|| Servicio informativo del enfermero Pinto
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Informativo virtual
para integrar la familia naval colombiana
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Nº 172
2015
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Unidos por el mar
y exhaustos por el
último poste
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Por: Capitán de Navío (RA) CARLOS PRIETO AVILA
Según el Diccionario de la Lengua Española, CORSARIO: se dice del buque que andaba al corso, con patente del gobierno de su nación. Se dice del capitán de un buque corsario y de su tripulación. CORSO: Campaña marítima que se hace al comercio enemigo, siguiendo las leyes de la guerra. Campaña que hacían por el mar los buques mercantes, con patente de su gobierno para perseguir a los piratas o a las embarcaciones enemigas.
Para los propósitos del análisis de los personajes a los que nos referiremos más adelante, es necesario tener bien claro que los corsarios, eran marinos profesionales que actuaban sólo en la guerra entre naciones y bajo la llamada patente de Corso, extendida por uno de los países en conflicto; saqueaban los barcos que, en este caso, llevaban las riquezas de América a España y viceversa. Con el producido de dichos ataques financiaban el Estado que los avalaba y obtenían de éste un reconocimiento económico previamente pactado.
Adicionalmente actuaban como marina de guerra, enfrentando navíos militares cuando las circunstancias lo exigían o como tropas de asalto en tierra si ello era necesario.
Por ser pertinente, veamos lo que dice Enrique Román Bazurto en el tomo I de su obra: “Análisis Histórico del Desarrollo Marítimo Colombiano”, hablando de las Ordenanzas de Corso, del 20 de Julio de 1801, en las que España, ante la pérdida paulatina de su poder naval, se cuyos aspectos pertinentes se pueden resumir así: “la patente la podían otorgar los comandantes militares de marina, previa fianza, como garantía de no hostilizar buques de la nación o que arbolaran pabellón de país que estuviera en paz con la corona. Además, los servicios prestados a bordo de buques corsarios eran reputados como servicios en la armada y su tripulación gozaba del fuero de marina, mientras estuviera en vigor la patente; por esto se puede entender la gran cantidad de corsarios que después de la guerra de independencia, fueron considerados como héroes y hombres ilustres en la nuevas armadas americanas”.
Ante la falta de medios para buscar su independencia, las nacientes repúblicas americanas, se vieron obligadas a recurrir a éste recurso, el que en el caso de la Nueva Granada, fue definitivo para la futura organización de su marina de guerra y su posterior dominio del mar territorial. Concurrieron entonces marinos de varias nacionalidades: franceses, ingleses, irlandeses y hasta de la vecina Isla de Curazao.
Por considerarlo un personaje especial, en cuanto a su formación, su amor por las ideas de libertad, la forma casi anecdótica como vivió, a pesar de no ser de las figuras más influyentes de nuestra historia, vamos a empezar el relato de las vidas de algunos de estos personajes por: Louis Michael Aury.
Nace en París en el suburbio de Mountroge, hacia 1781, hijo de Louis Aury e Isabel Maigne; cuando tiene la edad apropiada, se enrola en las filas de la Marina de Francia, de tal manera que cuando tiene 20 años, lo encontramos en Las Antillas, desempeñándose como grumete, a bordo de una fragata de ese país. Sin duda alguna, los sucesos de la Revolución Francesa, desarrollados entre 1789 y 1799, y los principios de igualdad, fraternidad y libertad, debieron tener una gran influencia durante su niñez y juventud haciéndolo un ferviente defensor de los mismos.
Por eso, cuando Napoleón Bonaparte, se proclama emperador y se hace coronar por el Papa Pio VII en la Catedral de Notre Dame, el 2 de Diciembre de 1804, ve traicionados estos principios y se desembarca en Nueva York, donde estaba surta su fragata. Por supuesto, un espíritu libre como el suyo, no puede servirle a alguien que se adjudica todos los poderes para someter a todo un continente, traicionando las ideas libertarias de la Revolución Francesa.
Inicia así su desempeño en lo que a partir de ese momento, sería el motivo de su vida: el servicio en buques corsarios y el afán de ponerse a disposición de la naciente república americana que precisara sus servicios para proclamar su independencia de las potencias Europeas. Decía en una de sus proclamas: "...no me mueve más interés que el amor a la libertad que es lo que hace toda mi ambición y que estoy tan celoso y orgulloso como el que más por servir y defender una causa que interesa al mundo entero y que debe producir la
felicidad de millones de hombres..."
