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INFORME DE INTELIGENCIA
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CALM CARDONA: PERFECCIONISTA E
IMPACIENTE |
Estudiaba en el Instituto de la Salle (donde hoy funciona la universidad del mismo nombre), y me impactó profundamente que una mañana, durante la misa obligatoria de todos los días, el Teniente de Corbeta Hernando Navas -exlasallista-, ofrendara su reluciente espada a San Juan Bautista de la Salle. Más adelante, me quedó sonando cuando fue al colegio el teniente de Fragata Armando González y dictó una charla a los de bachillerato para incentivar el ingreso a la Institución Naval: “ingrese a la Armada y conozca el mundo”. El cadete Jaime Zambrano del contingente 36, amigo familiar, me deslumbró con anécdotas, historias y aventuras marineras. En definitiva, decidí ingresar por facilidades académicas, horizontes profesionales promisorios y las becas que brindaban por aquella época.
Cómo fue
su primer día de recluta?
Había estudiado requinterno en Medellín durante tres años, estaba familiarizado con la suficiencia y valerse sin mami. Ese primer día (el 5 de enero de 1963) todo fue novedoso, desde el viaje en avión en un C-47 de la FAC, donde Jaime Arboleda que ingresaría como Cadete por segunda vez, nos dicto un tratado de “Marinería V...” en las tres horas que duro el vuelo a Cartagena, hasta la hora de la recogida cuando ese grupo de aspirantes a reclutas habíamos tenido la primera metamorfosis. Experimenté un sentimiento de soledad y sentí que aquello era el reto de mi vida.
Cuando Plinio le hizo el primer corte de cabello se sintió trasquilado?
Aquel rito de la peluqueada estuvo acompañado de arengas a cargo del Guardiamarina "Carecaucho" Salazar, propias de la llegada de reclutas: “la novia del recluta es el fusil, el recluta no tiene derecho ni al aire que respira ni a la papa que se come; Articulo 1º: el Guardiamarina siempre tiene la razón, Articulo 2º: cuando el Guardiamarina no tenga la razón se aplicara el articulo 1º” etc, etc. Mas que trasquilado me sentí que no era yo; después de la peluqueada, Jairo Useche, compañero de colegio, por momentos no me reconoció; ese pasaje nos divirtió mucho, quedamos horrorosos.
Cuales son los compañeros que más recuerda?
Las amistades que se cultivan en la Escuela Naval tienen una etiqueta de alta calidad y un sello indeleble de afecto y de lealtad; con el tiempo constituyen los amigos incondicionales: Alfonso Calero, Carlos Olmus, Jorge Páez, Gustavo Ramírez, Yesid Sarmiento, Mauricio Soto, Lorenzo Indaburo, Enrique Torres, Guillermo Díaz, especialmente a mi compadre Jairo Quiñones Sánchez, y otros más; los recuerdo y los aprecio inmensamente en tiempo presente; con ellos compartí íntimamente las verdes, las maduras, las alegrías y las horas aciagas; hoy, si bien la relación no es tan frecuente cuando se da, es muy enriquecedora y la disfrutamos muchísimo con la participación de nuestras familias.
A quién recuerda como caníbales?
Al Loro Indaburo y al Maestro Bernal; pero ellos eran propias tropas y más bien me hacían gracia todas las maldades que fraguaban; Lorenzo Indaburo era muy prusiano y sentía rechazo estomacal por los “vaselinos”; Luis Bernal poseía un particular don maquiavélico para inventarse castigos y hacer rabiar a quienes tenia entre cejas; bueno, pero hoy por el contrario los tiene en cuenta en sus oraciones.
Su memoria gastronómica
recuerda al Mudo y Bailabién?
La variedad del menú de aquellos personajes de la culinaria cabía holgadamente en un memo-adhesivo de 7x7 cm.; era preciso carenar el hígado y adaptar el organismo para “todo terreno”; pero el peto hermano de la mazamorra antioqueña era un plato apetecido, por demás familiar (mi padre era antioqueño), que generalmente los compañeros cachacos al comienzo no valoraron y siempre hubo suficiente para doblarse y contar con las calorías necesarias para no quedar “exhausto por el ultimo poste”. El hambre del cadete naval colombiano tiene reconocimiento nacional, hasta sancocho de perro se dice que comimos en un terreno a Coquitos, la verdad de aquel macabro plato la conoce Chepe Calderón no por el apodo... sino como Infante de Marina.
