-EDICION EXTRAORDINARIA CON IMAGENES Y SONIDO-

La Corredera del 38
informativo VIRTUAL del contingente de 1964

UNIDOS POR EL MAR Y EXHAUSTOS POR EL ULTIMO POSTE

N°6 

Director: Enfermero Pinto (exterminador de ladillas, ahora con Loción N° 25, para la PUVE)
Sbdirector: Bóxer (encargado del pañol de deportes)
Editor: Suboficial Aldana (in charge of languages room) 
Redactor: Marinero Paipa (Jefe de Transportes) 
Impresores: "Bailabien" y "El Mudo" (expertos en peto y ragú)
Diagramadora: Norma  (lavandera con 100-60-100) 
Corresponsal desde El Bosque: Juancho Rubio y Esther (descuentos y precios especiales) 
Publicaciones: Restrepo (esperando gratificación desde hace 35 años)
Corrector: Viejito Aponte  (Alfa está Bravo por que Charles no le dio whisky)
Public Relations: George Quintero (años de experiencia para atender en minutos) 
Voceador callejero: Fernado Lersundy                                             

PERISCOPIO
Se transcriben las palabras de ofrecimiento del acto pronunciadas por Jorge Serpa Erazo, a nombre de los integrantes del Contingente 38 y la respuesta del señor Vicealmirante Mauricio Soto Gómez, Comandante de la Armada Nacional, el pasado viernes 26 de enero, en el salón Monserrate del Hotel Tequendama.

CENA DE COMPAÑEROS DEL CONTINGENTE 38


Palabras  pronunciadas por el economista Jorge Serpa Erazo, en representación del Contingente 38 y M 14, el pasado 26 de enero en el Hotel Tequendama


Señor Almirante Mauricio Soto y señora Carmencita Abril de Soto,

Compañeros reclutas, aspirantes, cadetes y oficiales del contingente 38 y M-14, señoras y señores: 

Inmerecidamente me ha correspondido dirigir estas palabras en nombre de todos los compañeros del Contingente 38, del M-14 y demás amigos del año 64. Es un honor que agradezco y aprecio infinitamente. Se trata de rendir justo homenaje y cálido tributo a Mauricio Soto Gómez, nuestro compañero, quien por sus capacidades, merecimientos y logros, llegó con el grado de Vicealmirante, a regir los derroteros de nuestra marina de guerra y a Camencita Abril de Soto, su distinguida esposa, mi inolvidable compañera de paradero de bus, cuando estabamos en el colegio e hija de doña Rosita Gutiérrez de Abril, mi profesora de inglés, quien me enseñó a conjugar el verbo, to be y, tres veces, en el salón de clases, me decía: Serpa shut up, be quiet.

En Mauricio se han plasmado y personificado los anhelos, sueños y realizaciones de ciento cuarenta y cuatro aspirantes. Hoy, casi después de cuatro décadas, un recluta y compañero del 38, uno de nosotros, llegó a la cima de la carrera. Es decir, con Mauricio Soto, el contingente 38, pasa a los anales de nuestra historia naval. ¡Uno de los nuestros es el Comandante de la Armada!

HACE TREINTA Y SIETE AÑOS

El cuatro de enero de 1964, jóvenes oriundos de diferentes lugares del país, ingresaron a la Escuela Naval de Cadetes. Ese día, que es indeleble en nuestra memoria, pasaron muchas cosas; pero la más importante, en esa fecha nació una amistad tan entrañable, tan grande que hoy llega a confundirse con la de nuestros propios hermanos de sangre. Los verdaderos compinches, los auténticos amigos, los reales camaradas, los propios alter ego de toda nuestra vida son los compañeros del Contingente 38.

Fueron ciento cuarenta y cuatro aspirantes que, al traspasar la Guardia Externa de la Escuela, sus vidas cambiaron para bien o para mal. El primer encuentro con quienes iban a ser nuestros "verdugos" de entonces, ocurrió al bajarnos de la "chiva" que nos transportó desde el aeropuerto. Conocimos a nuestro guardiamarinas: Héctor Porras, Guillermo Bonilla, Arturo Vásquez, Ignacio Rozo, Jairo Quintero, Omar Peñaloza, Justino Villalba, Eduardo Ruiz, Orlando García, Oscar Barón, Iván Bernal, Jaime Plazas y Luis Francisco Martínez. Y... a nuestros brigadieres: Carlos Prieto (mi padrino), Edgar Romero, Eduardo Uribe, Gustavo Correa, Rubén Combariza, Pedro Monsalve, Carlos Alberto Mejía, Ernesto Cajiao, Sergio García, Sergio Oliveros, Jimeno Manrique, Rodrigo Salas, Ricardo García, el "Mago" Rafael Charry y los hermanos Iván y Edgar Spicker. Algunos corrieron con la suerte de tener guardiamarinas y brigadieres madres; otros sufrieron la desventura de tenerlos "caníbales", "crueles" y "sanguinarios".

También conocimos a nuestros oficiales que no sabíamos si eran capitanes o tenientes de "bragueta" o "corbata". Evocamos con gratitud y reconocimiento al entonces Capitán de Navío Guillermo Erazo Anexxi, Director de la Escuela; al Capitán de Fragata Benjamín Alzate Reyes, Subdirector; al Capitán de Corbeta Hernán Ramírez Yusti, Director de Estudios; al Cap. de Corbeta Jorge Guerrero Echeverry y al Teniente de Navío Oscar Pineda Giraldo, Comandantes del Batallón de Cadetes; a los Tenientes de Navío Augusto Villafrade, Luis Carlos Jaramillo Peña y Gabriel Rueda Galvis, Comandantes de Compañía; a los Tenientes de Fragata Faizal Awad, Oscar Fernández, Efraín Cárdenas, Ernesto Vélez Correa, Max Durán, Gabriel Medina; Teniente de Corbeta Oscar Peláez y al teniente de IM Gabriel O´byrne, Comandantes de Sección. Al padre Echeverry, nuestro capellán, depositario de nuestros pecados, a quien Lersundy Delgado Fernando, aprovechado sacristán, en la misa le echaba al Cáliz, solo agua y se bebía el vino, porque según él, esos “revueltos” son los que matan.

En ese instante nuestro nombre de pila desapareció y fue cambiado por un número de cuatro o cinco cifras, según el caso, cuyos dos primeros son los que hoy nos aglutina, el 38, y durante todo el año, la palabra más escuchada, más repetida que se acompañaba con algún despectivo epíteto fue la de recluta.

Seguidamente, los rostros de los nuevos reclutas fueron trasquilados a imagen y semejanza de los Mau Mau, tribu africana que se caracteriza por tener cabello únicamente en la superficie de la cabeza. Allí en parte se terminaron algunas vanidades mundanas; las melenas cuidadas al estilo de los Beattles, como la de Hung Calderón Guido, o de Elvis Presley, como la de Quintero Ruiz George, fueron profanadas por las tijeras y la máquina devastadora de tres improvisados peluqueros, dirigidos por Plinio, que en horas de la mañana hacían el oficio de podadores de césped en el Club Naval, que era donde había grama.