Aparece entonces a bordo de una flotilla de corsarios franceses que intentaban apoderarse de la isla de Guadalupe; ante la rendición de la Isla a los ingleses, pierde todo y se refugia en Louisiana y luego en Baltimore. Tras arduo trabajo reunió dinero para comprar un barco y luego una flotilla que operó en las costas caribeñas.
Es aquí donde los avatares del destino, lo ponen en conexión con hechos que lo hacen aparecer en los anales de la historia de nuestra independencia; allí se encontraba don Pedro Gual, comisionado por la naciente República de Cartagena, para buscar apoyos a la causa revolucionaria, quien le otorga una patente de corso firmada por él. El 12 de Mayo de 1812, a/b del “Francisco de Paula”, frente a las costas de Cartagena combate, vence y captura al corsario español “Nuestra señora de la Luz”.
Algunos historiadores registran que entre Abril y Julio de este año, los buques corsarios: “Intrépido Patriota”, “Antepresa”, “Nuestra Señora de la Popa”, “Piñeres” y “San Francisco de Paula”, capturaron 15 naves españolas. Debido a esto, el gobierno de Cartagena lo acoge y le otorga el grado de Teniente de Navío de las Provincias Unidas de la Nueva Granada y, unas semanas más tarde, le dio el mando de la Escuadra patriota con el título de Comodoro.
Al mando del brigadier Manuel del Castillo y Rada, el comodoro Aury contribuyó en la defensa de la ciudad amurallada cuando Simón Bolívar la sitió entre mayo y de junio de 1815, iniciándose aquí una larga enemistad entre los dos.
Participó en los acontecimientos que llevaron al sitio y pérdida de la Ciudad Heroica por Morillo en diciembre de 1815. Sin embargo y a pesar de su grado, sus actuaciones en estas lides no fueron muy claras, siendo notoria su falta de apoyo a las unidades patriotas que con gran esfuerzo adelantaban operaciones en la bahía y sus alrededores para aliviar el sitio. Al final de éste, sale de la ciudad amurallada el 7 de Diciembre de 1815, haciendo
parte de la tripulación de la “Goleta Constitución”, en la que además iban entre otros, Carlos Soublette, José Francisco Bermúdez, Mariano Montilla y Antonio José de Sucre.
El 7 de Febrero de 1816, seguramente debido a la influencia de ser el dueño de 13 embarcaciones, tomó parte en la reunión de la Junta General de Jefes Notables en el exilio, convocada por Bolívar en los Cayos de San Luis, en la que el Libertador manifestó su deseo de obtener plenos poderes civiles y militares. Se reunieron en el arrabal de Savane, en la morada de Juana Bouvil, alrededor de 45 emigrados notables, entre los que se encontraban: Santiago Mariño, José Francisco Bermúdez, Manuel Carlos Piar, Gregor MgGregor, Luis Aury, Luis Brión, Francisco Antonio Zea, Pedro Gual, Antonio José de Sucre, Carlos Soublette, Pedro Briceño Méndez, Ducoudray Holstein, Anzoátegui, Salom, Gabriel y Juan Antonio Piñeres.
Por supuesto que quien había desertado de la Marina Francesa por oponerse a los poderes absolutos de Napoleón, no iba a dar en esta ocasión su consentimiento, a pesar de tener la certeza del poco valor de su opinión. Propone entonces conceder el mando a una junta de tres o cinco personas, una de las cuales podía ser el General Bolívar, propuesta que es inmediatamente protestada por el General, a lo que Brión responde sosteniendo la conveniencia de conceder al Jefe Supremo facultades extraordinarias y, forzando una votación inmediata, es proclamado el General Bolívar. Entonces, el corsario Curazaleño, mediante despacho del 8 de Febrero, firmado por Bolívar, es ascendido a Capitán de Navío y fue nombrado comandante de la flota patriota.
El voto negativo de Aury, agregado a los antecedentes del sitio a Cartagena por Bolívar, le valieron su enemistad imperecedera. A partir de esto se creó también entre Brión y Aury, una enemistad feroz que hizo imposible entre ellos, cualquier acercamiento.
Como Bolívar le impidiera tomar parte en la expedición sobre Venezuela, se va entonces para Galveston, donde consigue patente de corso para operar con la bandera Mexicana.