Con quien se desquitó cuando llegó de cadete antiguo?
La jerga semántica de la escuela naval contenía el vocablo “cadete madre” para definir al bonachón ajeno a los medios feroces para atormentar a los menos antiguos que utilizaban los “cadetes caníbales”; pienso que estaba ubicado en línea moderada de esa catalogación de “madre”. No recuerdo desquite con algún recluta en particular, aunque Jorge Quintero no me perdona y opina lo contrario; hoy, después de tantos años, mantiene dudas de la reputación de mi progenitora, se refiere a mi con epítetos que harían sonrojar hasta en una sala... de detenidos.
Recuerda quien le llevó el primer pudín cuando era recluta?
La sardina que había franqueado las puertas de mi corazón, era amiga de la novia del Guardiamarina Omar Peñalosa del Contingente 34, a quien ella me recomendó muy especialmente como un joven de buenas costumbres; cuando regresaron los antiguos de vacaciones, en la primera franquicia, él tuvo el detalle de llevarme el primer pudín que gentilmente decoró con cremas de afeitar, de dientes y de grifan para los zapatos: detalles de motivación en aquellos días de sueños.
Qué le gustaba más: el pastel gloria o las empanadas?
Para la época de recluta, una “ración” de la cantina del cadete consistía en una coca cola, dos pasteles de gloria y una panelita de leche, todo por la suma de un peso ($1.oo), a ese menú, condiciones y precios me acomodé, además, porque las empanadas tenían más que prioridad, potestad los más antiguos, escaseaban y manchaban la gorra cuando el tiempo no alcanzaba y ordenaban despejar la cámara y no se podían desperdiciar.
Porqué lo
citaron a relación por primera vez?
He sido un tanto dependiente del orden (Regina dice que soy psicorrígido); miren en 1996, en ciudad de México cuando hacíamos curso de Altos Estudios noté sucio el tapagorras, inmediatamente lo cambié y lave el otro; mas tarde Mauricio Soto con quien compartíamos habitación, desconoció su propia gorra a la que yo por equivocación le había cambiado el tapagorras. La primera relación fue por buen servicio; le di una encerada y una brillada al rancho de mi sección que aquello parecía mármol de carrara; mis compañeros me salaron porque senté un pésimo precedente.
Admiró a algún oficial en sus épocas de cadete?
Muchos oficiales de corte prusiano marcaron mi derrotero en aquellos inolvidables días de juventud con alas doradas y dejaron honda huella en nuestra formación: El Capitán de Navío Enrique Román, el Capitán de Fragata Augusto Villafrade, el Almirante Rafael Martínez, el Capitán de Corbeta Enrique Garabito (q.e.p.d.); todos ellos me aportaron en la formación.
Le tocó pagar rutina disciplinaria?
Cuando cursaba Segundo Año, hubo una hora de trote para toda la compañía “Alfa”; en el desarrollo del castigo durante la noche, se presentaron roces con los cadetes de Tercer Año porque ellos se resistían a alargar el paso y ello podía incrementar la sanción; con los roces hubo mutuos empujones, el paisa Guillermo Zabala se resbaló, se raspó, parte al Oficial de Guardia, juicio de responsabilidades en medio de la oscuridad, caqui con armas y par días de rutina disciplinaria.
Llegó alguna vez joche de franquicia y por qué?
En 1967, se realizó un crucero a Estados Unidos y Canadá a bordo APD ARC Almirante Padilla, que fue inolvidable porque llenó muchas expectativas de los bríos de juventud, del cual pudiera escribirse un tratado anecdótico (incluido un beso en la boca que un negro como de 2 metros le dio al loco Torres cuando transitábamos por Central Park; cada vez que le recordaban el ósculo de aquel moreno, Luis Enrique Torres salía despedido a vomitar); en New York salimos de franquicia con las hermanas del Negro Torres, precisamente; ellas eran muy bonitas (aunque lo duden por la figura del hermano), ambles y alegres quienes nos atendieron maravillosamente y por compartir con ellas nos retardamos dos horas al termino de franquicia. En Halifax, el Señor Teniente de Navío Holdan Delgado nos facturó el retardo y dolorosamente perdimos dos franquicias en aquel puerto maravilloso donde habían previsto que cada Cadete tuviera una sardina canadiense para asistir a un baile de gala que ofrecieron a muchas marinas presentes en aquel puerto.
Fue edecán naval?