Terminada la faena de los rapadores de cabezas, al ojo de guardiamarinas y brigadieres, nos fueron entregados los primeros uniformes de dril, color kaki. Por lo general, la camisa era dos tallas más grande y el pantalón tres más pequeña que la de su propietario, y unas botas negras, que requirieron dos meses de uso para amansarlas. Nos entregaron cuatro sábanas, dos fundas y dos toallas que en el centro tenían el escudo de la Escuela. Uniformes, botas, sábanas, fundas y toallas fueron el primer motete que transportamos en medio de confusión, gritería y espanto, a lo que suponíamos ilusamente sería lugar de descanso y reposo.

Cuando pasamos a los dormitorios, que en el argot marino se denominan ranchos, nos despojamos de nuestras prendas civiles. Los blue jeans apretados que algunos orondamente portaban, las camisas de fantasía y los zapatos mocasines cambiaron inesperadamente de dueño. Meses más tarde por las calles de Bocagrande, vi mi última pinta civil en el cuerpo de un vendedor de gafas para sol y baratijas. Fue en ese momento, al desvestirnos, para pasar a las regaderas cuando conocimos, en cuerpo y alma, es decir en "bola" a todos los demás. Los que no habían perdido el recato que les habían infundido en los colegios, especialmente los que fueron discípulos de los Hermanos Cristianos en el Liceo de la Salle, habían colocado la toalla, abriendo las puertas de las lacas metálicas a manera de cortina para proteger su cuerpo de la vista de sus compañeros. No nos habíamos despojado de la primera prenda cuando un Guardiamarina, con estruendosa voz ordenó: "Todos los reclutas en bola al frente de la cama". Ese fue el primer alarido que escuchamos y también nuestro primer strip tease.

Al terminar de bañarnos y vestirnos, todos sin excepción, parecíamos habitantes del "planeta de los simios". Con cara de asustados, rapados, con uniforme kaki, cuya manga larga nos llegaba a la punta de los dedos y sin gorra, el cuadro era más que dramático... apocalíptico!!!

ENTRENADOS PARA SOBREVIVIR

Desde el momento que portamos ese primer uniforme naval, fuimos tratados y entrenados para sobrevivir y no para vivir. Ese mismo día, antes de ingresar al comedor, conocimos el último poste. Sí... un poste de concreto, cuya misión era alumbrar un extremo de un patio, se convirtió en instrumento de tortura antes del desayuno, del almuerzo y la comida. Ese poste que entonces era el objeto maldito, más detestado por cualquier cadete, hoy lo recordamos con nostalgia. Quienes ya no tenemos la figura estilizada de los cadetes, entendemos y sabemos, cuanta falta nos ha hecho ese poste, para haber evitado los kilos que tenemos en exceso.

Al caer la tarde, los reclutas bañados y uniformados pasamos al comedor. Allí conocimos lo que era un piso, una palangana y cual sería el ritual que desde ese momento acompañaría la ingestión de las viandas en los tres golpes de apetito. La sentada en el comedor era un riesgo que estaba sometido al humor, talante y condición de quien comandaba esa singular aventura. No sabíamos si antes de probar bocado, visitaríamos corriendo con el piso o taburete el último poste, la guardia externa, las aulas o el polígono. En otras palabras, antes de consumir los alimentos ya habíamos eliminado de nuestro cuerpo el doble de sus calorías.

En la mesa, las palanganas que, contenían los alimentos, iniciaban su expectante recorrido desde la cabecera hasta la cola, desocupando mágicamente el 80% de su contenido, en los cinco primeros comensales, tocándole a los reclutas los vestigios de un extraño plato de origen desconocido llamado ragú, unos cuantos granos de arroz y el rescoldo de las salsas. El sustento matinal, invariablemente contenía una sopera rebosante con mazamorra de maíz peto, que se sudaba o traspiraba todo el día y era el culpable de la somnolencia durante la mañana en el salón de clase.

Esa primera noche, a pesar de las emociones, caímos extenuados, rendidos... Luego de siete horas de profundo sueño, que transcurrieron como minutos, el grito de un Guardiamarina, quien por primera vez, pronunció las dos palabras que siempre nos quitaría el sueño, nos lanzó de la cama. ¡Alza arriba!

Quince minutos para afeitarse, bañarse, vestirse, tender la cama y estar en posición de firmes al frente, fueron las órdenes que nos dieron, recordándonos que éramos reclutas "pecuecos" y que no estabamos en el colegio del "hermano clavo" o en un convento de las hermanas de la caridad. Al estar prestos frente a nuestra cama camarote, los guardiamarinas y brigadieres, pasaron revista a la afeitada, embolada y tendida de cama. Fue el rito solemne que se realizó a diario, durante nuestra estadía en la Escuela. Una arruga en la cama, tres pelos en la barbilla, la ausencia de un botón, las uñas sucias o la carencia de brillo en los zapatos, significaban acostarse una hora más tarde esa noche, pagando una hora de trote o dando la vuelta a Colombia con premios de montaña, al subir en curruca las tres escaleras del bloque de aulas.

Esa primera mañana a cuatro reclutas les entregaron unas "mopas", para que trapearan el rancho, los pasillos y los baños. Ser cadete mopa, fue el primer grado que orondamente todos ostentamos para darle lustre y brillo a unos baldosines rojos, que resplandecían y destellaban como si fueran mármol.

Antes de que llegaran los cadetes antiguos, quienes retornaron de vacaciones 15 días más tarde, nos purgaron a mansalva, traición y sobre seguro. Una noche, en la comida, nos hicieron apurar como refresco, un purgante de amplio espectro y efecto duradero. Los "jardines" o sanitarios fueron el lugar más visitado, concurrido y congestionado durante tres días.

LOS CADETES ANTIGUOS

No bien los reclutas del Contingente 38 se habían aclimatado a la rutina, cuando llegaron los cadetes antiguos, es decir los lobos de mar. Unos seres ávidos de venganza, canibalismo y sadismo llegaron a su Escuela y encontraron a unos intrusos que les habían reemplazado como víctimas. Sí, los del Contingente 37 encontraron con quien desquitarse de los padecimientos que les habían propinado los del 36, que a su vez habían sido víctimas del 35. Una secuencia de ferocidad y poder que se heredaba del curso anterior, pero se trataba por todos los medios de aumentar la crueldad e innovar el tormento. Absalón Cagua, Alberto Puyo, Vasco Gálvez y Ciro Alvarez, para mencionar únicamente, los que nunca serán merecedores del perdón y olvido del Contingente 38.

