas, quienes ya quedaron sin cargo alguno, al terminar la presidencia del gobernante anterior.

El ā€œFour Someā€ que me correspondiĆ³, estuvo conformado con Ć©l Va Rodolfo Amaya, Ć©l Va Cesar NarvĆ”ez y Ć©l Va Fernando Yance. Se hizo una concesiĆ³n especial pues Rodolfo esta aun en la fase de iniciaciĆ³n y su hĆ”ndicap lo avalan en algo mĆ”s de 40. De todas maneras, quiero resaltar que terminando el H18, tuvo unos magnĆ­ficos golpes y podemos decir con visiĆ³n futurista que ā€œNace una Estrellaā€; veremos mĆ”s adelante.

Los resultados de esta jornada fueron los siguientes:


CAT

NOMBRES

GOLPES

A

Ricardo Galvis

83- Gross

A

William Carvajal

74-Neto

B

Mario Rubianogroot

76-Neto

C

Juan Carlos Castro

75-Neto

D

Nancy Pinilla

76-Neto


Del almuerzo de fin de mes, nos deleitaron con una suculenta ā€œBandeja Paisaā€ con todos los hierros, como dicen por ahĆ­; escuchĆ© a mĆ”s de uno que dijeron: ā€œQuĆ­teme el aguacate, que me estoy cuidandoā€, pero eso si el chorizo, la flauta de chicharrĆ³n del cerdo y la carne molida de cadera de ganado vacuno permanecen en el plato y despuĆ©s en el cuerpo. Como observan la ā€œpintaā€ del almuerzo fue camiseta roja con suĆ©ter blanco, como ya lo habĆ­a anunciado el eterno secretario en correo de la vĆ­spera. Quienes no lo leyeron, seguramente se harĆ”n acreedores de una botella de vino para contribuir en la ingesta de este gran grupo, del cual siempre existe la cordialidad y la camaraderĆ­a.

JUEVES 13 DE OCTUBRE:

Cada jueves la cifra de participantes aumenta y ya ese dĆ­a nos reunimos 33 participantes, incluido el Sr. GEIM Eduardo Pedraza y el Sr. Almirante Luis Carlos Jaramillo, quien el pasado jueves no nos pudo acompaƱar por asuntos mĆ©dicos y se sumĆ³ Ignacio ā€œEl Monoā€ Ochoa, quien estuvo algo mĆ”s de un mes viajando por NorteamĆ©rica, como Embajador Flotante. VĆ©ase la foto del ā€œ3-someā€, donde esta nuestro secretario el CN H. Porras. Personalmente me correspondiĆ³ el ā€œ4-someā€, con el Sr. Almirante Calero, TF Fernando Bocanegra y el CF JuliĆ”n Herrera y cosa curiosa apostamos el ā€œRobinā€ y hubo dos ganadores en sus respectivas categorĆ­as 2 de 4.


VĆ©ase el cuadro:


CATEGORIA

NOMBRE

GOLPES

A

Cesar NarvƔez

74-Neto

B

Saulo Tamayo

97- Gross

B

Mario Rubianogroot

75- Neto

C

Alfonso Calero

68-Neto

D

Ignacio Ochoa

73-Neto



ObsĆ©rvese en las fotografĆ­as los ganadores de la Jornada y otros animadores del evento, como ā€œEl Sordoā€ y ā€œEl Chamacoā€. Ā”Viva el golf!

JUEVES 20 DE OCTUBRE:

AdemĆ”s del juego semanal, con 33 participantes, que nuestro ā€œComodoroā€ sabiamente agrupĆ³, sobre todo acomodando a los ā€œjochesā€ y reorganizando grupos por aquellas ausencias de Ćŗltima hora, nuestro secretario vino acompaƱado de su hermano el inolvidable Va William Porras, quien vino a la capital a exĆ”menes mĆ©dicos. Los resultados golfĆ­sticos fueron los siguientes:


CAT

NOMBRES

GOLPES

A

Gabriel Mercado

71 m2v

B

Ricardo Vargas

71

C

Hugo BermĆŗdez

106 Gross

C

JosƩ Ignacio Rozo

74

D

Rodolfo Amaya

70



Mi ā€œ4-Someā€ estuvo conformado por el almirante Gamarra, el MG Ricardo Vargas y el ā€œComanderā€ John Dosta, quien en la confusiĆ³n que hablamos antes, trajo camiseta roja, cuando era azul. VĆ”lgame Dios, pero paga botella de vino, que el Canciller no perdona.