En 1964 se realizó el reinado del algodón en Buga, la mamá de Juan José Bellini era Directora de Turismo del Valle, ella gestionó el servicio de edecanes y allí fuimos a dar un grupo de guardiamarinas y cadetes, -incluido Bellini desde luego- al mando del Capitán de Corbeta Hernán Ramírez Yuste, jefe de Estudios, un soltero incorregible. Fui edecán de la candidata de Antioquia. En 1968, prácticamente todos los contis del 38 fuimos edecanes en el concurso de belleza de Cartagena; me correspondió Cundinamarca; ese reinado tiene más cuentos que el pato Donald, recuerdo que el Charrito Oramas tuvo traga crónica de la candidata del Cesar; anduvo desesperado buscando un compositor y terminó con el “maestro Espumas” -un músico que recorría las playas de Boca grande ofreciendo sus interpretaciones-, para que le compusiera un vallenato a la chica del Cesar y congraciarse con ella.
Sin "chicanear" cuente sobre sus novias de cadete?
Soy tímido con dominio de situación - Carmencita de Soto se resiste a enmarcarme en ese rango de personalidad-, no fui un lanzado como Jorge Serpa, Alfonso Calero o el Loro Indaburo, y cuando ingresé a la escuela, una niña bogotana, ya anidaba en mis sentimientos amorosos; fue mi novia durante el tiempo de escuela pero terminamos cuando ascendí a Guardiamarina. El vacío lo llenó una sardina Cartagenera que más tarde me gallaninació olímpicamente un Teniente de Navío; esa pareja tuvo la osadía de enviarme invitación a su boda, hoy están felizmente casados. Más que novias, en ocasiones le hice la segunda a los compañeros “mamines” y salía con la amiga fea de la pareja de ellos, pero como decía Mauricio Soto: entre más bagre menos espinas.....
Para
atravesar el caño se embarcó en la “Lulú” alguna vez?
Para nada, la “Lulú” tenia tripulación y armadores de dotación con los libidinosos, como Emilio Balen (q.e.p.d.), Alfonso Calero, Carlos Olmus, el Negro Torres, el Maestro Bernal, el Loro Indaburo, quienes además, parecían accionistas del “otro lado del caño”-hasta repartían tarjetas de propaganda que les pagaban con “favores”-. Las “diligencias” que desarrollaban los lanzados en aquella embarcación de Eros, los atortolados las hicimos por tierra y en tiempo de franquicia.
Usted era de los que se fondeaba en clase?
Desde luego, por esos motosos y las zaperías de cadetes más antiguos se pagó mucho trote. En una ocasión, Ricardo Wiesner se durmió en clase de ecuaciones diferenciales con el profesor Polo quien se percató del estado de somnolencia y mientras presentaba una ecuación en el tablero, con sevicia diabólica preguntó: “Wiesner cuál es la tangente de 45º?”, Ricardo sobresaltado respondió “0 profesor”, Polo en tono de reproche dijo “que 0, es 1” y Ricardo impertérrito aclaro: “ahhh, ya la cambiaron...”, estalló una risotada general; las estridencias del loco Torres con caída de silla, llamaron la atención del OGB a quien no le hizo gracia el chispazo matemático y esa nos brindo trote previo a la recogida.
Fue alguna vez paciente del Enfermero Pinto?
Peor aún, caí en las manos facultativas del Doctor Mutis, quien sin ningún reparo una tarde allí, sin más me circuncidó; como no existía horno crematorio profiláctico, nuestro benemérito enfermero Pinto llevó un gato esquelético de la cámara de suboficiales y lo colocó debajo de la camilla donde me hicieron la intervención. Tiempo después cuando operó de la nariz a Jairo Quiñónez me enteré que mi Teniente Mutis era Otorrino, que tal ah?
Más que chocolates compraba bocadillos porque eran más baratos, se recibía mayor tamaño por menos precio y el punto de “derretimiento” entre las medias o entre la gorra era muchísimo mas alto que los chocolates; además, cuando ello sucedía, presentaban un aspecto mas desagradable que los chocolates; quien se hubiera comido un bocadillo escondido ahí por Darío Páez?. Fui un convencido que Pinto tenia toda una organización comercial clandestina de “reducidores” impenetrable, en la cual admitía como socios a los caníbales de segundo año, quienes previa sapería de nuestro enfermero, decomisaban lo que él vendía a los reclutas, se lo entregaban a Pinto para reventa. Si me equivoco que Pinto aproveche estas paginas para defenderse o no?
Lo alojaron en el calabozo?