La muerte de la mascota, de una perrita, ocurrida a los pocos días de haber llegado, fue un duelo que puso a llorar, durante su nutrido sepelio, a todo el contingente. Unos oficiaron como parientes llorando como plañideros su prematura pero oportuna partida; Gustavo Toro ofició como cura y Lersundy con su estruendosa voz pronunció la oración fúnebre, que nos hizo llorar de verdad. Fueron muchos los del Contingente 38 y M-14, que se distinguieron por su compañerismo, "mamadera de gallo" y personalidad. Cómo marginar de nuestra memoria a Fernando Lersundy, a Rafael Villa Villada, a Gustavo Toro, a Ari Obonaga, A Fernando Arenas Malo, a Enrique Lequerica, al Lorito Lorenzo Indaburu, a Jairo Cardona, a René Oviedo, a Jorge Alberto Paez, a Jaime Arboleda, a George Quintero, a Luis E. Torres, a Jairo Quintero, a "Chepe” Calderón, a Yesid Sarmiento, Alvaro Barrera -"Piolín"- y a otros tantos que la memoria no me ayuda a recordar.

Los integrantes del Contingente 38 y M14 estamos aquí, unos presentes de cuerpo y otros de espíritu: vicealmirante, contraalmirantes, capitanes y tenientes de navío, fragata y corbeta, y oficiales mercantes. Pero también entre los reclutas del Contingente 38 hay abogados, economistas, ingenieros, médicos, publicistas, administradores, empresarios, aviadores, arquitectos, comerciantes, veterinarios y exitosos fotógrafos. Todos padres de familia. La gran mayoría con hogares estables, con hijos, unos separados y otros reincidentes. Una muestra y reflejo de lo que es el país, su gente y sociedad.

Esta noche, estamos fraternalmente unidos por remembranzas, al igual que hace treinta y siete años, con la misma alegría, pero con diferente fisonomía, la que ha ido cincelando la edad: canas, obesidad, calvicie, anteojos. Eso es lo diferente. Lo igual, lo que nunca ha cambiado: amistad fraternal, corazones generosos, idealismo. Los mismos sentimientos que se formaron allá en la Escuela Naval, de la isla de Manzanillo, cuando entonces las edificaciones estaban rodeadas de caracolejo, no había prados, ni piscina y las playas, estaban infestadas de aguamalas. Ese fue nuestro cotidiano y pequeño paisaje, ahora embellecido por nuevas y hermosas construcciones, adornadas por sombreados árboles, verdes prados y florecidos jardines. Sin embargo, permanece altivo, distante y soberbio el "último poste".

LOS QUE SE FUERON...

Al mirar hacia atrás, el recuerdo se mezcla con la nostalgia, por los que partieron prematuramente, por los que compartieron en los años mozos ilusiones, sueños, alegrías y también frustraciones. Son evocaciones que ahora se confunden en tristes reminiscencias y memorias. Como olvidar a Darío Abril Gutiérrez, el "Benjamín" del Contingente, mi compañero del Colegio de Ramírez, con quien hice las vueltas para ingresar a la Escuela; a Gabriel Vélez Perdomo (mi compañero de pupitre), a Darío Díaz Levy ; a Luis Eduardo Castañeda Yepes; a José David Gómez Gómez, a Jorge Santos y a Ramiro Romero. Ellos fueron nuestros compañeros, que compartieron la felicidad de una buena nota, la rudeza de un castigo, el afán del retardo a la hora de llegada los días de franquicia. Se han ido y con ellos una época, la mejor de nuestras vidas, nuestros mejores años, la juventud. De tan queridos amigos queda la viva y tierna imagen que nuestra retentiva evoca con singular sentimiento. Ellos hoy nos acompañan en aquella mesa, dispuesta para ellos.

De nuestro Contingente 38, llegaron a oficiales de insignia con Mauricio Soto, William Porras, Jairo Cardona y Guillermo Díaz. Para ellos nuestro reconocimiento y admiración. Ellos también son almirantes de nuestro curso. Llegaron a Capitanes de Navío Luis Enrique Torres, Carlos Enrique Umaña Caicedo, Gustavo Ramírez, Jorge Alberto Paez, Sigifredo Velandia, Jorge Quintero, Carlos Oramas Leuro, Hernando Ovalle Veloza, Ricardo Wiesner, Luis Correa y a Coroneles de IM José Ramón Calderón, Fabio García e Ignacio Ochoa.

Este homenaje, esta gratísima reunión, tiene solo un culpable: Indaburu Luengas Lorenzo. El " Loro", abnegado quijote quien nos acosó, despertó, trasnochó y nos puso a “cargar” físico ladrillo, para que esta fiesta resultara una espléndida noche franca. Aunque es preferible tenerlo como cadete más antiguo, que de presidente del comité, el "Loro" merece nuestro reconocimiento, respeto y aplauso!!!

Las imágenes que nos deleitaron, son el fruto de un mes de incumplimiento y del precipitado afán, del último día, a la última hora de ayer, de Castañeda Buraglia Antonio, el recluta "joche", que ya no tiene al Brigadier Rubén Combariza para que lo defienda. Pero ante esta orfandad e incumpliento con calidad, merece un aplauso!!!

Son tantas las cosas para recordar, pero en gracia a la brevedad debo terminar. No deseo convertir los recuerdos en panegírico o en pesado prólogo a esta fiesta que celebramos reclutas de cincuenta años, para acordarnos de lo viejos, pecuecos y peregrinos que éramos cuando teníamos menos de veinte.

Mauricio y Carmencita, cuenten incondicionalmente con todos nosotros. Somos sus verdaderos amigos y sus más leales compañeros. Treinta y siete años de recuerdos y nostalgias nos unen.  Cuando estamos en el umbral de los que tienen más pasado que futuro, los aquí presentes, recorreremos los pocos e inciertos escalones de la vida que nos faltan por trepar, con la grata sensación que ustedes, el mar y el último poste nos ataron para siempre.  

¡Almirante Mauricio Soto... en su comando, sus compañeros de todo corazón le deseamos mar uno y viento a un largo !

 Muchas gracias.

Jorge Serpa Erazo


Palabras  pronunciadas por el señor Vicealmirante Mauricio Soto Gómez, Comandante de la Armada Nacional, el pasado 26 de enero en el Hotel Tequendama


Queridos compañeros del Contingente 38, amigos que nos acompañan, Luis Daniel, Sandra, Marthica y Carmencita:

Quiero responder en unas cuantas palabras y con profundo agradecimiento por este inmerecido  homenaje, solo producto de la generosidad de todos los presentes, esas reminiscencias de mi amigo de siempre, Jorge Serpa. No se trata de un discurso convencional, sino de expresarles aquí lo que brota del corazón, ya que es este el que produce el afecto. 

Recordar es vivir, y eso hacemos esta noche. Reunidos todos los que compartimos alegrías y sinsabores propios de la vida de nuestra Alma Mater, la Escuela Naval, recuerdos que han dejado una  impronta imborrable en nuestro espíritu. Por que   las amistades que se forjan en la juventud, son las  reales, las verdaderas,  cuando los intereses aun no entran en juego, cuando solo los sentimientos unen a los seres humanos.  