La tarde de la jornada fue muy particular y especial; me explico, la

semana pasada el presidente del grupo, almirante Luis Carlos Jaramillo PeƱa, cumpliĆ³ los 87 aƱos de edad y nuestra querida ā€œpartnerā€ Nancy Rojas vda de Pinilla, nos invita a su esplĆ©ndida y acogedora casa a celebrar dicho aniversario, con picadas apetitosas, bebidas todas

partiendo de sangrĆ­as, vinos tintos y blancos, tequilas, wiskis, ginebras y vodkas de las praderas soviĆ©ticas y rusas y los ā€œmariachisā€ que no les miento estuvieron por lo menos 7 horas. Cantantes, al

principio algo tĆ­midos, pero despuĆ©s se desbordaron; hubo voces femeninas como Martica Aldana y de masculinas los ā€œPapayosā€, los ā€œIndependientesā€ y el ā€œClub del Clanā€ versiĆ³n actualizada. Hubo videos y fotografĆ­as a granel, pero existen equipos, lĆ©ase celulares no tan de Ćŗltima generaciĆ³n, que se toman su tiempo y surge la frase de un observador acĆ©rrimo ā€œSe demora mĆ”s tomando una foto, que el Mono Ochoa poteandoā€. Para la muestra un botĆ³n:



El prĆ³ximo 27 de octubre, el grupo harĆ” un torneo llamado ā€œ4 Bolasā€ y la bola naranja ā€œGuarda Costasā€, en honor a nuestra Armada Nacional, con participaciĆ³n de oficiales activos y retirados, asĆ­ no pertenezcan a los ā€œArrecifesā€ y esperamos poderles relatar lo acontecido en esa particular fecha. Nos encontramos en el prĆ³ximo nĆŗmero dentro de un mes.


MARES DE POESIA

(CANTABRICO, DE HOCES Y DE BARENTSZ)


Por: CapitƔn de Navƭo (RA) Mario RUBIANOGROOT ROMAN.

ā€œMar hambrienta, mar serena, mar inquieta, se traga a los hombres, se bebe los rĆ­os, nunca satisfecha, siempre igual, vieja cruel y coqueta, que se enfermĆ³ en el embarazo de un diluvio navalā€, asĆ­ empieza la poesĆ­a titulada ā€œMar Cruelā€, del almirante mejicano de apellido Espino.

Es bien sabido por definiciĆ³n que el Mar es una masa de agua salada que cubre aproximadamente las tres cuartas partes de la superficie terrestre y que estĆ” en una regiĆ³n determinada. De manera tal que en este escrito quiero conversar sobre algunos de esos

mares, que estudiamos y aprendimos en las historias marĆ­timas y navales, leĆ­mos en textos y novelas o nos enseƱaron en las aulas, cuando estudiamos la navegaciĆ³n costera y astronĆ³mica y que por alguna razĆ³n quedaron grabados en nuestros corazones de los marinos que seriamos.


Al final el MAR es nuestro medio y con la ubicaciĆ³n de nuestro paĆ­s, en la llamada esquina de SuramĆ©rica, donde poseemos costas en el Caribe y en el Pacifico, somos mĆ”s que privilegiados, pero desafortunadamente con mente mediterrĆ”nea. DecĆ­a Gonzalo Arango el poeta nadaista: ā€œColombia es un paĆ­s baƱado de mares, menos por el corazĆ³n de los marinos, donde la Patria es Amorā€.

Por el momento mencionarĆ© solo tres mares, que me llamaron la atenciĆ³n, antes aclarando que son muchĆ­simos mĆ”s y que en otros escritos hablarĆ© de ellos. ā€œā€¦. Ya tengo las amarras sencillas en mi velero y darĆ© la orden de subir a la jarcia y largar trapos, para hacernos a la marā€¦ā€:

CANTƁBRICO

Debo empezar hablando del golfo de Vizcaya (en euskera ā€œVizcaĆ­no golkoaā€; en francĆ©s ā€œgolfe de Gascogneā€) es un amplio golfo del ocĆ©ano AtlĆ”ntico Norte localizado en la parte occidental de Europa. Se extiende desde el cabo Ortegal en Galicia (EspaƱa) hasta la punta de Perm en la isla de Ouessant en BretaƱa (Francia). BaƱa las costas de las comunidades autĆ³nomas espaƱolas de Galicia, Asturias, Cantabria y el PaĆ­s Vasco, asĆ­ como las regiones francesas de Nueva Aquitania, PaĆ­ses del Loira y BretaƱa.