No, pero cuando guardaron al maestro Bernal y a Otoniel De la Cruz les llevé glorias y coca cola.
Por qué en la Escuela dejó fama de "chicharronero"?
La vida de escuela, se complementaba con un buen chicharrón si era posible, como banda de guerra, cantinero, sacristán, equipo de natación (se entrenaba en el Caribe), cadete de La Corredera; ello, en ocasiones funcionaba para desarrollar actividades extracurriculares, incluso servía para estudiar fuera del aula sin el asedio de brigadieres y blondas de guardia. Fui cantinero, después redoblante de la banda de guerra y más tarde tuve acceso a la Corredera, allí terminé de director durante dos ediciones.
Después de cuarenta años que añora de esa época?
En un programa reciente de televisión, hubo una encuesta callejera donde preguntaban “cual es el mejor afrodisíaco”, se habló de mariscos, selenio, un cuerpo escultural, ungüentos chinos, el borojó (este lo mencionó Jorge Páez) en fin, una dama paisa con desparpajo dijo “pues cual va a ser, la juventud”. Hubiera sido muy intenso tener la experiencia y las vivencias de hoy con la juventud de aquellos días; ustedes que opinan ah?. De pronto añoro la comunión de valores, la identidad de intereses, la desprevención, la sinceridad, la lealtad de ; en el marco de esos patrones de conducta Colombia seria mejor.
Qué siente y recuerda cuando llega a la ENC como uno de los Almirantes de la Armada?
La escuela naval deja huellas indelebles en todos los que llegan a su seno institucional, miren como nació La Corredera del 38; siempre recordaré que durante el tiempo de escuela, transcurrieron momentos maravillosos, alegres e imperecederos de mi juventud; allí encontré a quienes hoy son amigos incondicionales en todas las circunstancias de la vida. En la condición de oficial de insignia, al llegar a la escuela siento palpitar el progreso de la Institución Naval, percibo el aroma del desarrollo dinámico permanente, mas, cuando como de oficial durante dos años desempeñé cargos académicos y de Comandante del batallón de Cadetes, donde dimensioné esa transformación.
Su opinión sobre La
Corredera del 38?
Me identifico con la esencia de su creación; en este reportaje se matiza en todo su contenido esa genial idea de convocar un grupo de hombres cargados de años y de realizaciones, en torno a sentimientos nobles como la amistad, el compañerismo; con un marco de añoranzas de juventud y de ideales del mar, para coincidir todos en la Escuela Naval, y hoy, esculcar los anaqueles del recuerdo y reencontrarnos de nuevo en diferentes actividades, en distintos campos con propósitos interpersonales comunes y darle urras a la vida por todo lo logrado, con Mauricio Soto de estandarte. La Corredera del 38 ha llenado un vacío de intercomunicación; sus 350 y más suscriptores han devuelto con creces a quienes ingeniaron lanzarla al ciberespacio. Gracias enfermero Pinto, le perdono lo del gato hambriento pero no la desfiguración...
Qué mensaje desea enviar a sus Contis?
Que desde hace 39 años, una noble institución nos troqueló dentro de valores ciudadanos y especificaciones de hombres de bien enmarcados en honestidad, lealtad, compromiso, honestidad, responsabilidad y solidaridad.
Que hoy, en el tercer milenio, ser patriota tal vez no exija actos heroicos que después reproducirán los textos de historia y las paginas web, pero hacer un país, luchar por el bien de todos, hacerlo crecer, afrontar las dificultades y enfrentar retos, exige miles de hombres de bien dispuestos a dar el ancho de la tela.
Hoy Colombia clama por esos ciudadanos; por colombianos que no pierdan la esperanza en el futuro y crean en la posibilidad de soñar y construir una patria próspera que de cabida para todos.
Colombia implora hombres de bien que no arrojen papeles, que no pinten las paredes, que acaten las señales de tránsito, que paguen los impuestos, que respeten los espacios públicos, que no contaminen el ambiente, que sean solidarios en la adversidad nacional, que sean útiles a los demás.
Colombia pide ciudadanos que se sientan responsables del futuro; que desde cada uno de los espacios del poder, por simples que parezcan, le apuesten con el corazón, con la mente, con humildad, con la fuerza de sus capacidades para demostrar como si es posible fraguar el país que nos merecemos para dejar a nuestros hijos una nación donde se es libre, productivo y feliz; para demostrarle al mundo que más allá de la violencia y por encima del narcotráfico, tenemos mucho más por delante para ofrecer.