Ahora 37 años más tarde, nos hallamos aquí reunidos, compartiendo la alegría de encontrarnos nuevamente, para rejuvenecer al evocar las situaciones vividas que nos unieron para siempre y de una manera especial, porque la vida militar es una vocación, y como tal, solo quienes sentimos el llamado del mar, podemos entender la fuerza indestructible de tantas experiencias compartidas por ese grupo de adolescentes pletóricos de ilusiones que un día partieron de sus hogares, abandonando su entorno por una vida llena de emociones desconocidas para todos, ya que los reclutas del 38 solo conocían la vida militar por referencias. Con la gloriosa excepción de Carlos Wiesner  a quien mirábamos con envidia y cierta admiración  por su  basta experiencia ya que al ser egresado de la Escuela Militar San Jorge, conocía los avatares del mando y marchaba como ninguno sin que aparentemente sus pies sufrieran como los nuestros los rigores del orden cerrado o la dureza de la bota militar. 

Todos nosotros, reclutas escuálidos y hambrientos esperamos con desesperación nuestra jura de bandera para poder por fin, reunirnos con nuestras familias a quienes en este punto ya extrañábamos y para deleitarnos  aunque fuera con la mirada con las bellas Cartageneras ,e ir a comer al pollito  y luego pasar por los dulces del portal para llevarle a los que no habían tenido la fortuna de salir francos, ya que el encierro era insoportable.  Así con el paso de los días, fuimos reconociéndonos  entre si y acostumbrándonos a esa nueva  vida que para algunos de nosotros se convirtió definitivamente en nuestra vida, pero para otros, fue solo un paso que les permitió buscar nuevos derroteros pero, que igualmente a todos nos formó como individuos productivos, honestos, responsables, por que la Escuela Naval, marcó en todos  nosotros una forma de abordar la vida, que ninguna otra institución puede lograr. 

Como olvidar por ejemplo la emoción del viaje a Bogotá con el Desfile del 20 de julio? Casi todos cachacos esperábamos con impaciencia el viaje a la Capital porque sabíamos de antemano que la fiesta donde el “Charro” Oramas era parada obligada, y allí podríamos pavonarnos con nuestros uniformes de marinos  que deslumbraban a las muchachas bogotanas. 

Esta noche, muchos años después, el destino nos depara este reencuentro. Extrañamos a quienes nos abandonaron tempranamente para volar a una dimensión a la que todos llegaremos algún día. Siempre los recordaremos con gratitud porque al igual que nosotros compartieron los sinsabores y alegrías de la vida militar, y por que los amigos que se fueron siempre están presentes en la memoria. 

A los que en este momento compartimos, la vida nos ha permitido reunirnos otra vez, pero ya no solos sino con nuestras compañeras algunas de ellas de toda la vida, las que junto a nosotros han vivido, sufrido y gozado  nuestros éxitos y nuestras derrotas, a ellas también un reconocimiento sincero y afectuoso, por  lo que su presencia  ha significado para nuestras vidas. 

Deseo en este momento  de camaradería  y amistad  hacer especial mención  de mi familia, integrada por mi esposa Carmencita, quien por 35 años  ha sido la novia del cadete y la esposa del Oficial Naval recorriendo a mi lado  esta ya larga singladura siempre con la mano firme como aguerrida timonel de la familia, así mismo, nuestros hijos  Darío y Mauricio,  hoy ya navegando en sus propios rumbos  en la búsqueda del horizonte claro que les ha deparado la vida y que por razones geográficas no nos acompañan  esta noche.

Muchas  anécdotas que se quedan en el tintero y  seria imposible enumerarlas  en este momento. Tantos amigos cercanos que en los momentos difíciles nos tendieron la mano a mi y a mi familia, y solo para recordar, nunca podemos olvidar al Gordo Sarmiento, quien apareció en nuestra casa con el corral para nuestro hijo Darío, cuando con el sueldo de T.K. no podíamos permitirnos ese lujo. O como olvidar  las carcajadas sonoras de  El Loco Torres, quien para todo el 38 ha sido modelo de fraternidad y compañerismo. A Chepe y María Laura, nuestros compadres, mil gracias por su compañía, al igual que Gustavo, Roberto, al Chincho, a Enrique Lequerica a Germán Rodríguez, a Bobidrio Boada mi amigo, quien me enseñó a apreciar la música clásica de Javier Solís y Cuco Sánchez, a Guido Hung y a todos los que debieron desplazarse de sus lugares de origen para acompañarnos esta noche.  Para  todos, queremos expresarles que su amistad es muy valiosa   y  más en estos momentos en los que realmente se siente la soledad del mando.   para ustedes nuestros amigos de siempre, un abrazo fraternal y sincero extensivo a sus familias

Y por último expresarles a los correderos del 38 y especialmente a los organizadores de este evento, con Lorenzo Indaburu a la cabeza,  que  desde este nuevo puerto que el destino me ha deparado,  trataré de cumplir con mi deber de la manera más honesta y responsable  dirigiendo los destinos de los hombres y mujeres bajo mi mando con rectitud  y profesionalismo, para que mis compañeros reclutas, se sientan orgullosos de ese escuálido recluta que compartió con ustedes tantos y tantos sueños que hoy se han hecho realidad.

A mi comadre, Martha de Matallana, a mis cuñados, mil gracias por estar siempre presentes en todos los instantes de nuestra vida.

A mis superiores  Carlos Prieto y  Jimeno Manrique, no soy más de lo ustedes me enseñaron.                  

A Ligia de Vélez  esposa del compañero desaparecido,  muchas gracias por acompañarme.

A todos los llevo en mi corazón  de marino al servicio de la patria, solo espero que el Dios de los mares me guíe en esta singladura y saber que contando  con esta veterana tripulación  la nave de la vida nos conducirá a puerto seguro para bien  de Colombia. 


ZAFARRANCHO DE COMBATE
-Artículos y colaboraciones-

MEMORIAS DE UN "DESMEMORIADO" TAMBOR MAYOR JUBILADO  
(2a Parte)
Por: Jorge Alberto Paez