En EspaƱa se considera el golfo de Vizcaya como la parte mƔs oriental del mar CantƔbrico, con la que

se designa el mar litoral que baƱa la costa norte de EspaƱa y la costa suroeste de Francia y que corresponderĆ­a con lo que los romanos en el siglo I a. C. nombraron como Sinus Cantabrorum (Ā«bahĆ­a de los cĆ”ntabrosĀ»). La parte mĆ”s septentrional era denominada Sinus Aquitanus o Mare Aquitanicum (mar de los aquitanos).

Resumo entonces que el Mar CantĆ”brico es el mar litoral del ocĆ©ano AtlĆ”ntico que abarca la mayor parte de la costa norte de EspaƱa y el extremo suroeste de la costa atlĆ”ntica de Francia. BaƱa 800 kilĆ³metros de costa compartida por las provincias de la CoruƱa y Lugo (Galicia), Asturias, Cantabria, Vizcaya y

GuipĆŗzcoa (PaĆ­s Vasco), que por cierto allĆ­ nacieron esos grandes navegantes como lo fueron Juan SebastiĆ”n Elcano, AndrĆ©s de Urdaneta, Miguel LĆ³pez de Legazpi y muchos otros que no se alcanzan a nombrar.

La frase de Edward Rosset en su libro ā€œLos Navegantesā€ nos muestra parte de ese mar: ā€œLa fuerte marejada que azotaba el litoral habĆ­a obligado a todos los barcos a refugiarse en puerto. Las olas de un enfurecido CantĆ”brico rompĆ­an con un estruendo en las rocas, levantando blancas cortinas de espuma de mĆ”s de cinco metros de altura. El recio y frio viento norte aullaba al chocar con los acantilados y rociaba las casas de los marineros con miles de diminutas gotas blancas de salitre. Entre la bruma se distinguĆ­a el fuerte San AntĆ³n, construido en la cima del saliente rocoso que, en forma de gigantesco ratĆ³n, protegĆ­a el puerto de Guetaria de las temibles borrascas del golfo de Vizcayaā€.

Es importante mencionar la ciudad portuaria la CoruƱa (en gallego y oficialmente, A CoruƱa) la cual es una provincia espaƱola situada en el extremo noroeste de la penĆ­nsula ibĆ©rica, que forma parte de la comunidad autĆ³noma de Galicia. Su capital es la ciudad de La CoruƱa. Es la provincia mĆ”s poblada de la comunidad.

Es conocida por su faro romano, la Torre de HƩrcules, que tiene vistas panorƔmicas de la costa. En la antigua ciudad medieval estƔ la Plaza de Marƭa Pita, con arcadas y rodeada de estrechos pasajes peatonales.


Igual si leyeron que cuando saliĆ³ Magallanes y su Flota para las Molucas en 1519, la Casa de ContrataciĆ³n de Sevilla, manejĆ³ la expediciĆ³n en cuanto a toda la logĆ­stica que implicaba dicha tarea; por el contrario, y a partir de 1525, la Corona resolviĆ³ que Sevilla solo se encargarĆ­a de las Antillas y nace la Casa de ContrataciĆ³n de la CoruƱa, la cual se encargarĆ” de las operaciones en las Molucas y empieza con la ExpediciĆ³n ā€œGarcĆ­a-Elcanoā€.