Colombia añora hombres de bien que unidos en el trabajo arduo y constante, puedan construir a la patria que queremos y reconozcan que el futuro del país es la sumatoria de las ejecutorias y las decisiones que tomemos hoy como personas, como entidades, como instituciones en los ámbitos nacional, internacional y local. Colombia reclama ciudadanos de la talla de los “Contis” que se queden en el país, que inhalen esperanza e irradien futuro para enfrentar los grandes retos y salir de la encrucijada.
En fin, Colombia tiene sed de que ese troquel de “Contis” se incremente en progresión geométrica con ciudadanos que se sientan parte sustancial del conflicto que vivimos y desde el teatro cotidiano de la vida, actúen en el reparto como protagonistas de soluciones.
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Después de dos horas de vuelo ya se sentía el olor a mar...... o tal vez era a mareo de alguien. Aterrizamos y al abrirse la puerta del avión el primer impacto!!! Del trópico 50° como mínimo, eso es como una cachetada con la plancha de Petronila, la de por días. Pero como SOS un macho aguantas y seguimos pa´lante. El taxista nos lleva por las hermosas playas de Marbella, chapuceando sobre los hilos de agua, que regresan después bañar esa extensa playa, cuando la ola muere en lo mas alto de la arena cálida. Que romántico suena eso pero que desastre para el carrito, podrido hasta la tapicería de hule. Crespo, Marbella, El Cabrero, La Ciudad amurallada, Chambacú, La Pedro de Heredia, El Bosque y Manzanillo, toda una historia para llegar a la Escuela Naval de Cadetes. En la guardia interna espera el oficial de guardia, teniente de Navío Medina quien nos da la bienvenida, la pinta es lo de menos, mono, grande, cuajado, pintoso, mejor dicho, se siente uno en la ruta del mar, el futuro Almirante.
Pero primero lo primero, tumbis de melena, por el sádico Plinio y sus secuaces, caqui para todos, haga fila, córrase pa´lla, córrase pa´ca. Sude, sude y sude, que con cada gota de sudor se van desvaneciendo esas imágenes de los siete mares y una novia en cada puerto. Van pasando las horas en este tropel y cuando menos pensamos ya es de noche y parece que esto ya no tiene reversa, solo queda la ultima revisión. Nos reúnen en el coliseo y comienzan a llamar lista, Abril Darío, Arboleda Jaime, Arenas Fernando, ....y van cayendo uno a uno, hasta llegar al final, Velandia Sigifredo, Wiesner Carlos. Terminamos, pero se oye un grito “ ¿¿ Quien no ha sido llamado en esta lista?? “, levanta la mano uno de los ejemplares entre el montón, otro grito “¿Cómo se llama el joven? “ SIMÓN TEMPLAR “ silencio por unos segundos, mientras los guardiamarinas buscan en sus listas, mientras comienza a sentirse en el ambiente un murmullo acompañado de unas risas apagadas que van en creccendo, hasta reventar. (En este momento no recuerdo el nombre de ese aspirante, pero lo recuerdo como un mamagallista de primera y un excelente músico, marimbero de la banda de guerra, aclaro me refiero a la marimba de la banda de guerra.
Recuerdan a Roger Moore en los años sesenta conduciendo su Volvo, pues yo no me acuerdo, pero ya era famoso El Santo, Simón Templar
Este fue el arranque, aquella noche, sin saber lo que nos esperaba. En los siguientes días, empezamos por aprender atropelladamente todo el lenguaje naval, Piso, Laca, Recogida, Imaginaria, Alza arriba, Jardines, Rancho, Pañol, Flano, etc.Tienen 45 segundos para desvestirse, ponerse la pijama y doblar la ropa en cuadro sobre el piso. “!YA¡”, ni medio parecido a lo que habíamos aprendido en nuestras casas. Un butaco. Y no me refiero a Urrego.
Colocan toda la ropa y los elementos de aseo bien ordenados en la laca. Eso no era para el pelo de las mujeres?
La recogida es a las 9 de la noche en el patio de armas. Nos irán a poner a recoger caracoles y corales de colores?. Recuerdan aquel chiquitín que esperaba dejar limpio de caracolejo la isla de Manzanillo??