Trata de establecerse en alguna isla del Golfo o del Caribe, participa en la aventura de la toma de la Isla de Amelia, inicialmente bajo las órdenes del General Gregor McGregor y, luego como jefe, en compañía de personajes de la talla de Lino de Clemente y Agustín Codazzi, con quienes intentó liberar a La Florida del dominio español, proclamando en Junio de 1817, la República de La Florida, para desde allí controlar el tráfico marítimo en el Golfo de México y Las Antillas. Los Estados Unidos que ya tenían planes de anexionarse la península, los denunció como piratas y los expulsó el 23 de Diciembre de 1817.
Como vimos, entre los colaboradores de Aury, figuraban otros personajes que más tarde vendrían a tener figuraciones relevantes en nuestra historia como su capitán de artillería, “Agustín Codazzi” y su secretario, “Perú de Lacroix”, después confidente del Libertador en Bucaramanga, además de “Luis Brión” y “Lino de Pombo”.
Finalmente se posa en las Islas de Providencia y Santa Catalina. El 4 de Julio de 1818; Agustín Codazzi al mando de unos 400 hombres, toma posesión de Santa Catalina. En el fuerte “La Libertad”, reconstruido por el ingeniero Agustín Codazzi, establece Aury su cuartel general y nombra secretario de Estado a Louis Perú de Lacroix. Este es otro aspecto sorprendente de la visión de este marino, quien desde entonces percibió la importancia de nuestro archipiélago, estableciendo allí su centro de operaciones, desde el que lanzó múltiples ataques a cargueros españoles y estableciendo en la isla bases económicas y organización política propia. Vivió allí con una bella mulata jamaiquina llamada Lucinda Barrcon con quien no tuvo hijos.
En alguna forma, es Aury quien hace aparecer con sus hazañas e intentos de libertad, por primera vez, los nombres de nuestras islas en los anales de conquistas e ideales de independencia de las nuevas naciones americanas.
Por esos tiempos llegó a las islas el canónigo chileno José Cortés Madariaga quien después de acordar con Aury la libertad de América, lo convence de retomar la vieja idea de liberar Panamá y, dado que Venezuela y Colombia se encontraban sojuzgadas por Morillo, asumiendo el carácter de Ministro Plenipotenciario, le extiende una patente de Corso en nombre de los Estados Confederados de Buenos Aires y Chile. Aury, desde allí se proclama Comandante en Jefe de las tropas destinadas a luchar contra el Imperio Español en la Nueva Granada, a nombre de las repúblicas confederadas de Buenos Aires y Chile.
No faltaba más que ahora, alguna de estas dos naciones, viniera a reclamar, en virtud de esto, soberanía sobre nuestras islas.
Un huracán destruye sus barcos y las plagas minan sus tropas. Siendo nuevamente acusado por Brión de no acudir solícito a la campaña de Panamá, envía, el entonces Comodoro, una extensa carta al congreso Colombiano explicando sus insucesos y el estado de sus tropas. A pesar de todo reconstruye su flota y, la isla, con el tiempo, tiene varias casas, establecimientos comerciales, iglesia, hospital, y un fuerte español restaurado.
En 1820, volvió a ofrecer sus servicios a la Nueva Granada con una docena de barcos y 800 tripulantes; el gobierno presidido en ese momento por Santander, consultó con el General Bolívar, quien, debido a los sucesos de Los Cayos de San Luis, no lo toma en cuenta a pesar de los buenos oficios desplegados por Agustín Codazzi. En Enero de 1821, Bolívar rechaza enfáticamente el ofrecimiento de Aury. Unos meses después, el Libertador, presionado por Santander, lo admite en la marina colombiana, pero solo con el grado de capitán de navío, lo que obviamente no es aceptado por Aury, seguramente considerando que él tenía muchos más méritos que quién ostentaba el grado de almirante en la marina patriota: Luis Brión. Vuelve entonces a su refugio de Providencia.
Sucede lo increíble y anecdótico, que siempre rodea la vida de estos enigmáticos personajes. Después de comprometerse en incontables combates no sólo en el Mar Caribe sino en el Atlántico, de sembrar el temor entre los navegantes de esos mares, de apresar buques de muchas banderas y desafiar a la muerte en innumerables acciones, allí, después de sufrir un accidente al caerse de un caballo, en uno de sus paseos por las playas idílicas de la Isla de Providencia, en la madrugada del jueves 30 de Agosto de 1821, muere en la isla de Santa Catalina donde, como único homenaje, el fuerte construido por Codazzi aún lleva su nombre.
El 23 de junio de 1822, con el beneplácito de los franceses, fue proclamada la adhesión del archipiélago a la constitución de Cúcuta y las islas se convirtieron en el sexto cantón de la provincia de Cartagena.