HOCES

En el escrito publicado en ā€œKien y Keā€, sobre que ocurriĆ³ con la Carabela ā€œSan Lesmesā€ de la famosa expediciĆ³n ā€œGarcĆ­a-Elcanoā€ en el aƱo de 1525, cuando zarparon a conquistar definitivamente las Molucas para EspaƱa. De tal forma que zarparon siete naves y dentro de ellas nuestra carabela, capitaneada por Francisco de Hoces y que cuando dos de ellas llegaron a la altura (latitud) del estrecho de Magallanes, se levantĆ³ un viento recio que les obligĆ³ a salir de ese paraje ā€œā€¦ La carabela ā€œParralā€ de don Jorge Manrique entrĆ³ hacia el estrecho, y la ā€œSan Lesmesā€, de Francisco de Hoces, corriĆ³ para afueraā€ (L. Gorrochategui). Comienza entonces el primer evento en solitario de nuestra carabela, pues, empujada por el viento tenaz e incansable, ha de navegar hacia el sureste en su intento de no perder la vista de la costa. Es asĆ­ como la ā€œSan Lesmesā€, oriunda del Finisterre europeo, arribĆ³ al verdadero fin del mundo, pues, para alcanzar por primera vez en la historia de la navegaciĆ³n los 55 grados de latitud sur, llegaron al acabamiento de la tierra (L. Gorrochategui). Cuando estaban

en la costa oriental de la isla Grande de Tierra del Fuego, descubriĆ³ el brazo de mar que separa la parte mĆ”s meridional de AmĆ©rica de las islas Shetland del Sur, y fue el primero en doblar el cabo de Hornos y descubrir el paso entre la AntĆ”rtida y AmĆ©rica (aunque no llegĆ³ a adentrarse en el PacĆ­fico, pues regresĆ³ junto al resto de la expediciĆ³n, que cruzarĆ­a el estrecho de Magallanes), todo ello segĆŗn la

relaciĆ³n que del viaje hizo AndrĆ©s de Urdaneta.

La tripulaciĆ³n contemplĆ³ latitudes antĆ”rticas jamĆ”s soƱadas por griegos y romanos, fenicios o lusos y oficialidad, tripulaciĆ³n y cadetes del crucero en nuestro velero escuela ARC ā€œGloriaā€ del aƱo 1987. De

este modo, fue descubierta la punta del Cono Sur, que podrĆ­a llamarse cabo de Acabamiento si se le hiciera honor a su verdadero descubridor. De hecho, el paso que conecta el AtlĆ”ntico y el Pacifico entre AmĆ©rica y la AntĆ”rtida, que serĆ­a prontamente seƱalado en las cartas nĆ”uticas, fue llamado Mar de Hoces (EspaƱa, Chile, Argentina y otros paĆ­ses hispanohablantes) en recuerdo del capitĆ”n de la carabela San Lesmes, quien despuĆ©s fallecerĆ­a y serĆ­a sustituido por Diego Alonso de SolĆ­s. Sin embargo, y esto hay que decirlo sin ambages, una de esas cartas, tiempo despuĆ©s, ya finalizado el siglo, caerĆ­a en manos de Francis Drake, que accederĆ­a entonces al Pacifico, usurpando en los libros de historia el mĆ©rito del descubrimiento del mar de Hoces. Efectivamente, el marino inglĆ©s, cincuenta y cuatro aƱos despuĆ©s del hallazgo de la San Lesmes, y lo que es mĆ”s sorprendente aun, sin cruzarlo ā€”pues pasĆ³ por el estrecho de Magallanesā€”, lo rebautizĆ³ como ā€œPaso Drakeā€. Ā”Ā”IncreĆ­ble! Y para la muestra un botĆ³n; si usted busca por Google el Mar de Hoces,

obtiene el mapa que adjuntĆ© y curiosamente con el nombre de ā€œPaso Drakeā€. Saquen conclusiones.

BARENTSZ

Hace algĆŗn tiempo al leer el libro sobre lo acontecido con el submarino nuclear de la Armada de Rusia, llamado ā€œKurskā€ (K-141), el cual naufragĆ³ el 12 de agosto de 2000, durante un ejercicio naval en el mar de Barentsz con 118 tripulantes a bordo. La operaciĆ³n de rescate internacional fracasĆ³ y no hubo supervivientes. Es considerada la peor catĆ”strofe naval de la historia postsoviĆ©tica.