Esta noche prestan guardia de imaginaria los siguientes cadetes......... para mi esas noches eran tétricas, no por la trasnochada o la levantada a altas horas de la noche, noooo. Entrar a un salón lleno de cuerpos cubiertos con una sabana, todos quietecitos, uno, dos, tres, cuatro,................y preciso el quinto se levanta como un resorte y dice “!hermanito era así, así, así ¡“ y señala, con una mano el tamaño del brazo, luego suavemente se recuesta nuevamente y sigue durmiendo como un bebe. Petrificado tomamos aire y vuelva a comenzar uuuno, dooooss, tretrettres.......
Alzaaaaa Arribaaaaa, !levantarse¡, tienen un minuto para formar en el patio. El de arriba porrazo seguro al bajar de la cama y el de abajo le cae semejante gordo. Y así de aporreados y maltrechos a hacer ejercicios. Cuantos fuimos a parar al primer piso con la orden de pasar a los jardines para lavarse los dientes?
!Pasar a los ranchos¡ Paja en el techo y adobe en la paredes. Mapas en las sabanas.
Madame Minier y sus: aveg millito, pog
hablag una hoga de tgote.
6 Enero
de 1960. En esta fecha el mundo se conmovía con el comienzo de lo que en
Colombia se denominó el movimiento de la Nueva Ola; Bill Halley y sus Cometas
imponían el Rock del Reloj; Elvis Presley escandalizaba a Norteamérica con su
música, sus contorsiones y vestimentas extravagantes; en Colombia Pablus
Gallinazo y Oscar Golden enternecían a la juventud con "Una Flor para Mascar" y
"El Cacique y la Cautiva" a la vez que Alfonso Lizarazo con el Club del Clan
iniciaba una era en la música para la juventud, como no recordar: "Despeinada",
"Se te corre la media", No tengo edad para amarte", "Llorando estoy", "Zapatos
rotos".
Bogotá se preparaba sorprendida para sus primeros carnavales auspiciados por el alcalde Juan P. Llinás. La calle 60 reventaba del entusiasmo de una juventud que quería revelarse contra lo establecido hasta el momento, los hippies cambiaban la manera de vestir y de divertirse; la poesía y la literatura se escandalizaban con las ocurrencias y las irreverencias de Gonzalo Arango y sus contertulios del “Nadaísmo”; en la universidades y en las tertulias de intelectuales se empezaban a estudiar las enseñanzas de Heiddeger: “de nosotros depende ver e interpretar los signos de Dios. No podemos confiar en demostraciones concluyentes que aquieten nuestra angustia: solo quien sabe ver en el silencio de Dios y en el propio fracaso de la razón humana una última llamada podrá dar sentido a su libertad”. Las obras de Jean Paul Sartre: "El Ser y la Nada", "Los caminos de la libertad", "El existencialismo es un humanismo", divulgaban su existencialismo ateo: "La convivencia es una lucha por degradar la subjetividad ajena en objeto a nuestro servicio y a la vez una constante tentación de renunciar a nuestra libertad mediante toda clase de alienaciones.”
A las siete de la mañana, un grupo de tímidos adolescentes colombianos, cumplíamos una cita en la carrera 13 con calle 28 de Bogotá, frente al Edificio Bochica, sede entonces del Comando de la Armada Nacional, para iniciar viaje de Bogotá a Cartagena, como aspirantes a una nueva vida de conocimientos, aventuras y servicio a la patria. A esa hora, nos treparon en camiones grises, entre sollozos y adioses de nuestros amigos y familiares para ser conducidos al aeropuerto internacional de Techo, donde nos esperaba un moderno DC-3 de la Fuerza Aérea, en el que salimos para la ciudad de Barranquilla.
Recuerdo algunas de las caras que me acompañaron en esa travesía: los hermanos Luis Alberto y Jaime Rojas, los cachaquísimos Gabriel Corredor y Rafael Barón, el Pollo García, Sergio el "Zapatón" García, otro gordito Luis Alberto Bernal, Ricardo Morales, Sergio Oliveros, Bernardo Acevedo Porto, Alfonso Martínez.
El viaje duraría unas tres o cuatro horas; nos esperaban unos buses en los que pasamos por la Escuela de Grumetes para recoger allí al Gordito Oscar Barón Reyes y a Humberto Alfonso Granados, quienes por sus especiales cualidades habían recibido la beca para la Escuela Naval de Cadetes. Y de ahí, previo paso por las inolvidables arepas de huevo de Luruaco, a Cartagena.