Al morir Aury fue reemplazado en el mando por Severo Courtois. Este y sus lugartenientes fueron rápidamente aceptados en el seno de la patria. El más famoso fue Agustín Codazzi de cuya vida de corsario poco se habla y es recordado como magnífico geógrafo y general; Guillaume Edouard Coutin Brisson, su edecán, sería nombrado por los partidarios de Bolívar juez promiscuo y gobernador del Chocó durante los hechos que llevaron al asesinato de Córdova, jugando papel preponderante en el congreso de Buga al evitar la anexión del Gran Cauca al Ecuador.
Como corolario de ésta breve reseña, y por considerar un magnífico resumen de lo que fue la vida de este insigne marino, veamos la siguiente cita del historiador argentino Carlos A. Ferro en su obra “Vida de Luis Aury” editada en Tegucigalpa en 1973: “marino Francés ignorado en Francia, Brigadier general de la revolución Mexicana desconocido en México; libertador de la Florida subestimado en esa tierra de sus hazañas; General en jefe de una escuadrilla Argentina de la que nunca oyeron hablar los Argentinos, un capitán de navío de Venezuela del que no habla el diccionario de los próceres. Comodoro de la República de Cartagena, uno de los libertadores de la Nueva Granada y Proclamador de la independencia de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, negado por los Colombianos, libertador de Galveston y gobernador de Texas desconocido por texanos y mexicanos, héroe de la libertad de Honduras, Nicaragua y Guatemala proyectando liberar Panamá bajo órdenes de San Martín, sin una página en la historia oficial de la antigua República Federal Centroamericana”.
Por David Escobar Gómez / 42-044
Recuerdo a muchos compañeros del contingente 42, unos más que otros, desde luego, dado el acercamiento de la misma formación de cada sección, y por afinidad de caracteres o venir de la misma tierra, digamos que encontrarnos con las mismas intenciones, o las prácticas culturales que nos diferencian o que nos unen a cachacos y costeños. En fin, no se trata de hablar de las diferencias, pero si de un caso muy particular: el cadete “T” que no vale la pena llamarlo por su nombre del registro civil, como podrán darme la razón, ni mencionar su origen, para no despertar alborotos regionalista con este escabroso relato. Pues, la Escuela, con sus políticas de formación de militares navales, con el tiempo, va borrando acentos para unificar a todos en un lenguaje naval, que no es necesario dar muchas explicaciones.
En nuestros tiempos, la mayoría de reclutas eran menores de edad, y nadie decía nada. No obstante, unos compañeros eran tan niños, que su tono infantil no podían ocultar; pero en los primeros días, porque a punta de castigos los obligaban a engrosar la voz o simular ser todos unos hombres, y entonces, se dormía uno escuchándolos gritar encima de los cañones que dan al mar: “ Yo soy un hueva, yo soy una hueva…”
Como es sabido, la organización de los regimientos, o la necesidad de usar la fuerza viene desde los comienzos de la Humanidad, en la que el hombre se aprovechó de la misma naturaleza y de ella sacó un garrote para imponer el orden y obligar a que le sirvieran la comida a su debido tiempo.
Con el desarrollo de las sociedades, fueron aprendiendo la necesidad de mejorar en todos los aspectos, y en nuestro caso particular, en la formación de militares seleccionando los mejores hombres y mujeres, sea, los buenos cerebros.
Pues de eso de trata, de tener la habilidad de sacar del mercado de la civil a lo mejorcito para lograr los mejores resultados en la vida de la milicia, sea de mar, o de agua dulce, a la larga. Digamos que cumplir con los objetivos de alineación de seres humanos con vocación a someterse a la disciplina de la marcha y obedecer a unos principios muy respetables. Así como se someten los músicos de una orquesta a seguir la misma partitura y logran sintonizar sus cerebros por intermedio de sus instrumentos musicales.
Entonces, para no irnos muy lejos, como todos los lectores saben, hay unas políticas de selección de aspirantes que optan por la carrera naval. Y así han llegado a surgir eminentes oficiales, y para otros la Escuela les sirvió para lograr otros objetivos una vez fueron dados de baja, o retirados por su propia voluntad. Pues el cuento es servir a lo bien a la sociedad en cualquier asunto…!Cámara! Venga.