Inmediatamente me puse en la tarea de consultar donde estĆ” ubicado dicho mar y averigĆ¼Ć© que es un sector del ocĆ©ano Ɓrtico que limita al norte con el cĆ­rculo polar Ć”rtico, al noreste con Tierra de Francisco JosĆ©, desde ahĆ­ forma una lĆ­nea recta hasta el extremo oriental de Nueva Zembla, que lo separan del mar de Kara, al sur con Rusia, al suroeste con Noruega y al oeste forma una lĆ­nea recta desde el cabo

Norte (Noruega) hasta Svalbard, que lo separa del mar de Noruega (otro mar).


Hasta ahĆ­ habĆ­a llegado mi curiosidad de ubicar en el mapa donde quedaba dicho mar y a quien

pertenecĆ­a, pero fue mayor mi sorpresa cuando recientemente veo una pelĆ­cula titulada el ā€œSeƱor de los Maresā€ de producciĆ³n holandesa (neerlandesa); veamos:

A finales del siglo XVI las Provincias Unidas de los PaĆ­ses Bajos, enfrascados en la guerra de los 80 aƱos contra EspaƱa, se encontraba en serios problemas econĆ³micos, necesitaba urgentemente hacer negocios con el Oriente, pero sin pasar por la rutas tradicionales y conocidas como eran el Cabo de la Buena Esperanza (Portugal) o el estrecho de Magallanes (EspaƱa), establecido en el ā€œTratado de Tordesillasā€, buscaban una ruta marĆ­tima entre el mar del Norte y Extremo Oriente que bordeando la costa norte de Rusia les permitiese alcanzar las Indias Orientales, donde tenĆ­an intereses comerciales.

El primer viaje fue en 1594, se preparĆ³ una flota de cuatro barcos al mando de Cornelis Cornelisz Nay con otro grande

Jan Huygen van Linschoten. El consejo comunal de Ɓmsterdam compro y equipĆ³ dos pequeƱos barcos siendo Willem Barentsz el capitĆ”n de uno de ellos (Mercury). Llegaron a la isla de Nueva Zembla y descubrieron las pequeƱas islas Orange. Aunque no alcanzaron el objetivo final de encontrar un paso, la expediciĆ³n fue considerada un Ć©xito.

El segundo viaje fue en 1595, Mauricio de Nassau, prĆ­ncipe de Orange, basado en los informes de los expedicionarios, albergaba las ā€œmĆ”s exageradas esperanzasā€, por lo cual, con una flota de siete naves al mando de los mismos personajes, de las cuales seis eran mercantes cargados con mercancĆ­as que los holandeses esperaban comerciar con China. Debido a unas inesperadas condiciones meteorolĆ³gicas, se encontraron el mar de Kara completamente congelado lo que hacĆ­a imposible la navegaciĆ³n y regresaron, tras muchas dificultades y la muerte de varios tripulantes. Esta expediciĆ³n fue considerada como un fracaso.

El tercer viaje en 1596, decepcionados por el fracaso de las dos expediciones anteriores, los Estados Generales anunciaron que ya no subvencionarĆ­an viajes similares, sino que ofrecĆ­an una alta recompensa para cualquiera que navegara con Ć©xito el Pasaje del Nordeste. De todas maneras, el consejo comunal de Ɓmsterdam decidiĆ³ enviar dos barcos para un tercer intento, esta vez la expediciĆ³n al mando de Willem Barentsz. Los dos barcos tenĆ­an sus capitanes a Jacob van Heemskerk y Jan Cornelisz Rijp. De forma inesperada el carpintero Gerrit de Veer se convertirĆ­a en el cronista del viaje, ya que llevĆ³ un diario que fue publicado al aƱo siguiente.

Debido a controversias entre Barentsz y los capitanes decidieron dividir la expediciĆ³n, continuando Barentsz hacia el noreste y Rijp hacia el norte. Barentsz llegĆ³ a Nueva Zembla y para evitar atascos puso proa al estrecho de Vaigatch, pero pronto quedĆ³ atascado entre los numerosos iceberg y tĆ©mpanos. Los 16 hombres de la tripulaciĆ³n se vieron obligados a pasar el invierno en el hielo y construyeron un refugio. Finalmente, cuando se descongelĆ³ el hielo, partieron en dos pequeƱos botes, pero Barentsz falleciĆ³ y no se sabe si fue enterrado al norte de Zembla o su cuerpo arrojado al mar.