Llegamos alrededor de las ocho de la noche, con un hambre de reclutas. Nos recibió el Oficial de Guardia del Batallón, Teniente de Navío Jorge González Echeverry, en impecable mess jacket, quien con estupor exclamó: “ustedes que hacen aquí, a mi no me han avisado nada, yo no tengo comida para darles”. A lo que el Gaby Corredor comentó: “por lo menos aquí los meseros son elegantes”.
Rafa Barón con toda su cachaquería, no sabía que hacer con unas ganas terribles que tenía de ir al baño, por lo que en medio de contorsiones le preguntó a uno de los cadetes que pasaba por la guardia externa, sitio donde nos tenían, mientras se resolvía que hacer con nosotros, a lo que el “antiguo” le contestó: pues en el jardín, recluta.
En medio del estupor que nos produjo esta respuesta, los que teníamos ganas, que éramos varios, nos dirigimos al edificio de aulas donde vimos el jardín más cercano y con el mayor desparpajo procedimos a darle descanso a nuestras rellenas vejigas. Cual no sería nuestra sorpresa cuando el Oficial de Guardia, en medio de imprecaciones nos impuso el primer castigo de nuestra vida militar por exhibicionistas y contaminadores del medio ambiente. Sin embargo, uno de los castigados se atrevió a preguntar la causa del disgusto del Oficial, con lo que nos enteramos que el lenguaje marinero no era igual al español y que seguramente, antes de entenderlo, iríamos a tener quien sabe cuánto sinsabores.
Debo aclarar
para los “más nuevones” que nuestra llegada fue a la escuela de Bocagrande. El
traslado a la sede de Manzanillo fue en la Semana Santa de 1961 y será motivo de varias colaboraciones a nuestra
querida Corredera del 38.
Por:
Roberto Mora Gaitán
CN
41-017
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Debe su nombre al famoso navegante y cartógrafo italiano que daría nombre al Nuevo Mundo. Este barco fue botado en 1931, y antes del inicio de la II Guerra Mundial efectuó campañas de instrucción por el norte de Europa. Desde su puesta en funcionamiento no ha cesado de realizar viajes de este tipo, a excepción de los años 1940, 1944 (por enfrentamientos bélicos), 1964 y 1973 (por reformas).
Los cruceros de instrucción a bordo de este velero suelen durar una media de 100 días. La armada italiana dispone además de un segundo navío para adiestrar a suboficiales, el "Palinuro". Ambos son asiduos visitantes del puerto de Cádiz.
Aparejo:
Fragata de 3
mástiles |
Motor
:2
Diesel
Fiat de 950
HP | ||
Puerto base: | Livorno | Propietario: | Armada italiana |
Trinquete
Romántico
POESÍA
MARINERA
EL MAR, LA
MAR
‘
El mar...
La mar...
¿El
mar? ¡Solo mar!
¿Por qué me trajiste, padre, a la
ciudad?
¿Por qué me desenterraste del
mar?
En sueños, la marejada me tira del corazón.
Se lo
quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá?
Gimiendo por ver el
mar,
un marinerito en tierra pronuncia este
lamento:
«¡Ay mi vida marinera!
Siempre mi
rostro lo acariciaba el viento
Y sin las olas... mi alma
morirá»
SI MI VOZ MURIERA EN
TIERRA
‘Marinero en
tierra’
Si mi voz muriera en
tierra,
llevadla al nivel del
mar
y dejadla en la
arena.
Llevadla al nivel del
mar
y nombradla
capitana
de un bajel de
guerra.
¡Oh mi voz
condecorada
con la insignia
marinera:
sobre el corazón un
ancla,
sobre el ancla una
estrella,
sobre la estrella el
viento,
y con el viento mi voz...
la que dejaste en la
arena
Rafael
Alberti (1935)
PIRATA
Pirata de mar y cielo, si no fui ya, lo seré. Si no robé la aurora de los mares, si no la robé, ya la robaré.
Pirata de cielo y mar, sobre cazatorpederos, con seis fuertes marineros, alternos, de tres en tres.
Si no robé la aurora de los cielos, si no la robé, ya la robaré.
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DERECHO DE PETICIÓN
SOBRE PADILLA |
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HUMOR NAVAL
Por: Boxer
¿Cuántas anclas
tiene un barco?
Once, porque siempre dicen "eleven anclas". Un marinero viajaba con su
capitán, y cuando ya estaban por llegar a su destino, el marinero insistió
hablar con su capitán en el fondo del barco, el capitán al principio no
quiso, pero el marinero insistió más y consiguió llevar a su capitán al
fondo del barco, fue cuando el marinero le pidió permiso para que
abandonará el barco antes de tiempo. El capitán molesto le dijo:
¿Y para decirme esto me llevaste al fondo del barco? El marinero le dijo: Lo que pasa es que me dijeron que usted es muy malo, pero que en el fondo es bueno. ¿Cuál fue la
última frase que se escuchó antes del hundimiento del Titanic?