LA TRADICION DEL PUDIN PARA UN BOYACO FRANCO...
En unas fiestas novembrinas, estaba en la Guardia Interna con otros cadetes, el Sr. OGB y el GMG. Cerca a la medianoche vimos a un cadete, que se acercaba por la avenida principal, pero no descifrábamos su caminado con balanceo alicorado, ni distinguíamos su cara, no solo por la oscuridad sino porque era muy rara y además traía las manos con las palmas hacia arriba y algo encima... Solamente hasta que de una manera muy particular y con un acento muy conocido dijo: "Me presento por término de franquicia sin novedad especial y aquí traigo en cambio de pudín, este tamalito para sumercé mi teniente y este otro para sumercé mi guardiamarina", nos dimos cuenta que era el "Castorcito" Rodríguez en un rasconón o pea carnavalesca... Traía puesta una máscara de cartón con gafas y bigotes y en cada mano un tamal que chorreaba los guantes prucianamente calzados. Nada le hicieron por lo original, inocente y simpático del caso y además porque exceptuando los guantes, su uniforme no tenía novedad. Parece ese día se había encomendado al Gran Jefe Pluma Cagada..."Castorcito era y es Castorcito" y mientras para los demás nuestro superhéroe en la juventud era Supermán, para él era "Supersona".
DESILUSIÓN O EL GORILIN QUINTERO.
Este mítico superpersonaje a quien conozco desde 1963, lo mencionaré solo en su época de Escuela, pues ya de oficial tiene demasiadas historias, la mayoría impublicables por heróicas, machistas y sexuales y a pesar de uno que otro encontronaso y batalla con guantes de boxeo por defender la integridad  y el honor de "Castorcito", ha sido un "noble" compañero.
Estábamos estudiando para habilitar en el enero que susmercedes llegaron, de pronto el "Gorilín" que leía una carta llegada de Bucaramanga suelta una risotada y me dice: "Oiga hermanito, mi novia si es mucho lo bruta, la pinga tiene muy mala ortografía pues escribe "vamos" con "v" chiquita"...(¿se imaginan la ortografía de nuestro ilustre bachiller y universitario de la UIS?).
En una salada por mi cumpleaños, el hijuemadre "Gorilín" a quien no sé porqué lo difaman por rudo y brocha, como muestra de aprecio, sacó una aguja que tenía en su gorra y con su suavidad característica, me la enterró enterita en una nalga...Gracias a Dios la aguja estaba enhebrada y me la pudieron sacar halando el hilo y sin necesidad de que me "interviniera" el enfermero Pinto.
¿AMOR CON AMOR SE PAGA?
En esta anécdota no estuve presente, pero la oí de boca del "enamorado" cuando la narró. Era novio de la hermana de uno de nuestros compañeros del 37,  y estando en vacaciones, habían peleado recientemente. Quiso reconciliarse utilizando la amistad con su compañero y cuñado y un día, esperó que todos los de la casa de su enojada novia salieran; cuando estaba sola, timbró y ella abrió la puerta. "Hola, ¿como estás?" Saludó nuestro enamorado galán. -Muy bien, gracias.-, contestó secamente con la puerta entreabierta (¿o entrecerrada?). No lo invitó a pasar ni continuó el diálogo. Nuestro mancebo preguntó: "¿Alvaro está?". Con la misma tónica la dama respondió: -No señor, salió-
Las respuestas tajantes y frías continuaban. "¿Sabes a que horas regresa?", De inmediato respondió: - Nó -. Viendo que su estrategia fracasaba, el galán destrozado internamente, no tenía otra alternativa que retirarse y le dijo: "Por favor le dice a Alvaro cuando regrese que vine a buscarlo". -Con mucho gusto-. Estaba cerrando la puerta y de pronto el defraudado reconciliador se emocionó cuando vió que la abría nuevamente... con su mejor sonrisa esperó lo mejor, mas la ex-novia irónicamente le dijo: -Perdóname, ¿de parte de quién?........¡plop! (El que la hace la paga)... hoy todo es un recuerdo y un chisme... ¡ay Jairito! ¿Cuando regresas?.
TIJERETAZOS CON MONA Y CINCEL 
(Prohibido emberracarse).
Se rumora que el K.K.K. inquisidor de los años sesenta, hizo todos los esfuerzos para que no se graduara el "negro" Jimeno Manrique... No pudieron hacerlo porque el negro es berraco, los dejó cansados y gracias a eso, posteriormente se descuidaron con Useche, Ovalle, Torres, Lara y Del Castillo.
¿Recuerdan al negro García y su "mojón con tamaño y mena de calabrote" que encontró encallado en un baño del jardín del tercer piso a donde llevaba reclutas a que lo adoraran y vieran esa berraquera que duró semanas en volverse mierda?
 ¿Recuerdan los sueños húmedos de Oscar Moreno que el mismo hijuemadre y samario negro Garcia, insentivó con una pluma de pavo real, cuando mi inocente amigo estaba dormido y sin darse cuenta había izado su periscopio por la torreta de la piyama un domingo de descanso y lo recibieron con sonoros aplausos cuando terminó su labor? (estaba bocarriba o si no hubiera sido el domo).Si el negro se deja alcanzar cuando se despertó y lo persiguió Oscar, lo mata. Esa es mucha marranada...
¿Recuerdan el mierdero en que metió el "Canibalucho" Bernal al "Pastuso" Acosta por una retención preventiva de un usuario de los baños de "El Príncipe"?
¿Recuerdan las pasadas a la ducha del "Burro" Caballero, cuando en las mañanas colgaba la toalla, jabonera, máquina de afeitar, cepillo de dientes, cremas, etc, etc, en su tangón de proa y nadie se atrevía a ponerse adelante? ¿Porqué le dirían El Burro?
¿Recuerdan las piedras y las coloreadas del mono Casas Otoya? ¿Porqué le dirían el "Pisco"?
¿Recurdan lo berraco que era para el mar el Otoniel de la Cruz?. Desde que pitaban para zarpe los "servicios especiales" se sentaba en una bita de popa mas mariado que el putas... y solo volvía a comer y hablar hasta arribar a puerto.
¿Se acuerdan de los noviasgos y los "modelajes" de María Bonita? Era su otro hobbie diferente a fondear motos...
¿Se acuerdan de las peas del "Charrito" Oramas?
¿Recuerdan el titular de El Espectador cuando en un reinado escribió: "Tremendo Porraso se dió la Señorita Sucre a la salida de la Base Naval durante el Desfile de Carrozas"... Sucedió que al pasar el policía acostado de la guardia de I.M., la reina perdió el equilibrio y en su caída arrastró a su edecán que le cayó encima (era nada menos que el "Oso" Porras. ¡Eso es mucho totazo!)
¿Se acuerdan cuando "Jaky" Quiñones se casó en la capilla de la Escuela Naval , salía por la bóveda de acero y un despelotado comunicó los altoparlantes del Coliseo y se oyó la pitada: "Atención el personal, se va a hacer uso del polígono de armas cortas"
¿Recuerdan dichos del "Gordo" Sarmiento, como cuando les decía a sus reclutas que "no se sacaran el mazato a puños"?
¿Recuerdan lo escorado que tiene el tangón de proa "Bobie" Spicker?
¿Sabían que una vez en Maracaibo el "Negro" Torres puso a llorar a una maracucha de la sociedad porque se lo pidió de frente y la niña muy decente se sintió ofendida... el negro "peado" le decía que entonces para que usaba esas minifaldas que lo arrechaban?
¿Recuerdan las idas a matinal y las "maromas" que nos relataba hacía  la mucama en el regazo de "Pacho" Uribe, cuando en los teatros de Bucaramanga hacía sus primeras experiencias...? ¡Ay Don Pachito, Don Pachito! (Tése queto... no me suelte).
¿Sabían que el "Pulpo" Umaña es cascorbo, porque la naturaleza es sabia y así le permite poder ponerse firmes sin dar alaridos de dolor? Por algo será que tiene que "cebarlo" cuando va a orinar y sufre de anemia cuando se exita...
¿Le han preguntado al "Flaco" Wiesner si no va a tener "escobalongas" con los artículos de la Corredera del 38?
¿Ya le preguntaron a "Sigi" Velandia si no va llegar joche al homenaje? Recuerden que llegó retardado al grado y casi no llega al matrimonio...
¿Sabían que a Jorge Quintero le dicen el "Cocacolo", pero cuando se puso de moda otra gaseosa le decían el "Pepsicolo" y en los ochenta en la época de Jhon Travolta, le decían "George Travola?. Happy new year "George",
¿Sabían que al "Mincho" Ochoa en la Esdegue por el parecido que tenía con los gringos cuando usó chacó en una visita en USA, lo pusieron "Mister Weber" que traducido al español es "mister güeva"?
¿Recuerdan los insomnios que nos daba el "Flaco" Pizarro cuando en el rancho debajo de las sábanas comenzaba a abrir los Charms a las 23 horas para que no le pidiéramos, pero el ruido de los papelito lo delataban?
¿Recuerdan las raciones de gloria y cocacola que se comía en los descansos el "Bobo" Rico? Eso es mucho hijuemadre para tragón...
¿Recuerdan la meada incontrolable de el "Flaco" Alvarez Berbesí cuando tuvo incontingencia auroral en una formación del alza arriba ?. Eso fué mucha meada de caballo...
¿No les parece que me estoy poniendo mas cansón que un marica agradecido?
Pido disculpas por si alguien se molesta por mis sinceros e inocentes comentarios, pero nosotros ya vivimos de los recuerdos y del pasado y me parece que este sentido Homenaje a Mauricio, señor Vicealmirante Comandante de la Armada Nacional y a Carmencita e hijos, busca unirnos pues lo sentimos con gran sinceridad y orgullo quienes conocemos sus aquilatadas virtudes y fuimos, somos y seremos sus compañeros y amigos de siempre. Excelente timonel para gobernar nuestra Nave Insignia y pedimos al Dios de los mares le depare una inmejorable singladura a su Comando y que la mar y el viento le sean siempre propicios.
Qué mejor manera de comenzar un nuevo año, siglo y milenio que con los viejos camaradas de viejas travesías y como en mi caso, comenzando una nueva vida en la que tendré mas "tiempito" para acordarme de muchas cosas más, practicar el "Raskin-Ball" con un sensible clip mariposa y mejorar mi handicap en el Golf, que es un refugio increible...
Aprovecho para aclarar que "puttear", se dice potear, y en golf es el golpe que se dá con el "putter" en el green de un hoyo, pues en el caso de mi anotación para mi Capitan Laborde es ... "o una excelente "putteada", no puteada... Lo aclaro porque deben estar pensando que soy muy grocero y siempre tengo por costumbre no decir las hijueputas groserías, pues ser decente no cuesta un culo"