Los botes duraron siete semanas en llegar a la penĆ­nsula de Kola, donde tuvieron la grata sorpresa de que Rijp, quien habĆ­a regresado de su viaje, partiĆ³ nuevamente a buscarlos y los encontrĆ³.

ā€œMares de los corsarios, piratas y bucaneros, noches de este temporal, noche negra como tinta, que remueve el vendaval, noche que se viene encima, como tapa de ataĆŗdā€; despuĆ©s venĆ­an unas de las tantas promesas a la virgen del Carmen, la de cualquier marino, pasadas varias noches de mar gruesa y pĆ©simo tiempo; y al otro dĆ­a el regalo de Dios: ā€œMares de la amanecida, cuando amaina el temporal, rubio sol que se levanta, como moneda en el mar, hipocresĆ­a de colores, untadas de yodo y sal, paisaje reciĆ©n lavado, tendido al sol a secar ā€.


OBITUARIO:

CC MAURICIO ā€œBOTERITOā€ BOTERO BOTERO


DĆ­a 13 oct 2022 en Houston Texas USA falleciĆ³ el CapitĆ”n de Corbeta Mauricio Botero Botero (NR 22).


Tomado de locombia Escuela Naval y su ā€œregia proleā€ a vuelo de alcatraz por CN(ra) JesĆŗs Enrique Caro Triana

CapitĆ”n de Corbeta MAURICIO BOTERO BOTERO: Personaje doblado en apellido paisa y tan chicorio, cabezĆ³n y zapatĆ³n, como vivaracho, sagaz e inteligente. Tiene Don Mauricio en su haber el haberle propiciado al MIDEN y a la Armada Nacional la jugada mĆ”s astuta y lucrativa sin igual hasta la fecha: tal vez como TF antiguo y estando Ć©l en comisiĆ³n en el MINHACIENDA (desconozco las razones para ello) al tiempo que la entidad iniciaba la construcciĆ³n en Alemania R.F. de los nuevos Guardacostas para la Aduana, ā€œBOTERITOā€ (como usualmente se le conoce) en su calidad de ingeniero naval logrĆ³ que ese Ministerio sin el aval del MIDEN y del Mando Naval, lo nombrara INTER- VENTOR en la construcciĆ³n de los Guardacostas, y como esta no era una comisiĆ³n del servicio al exterior a cargo de la ARC, tuvo que tramitar una licencia renunciable a sueldo mientras durara su comisiĆ³n del Minhacienda en Alemania, lo cual implicarĆ­a legalmente perder tiempo de servicio y claro, retardo en el ascenso con respecto a sus compaƱeros.

DespuĆ©s de algo mĆ”s de 3 aƱos -creo yo-regresa con el mismo grado en que se habĆ­a ido (TF) y sus compaƱeros eran ya TN antiguos prĆ³ximos a ascender a CC. No sĆ© cĆ³mo lo harĆ­a, pero contra todo vaticinio fue ascendido a TN

con la antigĆ¼edad de sus cofrades, y en consecuencia, pagarle los sueldos atrasados que hubiese percibido en Colombia como oficial en servicio activo. Supongo que interpuso y ganĆ³ la respectiva demanda, pues un ascenso con pago retroactivo en tal contexto solo podĆ­a hacerse en cumplimiento de una sentencia judicial. Desde luego que se ganĆ³ la enemistad de todo el Alto Mando. Tan es asĆ­ que, al ir a presentarse en la Escuela Naval para el curso de ascenso, el Subdirector en persona (Ā”CF HĆ©ctor CalderĆ³n S.!) lo citĆ³ a su oficina y le dijo: Teniente Botero, para yo poder aceptarlo como oficial alumno, Ud. debe solemnemente aceptar ante mĆ­, que las Ćŗnicas palabras que pronunciarĆ” mientras permanezca en la Escuela Naval serĆ”n, <SĆ­ Mi CapitĆ”n>, o <Como Ordene Mi CapitĆ”n>.

ĀæEntendido Teniente? ā€œSĆ­ mi CapitĆ”nā€, contestĆ³ Boterito. No lo imagino mudo, pues lo normal es que hable hasta por los codos.