El cadete “T” se les coló a los del reclutamiento de entonces. Pues, desde un comienzo mostró que no era del común el personaje que nos ocupa. Pero humano a fin y al cabo, pues deberá marchar y aprender a cumplir con el reglamento y las buenas costumbres dirían, entonces, las irá tomando. Precisamente, ese es un objetivo del cerebro de alto rango, que todos sus subalternos marchen al ismo compas, que entre otras cosas es una
delicia estar conectados neuronalmente. Digamos, como bailar apretado con una morena bien sabrosa, desde la recogida hasta el alza arriba.
Lo que sé de “T”, lo sé porque formaba a mi izquierda, en la fila, y compartíamos “camastrote”. Pero no hicimos amistad en llavería y tampoco nos molestábamos, más bien había como un respeto mutuo y nada de confiancitas. Si no estoy mal, fue al primero que dieron de baja. No alcanzó a durar ni un mes, creo, ni al comienzo de las clases. Se fue… y nadie supo más de “T” en la Compañía Bravo.
Su manera de ser era la de una persona intrépida, resuelta, y pasaba como una persona normal. Apenas estábamos aprendiendo a marchar los de mi fila, con el fusil al hombro por las vías internas y en fila india, sin banda de guerra ni nada solamente guiados por la garganta del brigadier nuestro que nos daba las instrucciones propias de alzada de brazos y la varonil manera del paso firme, marcial, cuando, de pronto grita el brigadier:
– ¡Aviones enemigos!. Corrimos – de acuerdo a la instrucción dada- a meternos a las supuestas trincheras para que no nos viera los pilotos de la insurgencia, y pasado el supuesto aparato, se regresaba al ejercicio para afinar las mentes, y dele, que te dele.
– Formar, y quier, quier, quier dos, tres cuatro. Levantar los codos…mirar al frente.
A la tercera vez, de casualidad, levantaba vuelo sobre la isla de Manzanillo una nave comercial, y el brigadier aprovecho para darle más énfasis a su ejercicio de entretenimiento de orden cerrado y escuchamos nuevamente.
– ¡Aviones enemigos!, –corrimos a meternos de bajo de las escaleras de los ranchos menos “T” que siguió marchando como si nada, y el brigadier, muy indignado, le ha gritado:
– ¿No escuchó que aviones enemigos, recluta “T”?
– Mi brigadier, ese no es enemigo, ese es de Avianca –explicó, con… ¡una seriedad!
Que… quedamos en suspenso.
– Deje de ser chistoso y haga veinte de pecho, ¡recluta!
– Como ordene mi brigadier – y ya en tierra, con todo el respeto posible, como si no hubiera dicho nada, hizo las veinte flexiones como ninguno de nosotros podía hacerlas. Era un atleta, pero mamador de gallo, y eso se respeta.
En otra ocasión, una tarde frente a la bandera, a las órdenes de un calor inclemente, estábamos formados y un brigadier daba vueltas a revisando la posición firmes, para dar parte al oficial de guardia.
– “TE”, apriete bien las pecadoras – le gritó desde lejos y yo, por mi lado, las junté con fuerzas mis manos sobre mis muslos, mientras “T” pregunta en una supuesta inocencia:
– ¿Las nalgas, mi brigadier?
Un mamagallista de altura, sin ninguna duda, pero al mismo tiempo pagaba con las flexiones tan bien hechas, que nos daba envidia. Nunca se reía de sus maneras de burlarse pero pagaba puntual y de contado. Que en el fondo era otra manera de mofarse, con todo respeto. En lo demás, “T” pasaba desapercibido. Supongo, que debía venir de otra escuela de formación de oficiales. No se portaba igual al resto de reclutas.
Una noche oscura, como a eso de las siete, nos encontrábamos formados para entrar al comedor para recibir la tercera entrega reglamentaria de alimentos, según lo convenido: alojamiento, comida, estudio, y lavado de ropa. Mejor dicho: el internado, pero uniformados y con las botas puestas nos prestaban las escopetas.
Pensaba, en esos momentos en nada que me acuerde, pues han pasado muchos años.
Seguro tenía mucha hambre, pues siempre me ha acompañado fiel a mis principios de formación física. Ahí estaba la Sección en espera de la orden de entrar, ruñendo tripa después de un día de trote corrido. Por costumbre, nada de oficiales encargados en esa formación, nos tocaba bandearnos con los brigadieres, los que formaban siempre a mi derecha cuando la solemnidad y el reglamento lo exigían. Esa noche estábamos, como muchas a la misma hora, huérfanos de brigadieres.