REMINICENCIAS DE UN "GORDO" AHORA FLACO Y CIVIL
Gustavo "El Gordo" Suárez  

                                  
"JACA JAMILA JAMLACHI!  ADOMIKA CHALA ACHENACHUCHI!  ARAKATAI TAI   MAJUUUUUU YURAI!    ARMADA RAH!    ARMADA RAH!   ARMADA RAH RAH RAH!!!!"
Quién recuerda este tema? Quién lo originó?
Luego de acordarme "a última hora" que tenía trabajo "en la oficina de mi Teniente Max Durán", pasaba al tercer piso del edificio de oficinas, muchas veces con suerte, otras no, a "mamarle gallo" a los castigos que el "Chiri" tan hábilmente imponía. Sólo que al irme al tercer piso, el único que quedaba pagando "Trote" o "infantería" o tal vez "plantón" era el Eduardo. El asunto ocurría tal vez así: En medio de una vuelta al último poste a la hora de almuerzo, el Chiri gritaba: "Oiga, Gordo Suarez, devuélvase y pase por detrás del poste, no sea vaselino, ja ja". Yo contestaba, "Oiga enano, no sea metido ni mentiroso!" A lo que el Brigadier de _____ (Guardia, Sección, Compañía, Batallón - llénese el espacio con lo que se desee ....) o el Oficial de guardia añadían: "Allá, Suárez y Boada, los dos una hora de _____ (Trote, plantón, infantería, etc ---) esta noche! ....Otra vuelta al último poste, esta vez en silencio ... Allá .... los dos ... Sí, usted también, Cadete Boada ...." Por la noche vendría mi desquite.
Yo, escribiendo a máquina, en oficina con aire acondicionado, mirando a través de las celosías, cómo el enano le ajustaba tiempo adicional a los demás ... Ese se convirtió en mi chicharrón "cuasi-permanente". Claro que ese fue el único deporte (fuera de mis salidas a velas los Domingos a Tierra Bomba o al "Caribe") que practicara durante mi época de ENC.
Tal vez el Mono Ochoa recuerde una salida a velas con mi mamá, cuando nos quedamos atrapados por el viento en la playa sin poder zarpar, y pasamos mensajes por código morse al cadete centinela en el techo del edificio de ranchos ..... El Charrito Oramas nos envió una lancha de desembarco desde la base ... O cuando el GM Delgado (Mordizco'e burro) de guardia, esperaba el regreso de las balleneras que, al final de una clase y con demasiado viento, intentábamos atracar en el muelle de la ENC. En esa entonces regresábamos con Víctor Guerra. La viada que llevábamos era tanta, que mi GM Delgado gritaba desde el muelle: "Arríe velas y entre a remo". Nosotros contestábamos, "No entiendo mi GM. Qué dice???" Mientras tanto, toda la tripulación, de acuerdo, se aprestaba para hacer el atraque más difícil y espectacular. Atracamos quedando al pairo, a los pies de mi GM Delgado, con la roda al borde del muelle, el bote en completo reposo, y el cadete proél bajando al muelle de un solo paso, a amarrar de las bitas. Delgado no tuvo otra reacción que exclamar: " Qué verraco! No oyó que atracara a remo? De todas maneras lo felicito. Tiene usted mucha suerte". Aaahhh! que días aquellos!.
Bueno, adjuntas van algunas fotos, que espero traigan más recuerdos. Gracias al enfermero Pinto, al fotógrafo Restrepo, al Bóxer. Gracias también a quien recordó a Raicol, pero, quién recuerda qué pasó con el chivo que alguna vez nos sirviera de mascota para una "Semana Deportiva?" Quiénes fueron los que tanto tiempo le gastaron a lavarlo? Y quién fue el que lo bañó en loción barata para que no oliera tan feo? Con estas inquietudes los dejo por ahora. Buen viento y mejores mareas. Con un abrazo a todos los que este escrito lean.