Ciertamente, hizo el curso y a inicios del 68 llegĆ³ a B/quilla como Director de las Escuelas TĆ©cnicas, con el CN Eduardo MelĆ©ndez de Cmdte; adicionalmente se le nombra Secretario de CĆ”mara, y claro, a querer reformar y darle vuelta a todo. En cierta ocasiĆ³n al fijar el Jefe las tareas para una comida formal con rumba incluida, dijo: ā€œFulano, esto; zutano, lo otro; Boterito se encarga de la orquesta con la misma cantante, la vieja esa grandota que trajo la vez pasadaā€. ā€œĀ”Como ordene Mi CapitĆ”n!ā€

... igual que en la Escuela.

En la CĆ”mara con frecuencia se le oĆ­a hablar en alemĆ”n por telĆ©fono a viva voz. AllĆ­ asciende a CC y a principios del 69 pasa al retiro, pero siguiĆ³ frecuentando la Base. Cuentan que mĆ”s tarde (yo ya no estaba) le llegĆ³ a B/quilla la novia que habĆ­a dejado en Alemania: Ć­dem a la cantante de marras, una mona sipotĆŗa, junto a la cual Boterito se veĆ­a ridĆ­culo. Pues miren Uds. lo que hizo: le notificĆ³ que regresarĆ­a con ella a Alemania; viajaron a BogotĆ”, adquiriĆ³ los pasajes, abordaron una nave de Avianca (donde ella no entendiera nada) e instantes previos a decolar se levantĆ³, dijo haber olvidado algo vital, le musitĆ³ algo a la azafata, saliĆ³ y al dejar la escala dijo: ā€œcierren puertas y vĆ”yanseā€ (lo debiĆ³ planear con el piloto). El aviĆ³n se fue con todo y novia; Mauricio Botero se instalĆ³ en Barranquilla en donde es, o fue, el Agente Oficial del ā€œGermanishe Lloydā€, la entidad clasificadora e inspectora de naves mĆ”s prestigiosa. Ā”Paz y tranquilidad al Interventor!



ZAFARRANCHO GRƁFICO


ACORE BOGOTƁ


Almuerzo de Acore BogotĆ”. Club Militar. CN Yunda Jose Vicente, ALM Spicker Edgar, CN Rubianogroot Mario, TN Luis Bernardo Castro, CF Eduardo Montagut y CF Alvaro Duarte.


CUMPLEAƑOS SR ALM. CADENA




Ā”Cyber-Corredera felicita al Sr. Almirante Cadena con motivo de su cumpleaƱos muy especialmente!


HISTORIA PATRIA I:




HISTORIA PATRIA II: CONTINGENTE 35 NAVAL Y 12 MERCANTE

Fotos por Carlos Manuel Verhelst Berrocal 35-75






INSPECCIƓN AL ARC CƓRDOBA


El Sr. CFRN JosĆ© Luis Hurtado ā€œinspeccionĆ³ā€ al ARC CƓRDOBA que se encuentra en el parque Duque en BogotĆ”.




ENCUENTRO DE MERCANTES DEL MC-28 EN CARTAGENA


Jaime Moreno, Alberto Herrera, Camilo Barbosa y seƱoras en Cartagena.


NOTAS CYBERCORREDERA PARA EL MES DE OCTUBRE DE 2022


JURAMENTO DE BANDERA

En ceremonia militar, presidida por el Contralmirante Javier Alfonso Jaimes Pinilla, Director de la Escuela Naval de Cadetes "Almirante Padilla", se realizĆ³ la entrega de armas y el juramento a la bandera de 162 jĆ³venes, entre ellos 35 mujeres y un joven de la repĆŗblica de El Salvador, como parte de lazos de cooperaciĆ³n con el paĆ­s Centroamericano.






BUQUE ESCUELA ARC ā€œGLORIAā€ EN BARRANQUILLA

El velero insignia de la Armada de Colombia despuĆ©s de navegar cerca de las 1500 millas, no solo arribĆ³ a la ciudad para el cierre del crucero de entrenamiento de grumetes 2022, sino tambiĆ©n para engalanar el Gran MalecĆ³n del RĆ­o durante la Carrera ā€œSoy Marinoā€ Bicentenario Naval 2023, que se llevĆ³ a cabo en la maƱana de este el domingo.

