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IN
MEMORIAM |
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Silencio y Paz
Parece mentira, pero ya hace un año, tan solo un año, se nos fue Justin.
Por más pragmático que se sea, es muy difícil el tener que aceptar la partida de un ser tan lleno de vida, con tanto amor por ella y con tantas ganas de vivir por y para ella.
Te fuiste muy pronto y en el momento en que menos lo esperábamos. Te fuiste cuando eras más necesario. Te fuiste cuando tenías personas que mucho te necesitaban. Te fuiste sin decir adiós. Si, te fuiste Justin…
Todos sabemos que en las manos de Dios están las llaves de la vida y de su hora del reencuentro con Él. Pero,… ¿Porqué tan pronto? Es algo que no podemos entender ni comprender. Lo debemos aceptar con resignación pues es un hecho real, pero es muy duro cuando el ser que nos abandona ha dejado en nuestros corazones una huella tan profunda.
Estés donde estés, siempre estarás en nuestros recuerdos, siempre extrañaremos tu risa, tu parla tan amena, tus chistes, tus opiniones en política, tus comentarios al día sobre las telenovelas de más sintonía y sobre los hechos cotidianos de tu amada Armada Nacional.
Es cierto que la vida, con relación al tiempo, es una muy pequeña y fugaz brisa, pero esa vida, tú, mi querido Justin, la viviste con mucha intensidad. Siempre aprovechaste hasta el último minuto. Por ello recordamos cuando decías que no había que dormir mucho, que tan solo cuatro horas eran suficientes. Mientras para otras personas el día terminaba a las once de la noche, para ti apenas comenzaba. Nunca te escuchamos decir: ¡Estoy cansado! o ¡Tengo sueño! No, no lo escuchamos. Fuiste siempre incansable en cada una de tus actividades.
Desde que te conocemos, siempre demostraste ser un gran amigo. Y lo fuiste en las buenas y en las malas. Amante de tu hogar, de tu mujer, de tu hijo, de tu nuera, de tus nietos y de quienes te rodeamos. Ya no podremos volver a gozar la hora del show con castañuelas y risas, en tus calidas reuniones. Tampoco podremos degustar el whisky en el que siempre decías: ¡Venga cuadro, tomémonos uno, la acabo de comprar! Para luego reír como un chino chiquito.
Te fuiste Justin y has dejado un vacío muy profundo, y son muchas, tal vez innumerables, las cosas que hay que decir de ti. Pero solo podemos decir, aún con lágrimas en los ojos, ¡Te extrañamos y te queremos mucho!
Tu sobrino del alma,
El Viejo George.-
34-019 Esposa/ TERESA R. DE VILLALBA
Dirección de correo electrónico: tereae@cablecaribe.com