UN EXITO EL HOMENAJE A MAURICIO

Nutrido y cálido homenaje le rindieron sus compañeros del Contingente 38 al Vicealmirante Mauricio Soto y a su distinguida esposa Carmencita Abril de Soto. Con asistencia de más de setenta reclutas de hace treinta y siete años, acompañados de sus señoras, el salón Monserrate del Hotel Tequendama se vistió de gala. Muchos de los asistentes se desplazaron desde diferentes ciudades del país, para estar puntuales y cumplir una cita con el pasado y la amistad.
Los ex-reclutas se empezaron a reunir desde las 16:00 horas, en distintos lugares del hotel, donde con alegría y emoción se reencontraron compañeros que desde hace mucho tiempo no se veían. En las suites de Kike Lequerica, Lersundy y Serpa, se dio inicio a la fiesta. Recuerdos, algarabía, "recocha" y licor fueron los ingredientes que acompañaron los inicios de aquella memorable noche franca.
Cuando arribaron Mauricio y Carmencita, al salón, una cerrada ovación los recibió con alborozo, entusiasmo y aplausos. Con fondo musical de Lilí Marleen, se proyectó la película a colores de la ceremonia de Jura de Bandera del Contingente 38, un verdadero y nostálgico documento, filmado el 3 de julio de 1964, por el papá del aspirante Castañeda Buraglia Antonio (recluta protegido y mimado del brigadier Combariza), que a muchos les hizo brotar lágrimas y a otros les aceleró el pulso. Seguidamente, se presentó el audiovisual, preparado también por Castañeda (ahora abandonado y olvidado por Combariza), con algunas de las fotografías de quienes entregaron al "Loro" Indaburo o al "Vaselino" Serpa sus archivos de instantáneas y retratos.
NUEVOS ROSTROS
La nueva fisonomía de los reclutas del 38 contrastó con la registrada en las fotografías de 1964:
A Guido Hung le sobraban tres pecas y le faltaban cuatro dientes;
a George Quintero se le notaba en el cabello su reciente paso por el salón de Norberto;
a "Jochise" Arboleda, tres cirugías plásticas le permiten ser considerado también compañero del Contingente 89;
a Eduardo Gómez, sus nuevos ademanes y fina sonrisa lo ubican ahora en estrato 11 (tiene (2) dos dedos parados);
a Ignacio Ochoa, el agua oxigenada chiviada, le ha cambiado el color de su cuasi-roja cabellera;
a Carlos Matos el cigarrillo le ha quitado diez centímetros de estatura;
a Carlos Wiesner se le creció la nariz;
a Lorenzo Indaburo, Jorge Serpa, Gustavo Ramírez, Carlos Oramas, Yesid Sarmiento, Ernesto Coba y Daniel Lorza Pitt, con semejantes barrigas, les debieron cobrar triple cuota;
Sigifredo Velandia, con cara y cuerpo de haber estado en un campo de concentración (parece un silbido parado en dos suspiros);
el homenajeado Mauricio Soto, un almirante con cara de recluta (igualitico a la foto en uniforme kaki, pero con canas);
Roberto Spicker (con zapatos de camaján amarillos), Luis Jaramillo y Alejandro Pizarro, con sus brillantes calvas, reflejaron las imágenes del audiovisual;
en los rostros de "Braks" y Bernardo Rodríguez, las facciones de "alemanes" se han acentuado (parecen bogotanos);
a Fernando Lersundy, Fernando Peña y Eduardo Bohada las orejas les ha crecido tres pulgadas;
al "Negro" Torres Salamanca, la pesada barba, lo tiene jorobado;
Fernando Arenas Malo (ahora bueno), con sus bigotes se parece al General Reyes;
al "Perro" Calderón su fisonomía canina le ha cambiado (no parece un agresivo bóxer, sino un "faldero" y "vaselino" pequinés);
el jubilado Jorge Alberto Paez, golfista empedernido, camina con un swing raro;
el otrora "gamín" Chincho Suárez, se transformado en distinguido gentleman;
Carlos Umaña esta más risueño, más soñador y menos pecueco.
De otros contingentes, el "Mono" Prieto (ahora en el mercado...), con cara de madre, Jimeno Manrique, más negro y Guillermo Rincón, siempre risueño con cara de "yo no fui..." ;
Luis Daniel Abril, con su plateada cabellera rivalizaba en tonos y estilo con Víctor Rojas.
AUSENTES, MARGINADOS Y ESTEPARIOS
Al evento colaboraron con entusiasmo algunos que no pudieron asistir, por estar en otros países y ciudades, como Jairo Cardona, Jakys Quiñones, Guillermo Díaz y René Oviedo; actitudes que contrastan con la Correa y Ovalle, quienes brillaron por su indiferencia y notoria displicencia.
VIANDAS Y DISCURSOS
Luego de la presentación del audivisual, llegó el grupo de música andina enviado por el Batallón Guardia Presidencial, por intriga e influencias del "carga ladrillo" Serpa. Minutos más tarde hicieron su entrada los mariachis, del Batallón Guardia Presidencial, por gestiones y lagarteada del "carga ladrillo y también vaselino" Serpa. Bajo los acordes de rancheras los asistentes pasaron al comedor, a disfrutar las exquisitas y apetitosas viandas.
En la mesa principal tres barrigones del volumen, calaña y apetito de Sarmiento, Indaburo y Serpa, dejaron sin probar bocado al flacuchento Almirante y a sus señoras, quienes solo a la hora del ponqué, defendieron su plato de las fauces y voracidad de esos trogloditas que, esa noche, aumentaron peso y talla.
El recluta Lersundy, acostumbrado a ser sumiso sacristán y a decir únicamente "kyrie eleison" y "dominus vobiscum", ofició de irreverente e inexperto maestro de ceremonias, pues el encabezado del mensaje enviado por Jairo Cardona, lo repitió más de diez veces: Bonn enero 24 de 2001, Bonn enero 24 de 2001, Bonn enero 24 de 2001... ¡Qué mamera!
Antes de terminar la cena, Castorcito Rodríguez (quien todavía se cree el Indio Rómulo), indigestó al público con una de esas desabridas y largas poesías boyacas.
Para completar el "carga ladrillo" de Serpa, con un discurso, ese sí ladrilludo y desactualizado, recordando cosas de hace treinta y siete años, hablando mal de Puyo, Galvez y Círo Alvarez y echándole vainas a los del Liceo de la Salle, confirmó que lo que escribió en el libro sobre Rojas Pinilla, es puro bla, bla, bla.
Luego vino el discurso del homenajeado. El antes recluta y ahora almirante Mauricio Soto, al pronunciar sus palabras con voz entrecortada y en medio de sollozos, puso a todos a llorar, especialmente a Ligia Quiñónez de Vélez, viuda del compañero Gabriel Vélez Perdomo, a quien no le alcanzaron los pañuelos y las servilletas de sus compañeros de mesa. El cadete fósil Arboleda, le entregó una hermosa placa con el nombre de los integrantes del Contingente.
El mercachifle y ahora LOBO ESTEPARIO Jorge Gutiérrez, con su improvisado show de culebrero barato, fue la nota pintoresca.
Seguidamente la música y el baile complementaron el programa. Tiraron burdo paso al igual que en 1964, sin ningún progreso en la zarabanda: el Loro, el Perro, el Pulpo, Braks, Guss, el Kike, Bob, el Negro, Petunia, el Chiri, el Charro, María Bonita, Castorcito, Sigismundo, Chincho, Jochise, el Lobo, Wias y el Flaco, es decir la fauna "perrata" del 38. Los otros connotados y distinguidos danzarines del 38, a quienes por respeto, dignidad y prestancia, nadie se atrevió a ponerles tan displicentes apodos, se movieron con alegría, ritmo y elegancia. Pasodoble, porro y merengue fueron magistralmente ejecutados con distancia y categoría. ¡Qué diferencia ver a Lersundy, a Soto, a Arenas, a Serpa, a Matos, a Castañeda y a Lorza, bailando!
HASTA EL OTRO DIA
A las seis de la mañana, salieron del Salón Monserrate los últimos del 38. El Loro Indaburu mientras esperaba el ascensor repetía con Braks (quien llevaba tres botellas de whisky debajo del brazo), la frase que pronuncia todos los viernes a esa hora: "...hupp...la...la...la tengo... viva... hupp...".
Algunos que por edad y puve se acostaron a las cuatro de la mañana, fueron despertados a las cinco y media, en sus habitaciones del Tequendama, con una llamada que decía ¡Alza Arriba recluta pecueco! Era el Guardiamarina Eduardo Uribe que había retornado de Estados Unidos y se unía a la celebración.