Desde su nombramiento como Comandante Armada de Colombia, el seƱor Vicealmirante Francisco Hernando Cubides Granados asistiĆ³ por primera vez a la ceremonia de atraque del Buque Escuela ARC ā€œGloriaā€, en el marco de los cruceros de entrenamiento de alumnos de la InstituciĆ³n Naval.


22 OCTUBRE, MARCHA EN RECHAZO REFORMA TRIBUTARIA


Empezando en BogotĆ”, los tres jinetes del Apocalipsis (creo eran 4) los Rubianogroot y Jaime Hoyos.

En Cali el MYIM Humberto UmaƱa (nĆ³tese la panza). En la Plaza de BolĆ­var ya terminando (mi paraguas es el tricolor).


ASUME MANDO BATALLON DE CADETES UNA MUJER CAPITAN DE FRAGATA



En ceremonia militar presidida por el seƱor Contralmirante Javier Alfonso Jaimes Pinilla, Director de la Escuela Naval de Cadetes ā€œAlmirante Padillaā€, se realizĆ³ el relevo del Comando del BatallĆ³n de Cadetes, a la seƱora CapitĆ”n de Fragata Liliana Ortiz Reyna.

En ceremonia militar presidida por el seƱor Contralmirante Javier Alfonso Jaimes Pinilla, Director de la Escuela Naval de Cadetes ā€œAlmirante Padillaā€, se realizĆ³ el relevo del Comando del BatallĆ³n de Cadetes, dependencia encargada de la formaciĆ³n naval militar de los futuros Oficiales de la Armada de Colombia y de la Marina Mercante.

Por primera vez en la historia de la InstituciĆ³n castrense, y luego de 49 Comandantes masculinos, la seƱora CapitĆ”n de Fragata Liliana Ortiz Reyna asumiĆ³ el cargo de liderar a 822 jĆ³venes que hoy integran el BatallĆ³n de Cadetes, y a un equipo de trabajo integrado por 79 Oficiales, Suboficiales, Infantes de Marina Profesionales y personal civil.

Un reto que asume con la entereza y profesionalismo de una mujer de mar, que se ha formado bajo la disciplina y los valores institucionales para aportar al cumplimiento de la misiĆ³n constitucional de proteger y defender el azul de la bandera. ā€œEl profesionalismo que hemos demostrado todas las mujeres, es lo que nos ha permitido ganar la confianza del mando naval y estar hoy en dĆ­a en los cargos que estamos asumiendoā€ afirma.

LA NUEVA COMANDANTE

Nacida en Cartagena y criada en BogotĆ”, la CapitĆ”n de Fragata Liliana Ortiz Reyna ingresĆ³ a la Escuela Naval de Cadetes ā€œAlmirante Padillaā€ el 14 de enero del aƱo 2000. Es profesional en Ciencias Navales y AdministraciĆ³n MarĆ­tima, especialista en LogĆ­stica y magĆ­ster en Gerencia EstratĆ©gica. A su formaciĆ³n profesional, se suman capacitaciones en escenarios internacionales como el curso de AnĆ”lisis de Inteligencia de Operaciones Transnacionales en el Western Hemisphere Institute for Security Cooperation, en Georgia; el curso de Toma de Decisiones en la Escuela Naval de Posgrados, en Monterrey - California; y el Curso de Desarrollo TĆ”ctico MarĆ­timo, en Newport, Rhode Island.

Con 20 aƱos de servicio en la Armada de Colombia, se ha desempeƱado a bordo de unidades a flote como el ARC ā€œMalpeloā€, el ARC ā€œGloriaā€ como Jefe de DivisiĆ³n; Comandante de la Patrullera de Mar ARC ā€œTeniente JosĆ© MarĆ­a Palasā€; asĆ­ mismo, en unidades mayores como Fragatas en cargos como Jefe de DivisiĆ³n, Jefe del Departamento de Armamento, Jefe del Departamento de Operaciones y recientemente como Segundo Comandante de la Fragata ARC ā€œAlmirante Padillaā€.

En unidades en tierra, se destaca su cargo como Jefe de AnĆ”lisis Externo en la Jefatura de Inteligencia Naval y su rol en la Oficina de PlaneaciĆ³n EstratĆ©gica y TransformaciĆ³n del Comando General de las Fuerzas Militares.


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