Dejad que navegue ella. Una vez un
marinero fue donde su capitán muy asustado gritando:
¡Capitán, capitán, nos hundimos! El capitán le contesta: No chico, es que éste es un submarino. El capitán de un
barco que se hunde grita desesperadamente:
¿Hay alguien a bordo que sepa rezar con devoción? Sí, yo, responde un pasajero. ¡Perfecto, porque nos falta un chaleco salvavidas! ¡Marineros! ¡A abordar el
barco!
Y el barco quedó precioso Capitán: ¡Todos a bordo!
Y Bordo se murió aplastado. ¿Por qué un
naufrago se pone a llorar y gritar en el medio del océano?
Para desahogarse. ¡Capitán, capitán, hemos
perdido la guerra!
Maldición, pues búsquenla enseguida. ¿Para qué son las
velas de los barcos?
Para que no se queden a oscuras.
¡Todos al cuarto
de máquinas!
Y Máquinas durmió en el pasillo. ¡Den vuelta a
estribor!
Y Estribor quedó patas arriba. ¡Suelten
amarras!
Y marras salió y se los comió a todos. ¡180 grados a
Babor!
Y Babor murió calcinado. El capitán
dijo:
¡Suban las velas! Y abajo se quedaron a oscuras. Este es un
hombre que está en un barco y le pregunta a un marinero:
¿Dónde está el capitán? Y el marinero le responde: Por babor. Y le dice el hombre: Ah, usted perdone, por babor, ¿Dónde está el capitán? La galera
Romana con 200 galeotes y de pronto les dice el Capitán:
Galeotes, les informo que después de 2 años y 312 días de navegación les voy a dar 2 noticias, una buena y otra mala. Todos los galeotes gritaron: ¡La buena, la buena! Y dice el capitán: La buena es que al fin se van a poder cambiar los calzoncillos, y la mala es que; tú Augustus, te los cambias con Octavius, tú Marcus con Alfonsus, tú Micaelus con Porfidus... ¿De qué murió la
mujer del capitán Garfio?
De una caricia. Un marinero a
punto de morir le relata a la prensa la tragedia en el barco. El cap..., el capitán tuvo la culpa de todo, el dio la orden, suelten a..marras y claro, marras mordió a toda la tripulación. |
ZAFARRANCHO GRÁFICO
REUNION DE CONTIS EN "PANTALONETA Y
TENIS"
El
pasado sábado 8 de febrero, ante la grata circunstancia de
encontrarse en Bogotá, el ahora "Gozque-rry fino" Chepe Calderón CN
38-004, el Conti Jorge Serpa CN 38-082, invitó a
su residencia a un grupo de compañeros
para
corresponder atenciones y rememorar el pasado, chismosear el
presente y meditar sobre el futuro.
MAS DE CUATROCIENTOS
AÑOS EN UNA GRAFICA
De izquierda a derecha aparecen: Carlos Oramas
Leuro, Jorge Serpa Erazo, Ignacio Ochoa, José Ramón Calderón, Mauricio
Soto Gómez, Fernando Lersundy, Jorge Alberto Páez Escobar y Sigifredo
Velandia Rocha.
VELANDIA TODAVÍA
CANTA
Sigismundo canta, el Charro
observa y el Perro acompaña-
ARREPENTIMIENTO
TARDÍO
Sigifredo Velandia, con
arrepentimiento naval y contrición de exfumador le confiesa al señor
Comandante de la ARC y Vicealmirante Mauricio Soto sus faltas como
oficial naval y esposo de Vilma.
LERSUNDY
CHICANERO
Mientras Fernando
Lersundy con histrionismo, emoción y exageración relata a Chepe
Calderón, Gladys de Serpa y Jorge Serpa, sus últimas experiencias en su
nueva vida de soltero, Carmencita de Soto susurra al oído de Vilma de
Velandia las causas por las cuales Fernando Lersundy no levanta
"nada" en el mercado.
LOS RESTOS DE
UN GRAN EQUIPO
Los
otrora miembros del equipo invicto de basketball de la
ENC Chepe Calderón, Jorge Alberto Páez y Fernando Lersundy.
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