CORREO VIRTUAL DE LA  ARC  01 "LULU"
-Cartas y mensajes-

RESPUESTA A CARMENCITA ABRIL DE SOTO:
Como carezco de la dirección electrónica para responder a tu pregunta en forma directa, me permito abusar de la amabilidad de los insignes publicistas de la Corredera 38 a fin de confirmarte que sí, aún me acompaña quien en el año '79 fuese el blanco de mi promesa de estar a su lado hasta el fin de mis días.
Una felicitación muy sincera de parte mía en especial y de mi esposa en particular, para Mauricio, y para tí Carmencita. Para Mauricio, por obtener hoy día la culminación del sueño que como reclutas, alguna vez compartimos todos los que hemos tenido el orgullo de portar el uniforme del cadete naval colombiano. Para tí, porque sabemos que detrás de los logros de un hombre grande, hay siempre los sacrificios de una mujer muy especial. Deseamos que para ustedes dos, la vida de Comando sea la vida de logros para el futuro y el bien de nuestro país, a través de quienes hoy ven en sus manos el instrumento para hacer de Colombia un sitio mejor para bien de nuestros coterráneos y el de nuestra historia.
Pasando a otros temas, y hablando de "daguerrotipos" no sé cómo se las ingenie el editor, pero esa foto mía recién publicada, es muy, pero muy reciente. Tan reciente, que es tomada a la entrada de nuestra casa en Miami - que a propósito es también de ustedes. No recuerdo haber puesto en circulación esa foto, ni de haberla compartido en especial con alguien. Sólo me viene a la mente la reciente visita de Jairo Cardona a casa, durante cuya visita sí tomamos algunas para recordar un evento tan especial. De nuevo, un estrecho y sincero abrazo.
Fraternalmente, Gustavo, "El Gordo" Suárez

Sinceramente creo que pasamos una noche espectacular, no solo tuvimos la oportunidad de rendir un fraternal homenaje a Mauricio y Carmencita, de compartir con ellos el inmenso orgullo de ver a Mauricio convertido en Comandante de La Armada, que el Dios de Colombia lo ilumine en la difícil misión que tiene que cumplir; también tuvimos la oportunidad de comparar barrigas, canas, calvas y arrugas, los años no pasan en vano, pero algo que no ha cambiado es el espíritu de cuerpo, la hermandad que nació entre nosotros en las aulas, en el último poste y en el calabozo, verdad Mono Prieto? A estas alturas volver a ver a "Jochice" Arboleda, a Eduardo Gómez, al "Chincho" Suarez "Cuji" y tantos otros.... Desafortunadamente faltaron algunos que por la distancia no pudieron acompañarnos, de haber asistido hubieran vuelto a ser los muchachos que ilusionados nos prestamos voluntariamente a que La Escuela nos lavara el cerebro con Fab y estropajo ya hace muchos años, para ellos que, ojala la próxima, estén con nosotros.
Gracias a los organizadores, El "Perico" Indaburu, Serpa "el carga ladrillos", Lersundy, el flaco Wiesner y gracias a cada uno de los que asistió porque volverlos a ver a todos y cada uno fue una experiencia inolvidable. Lo único que quiero que me aclaren, es quién fue el desgraciado que se dedico a llamar a las habitaciones de los que estabamos hospedados en el Hotel a las 05:30 hrs a darle el alza arriba a los reclutas pecuecos ?
Atentamente,
Chiri y Crispulina

Apreciado Director:
Gracias mil por esta iniciativa, que tantas inquietudes ha despertado y que al parecer ha caido en terreno fertil, para constituirse en algo grato y grande. Por ahora, muy decentemente le digo que le va la madre, si deja de tenerme en cuenta, para hacermela llegar.Sea esta tambien la oportunidad de Felicitar a LORO Y JORGE por el éxito de la reunión que tuvimos este fin de Semana en Bogotá para agasajar a MAURICIO Y CARMENCITA.
Que pesar, no haber contado con todos nuestros compañeros que siempre es motivo de verdadero regocijo mutuo, saludarnos.Muy bellas las notas enviadas por Jaky y Jairo, da envidia de la buena tener ese tipo de plumas, tan elocuentes y sentidas asi jaky no lo reconozca..............Tu si escribes bien y en lo que si estoy de acuerdo contigo es en la parte hablada, te acuerdas del famoso PASADITSO? JA JA JA.
Fabulosa la chispa del Fernando y la actuación de José "Bernardito" al igual que la de nuestro bardo de cabecera Jorge Alberto. Mención Honorifica para Marylo, Carmencita y Cristina, que han hecho de Chepe, Mauricio y Eduardo unos magnificos bailarines pues otrora, no se sabía si salían a bailar o a marchar, los tres tenían el sindrome de la ballenera 39, no viraban por babor. Da envidia de la buena, como los almanaques a unos nos ha tratado muy bien y a otros requetebien, ver ese cabello azabache del Cocacolo y de Daniel brillar como el onix y mejor que antes de los maltratos del maestro Plinio, saca la piedra, no joda.
A lo mejor por eso no fué el Negro Ovalle y Jaki que de pronto los asaltó el pánico de no conseguir quien les peinara esas frondosas melenas que hoy brillan por su ausencia. Falta de confianza con el Flaco Wiesner, pues con ese servicio tambien cuenta el Hotel, para la muestra su espectacular look de sa noche. (Gracias mil por tu deferencia, de verdad te pasaste Flaco querido)
Cómo nos vamos pareciendo con el paso de los años, es aterrador cómo estan de igualitos Eduardo Gomez y el Pulpo Umaña, para no citar sino un ejemplo que a todos nos aterró. Al fin y al cabo, los dos siempre fueron pulpos. (Que gustazo volverte a ver Eduardo ja ja ja).
El que si está igualito es Jaime Jochise (Claro que nosotros tuvimos la suerte de conocerlo ya peinando canas, entonces el cambio no ha sido mucho) muy elegante y precavido con su abrigo contrachiflones que a estas alturas nos pueden matar.
Abdomenes prominentes, los de casi todos, con mis respetos por el de Jorge. Será que los continuos matrimonios lo único que hacen crecer es la barriga? si eso es así, moriré monógamo ja ja ja.
Un fuerte abrazo para todos
YESID SARMIENTO V.   CN 38-141