Lo que les relataré es muy penoso, pues hay que respetar a las lectoras, vaya y se les alborote el respeto pasional. Les pido excusas, pero sucedió así: El cadete “T”, dando un paso al frente, se ha sacado el pene y ha orinado. Yo miraba por encima del techo del comedor en mirada remontada hacía el infinito espacio, extasiado, buscando constelaciones conocidas, cuando sentí el chorro salpicar. Me asusté, aunque nada tenía que ver. Me imaginaba que podíamos pagar justos por pecadores. O en el peor de los casos, que me viera obligado a denunciarlo, si me interrogaban a boca de jarro. Que seguro lo hubiera hecho. Llegó la orden de continuar hacia el comedor, y entonces, me vino la calma al flano sudado y a la mente repleta de estupor y también de indignación, pues no solo le faltaba el respeto a la fila, a la formación, sino a nosotros, sus compañeros. Nuestra sección fue la última en entrar, y detrás de nosotros, el oficial de guardia con su uniforme de cámara elegante, como bien perfumado y peinado. Pero no entró, porque pudo ver el charco que brillaba en la oscuridad en la mitad del patio apelmazado de caracolejos disecados.
– ¡Salir a formar! – gritó varias veces pidiendo que no hiciéramos en el mismo lugar donde minutos antes estábamos formados. “Este se la pilló” fue lo primero que me pasó por la mente. Pero llegar al mismo sitio no es fácil, al menos como quería él, pues no se obedece a unas coordenadas precisas como para ocupar el mismo sitio, además, eso a nadie le interesaba hacerlo al no saber los motivos de esa inesperada salida con esos cuidados locativos que pedía la autoridad de guardia. Yo si sabía el porqué, y como siempre me tocaba fijar la posición por ser el más alto, esta vez tuve la precaución de pararme alejado del charco de orines al sentirme cómplice y no denunciarlo a su debido momento. Como también fueron encubridores los que le seguían en la formación, que seguro vieron lo mismo que yo.
Las secciones que estaban adelante, pues no tenían la menor idea de lo que pasaba en la última que formaba y en la que estábamos al lado del recluta “T”, y simplemente, obedecían. El oficial de guardia, una vez estuvimos formados nuevamente, se acercó al meao. Lo miró detenidamente y estableció que habíamos ocupado el mismo lugar de la formación anterior, y preguntó:
– ¿Quién se orinó aquí? – preguntó mirándonos mientras caminaba con las manos agarradas atrás. Yo estaba muy asustado. Pero inmediatamente hubo respuesta:
– Una perra, mi teniente – contestó varonilmente el cadete “T”. Con una seguridad, que no le quedó ninguna duda al señor oficial.
Esa era una respuesta que quería escuchar el oficial en jefe esa noche; porque era muy difícil que a un cadete, por muy indisciplinado que fuera, se le ocurriera tamaña y vulgar acción. Supongo yo después de tantos años. Para los nueve o diez que estábamos en la fila, el cadete “T” se burló olímpicamente de la máxima autoridad en ese momento. Para el resto del Batallón, esa noche, de salir y entrar al comedor, fue un movimiento sin explicación. Fue tan delicado el asunto, que no recuerdo haberlo comentado con mis otros compañeros. Fue un susto muy grande que pasé, y lamenté mucho haber sido testigo y víctima. Hago la salvedad: la compañía Alfa, no había llegado de vacaciones, porque al estar en la Escuela, formaba a nuestra derecha y lo hubieran visto, o mejor dicho, no se hubiera atrevido.
“T” es dado de baja. Ignoramos en ese momento los motivos. Se fue, y más nunca se habló de esa figura excepcional. No sé si esté vivo. Pero a nadie le hizo falta, tal vez fue como un alivio no tenerlo de compañero. No hubo despedida. No sé si lo recuerdan.
Lo que sí es un hecho que debe estar en los archivos de Sanidad, es lo que viene a continuación.
Muchas semanas después, de esas casualidades de la vida, estaba yo de cadete de rancho y llegaron tres enfermeros auxiliares con una fumigadora espaldera, y de entrada, sin saludarme, me preguntaron
– ¿Dónde dormía “T”?
– En esa cama, –le dije y mostré mi camarote. Inmediatamente bajaron los colchones y hasta las tablas y fumigaron sin rabia la estructura metálica, y claro que me tocaba preguntar.
– ¿Qué pasa?
– Que “T” era sifilítico.
En la Base de Entrenamiento de Infantería de Marina, en Coveñas, Sucre se dio inicio al primer curso de Observador Militar de las Naciones Unidas, en el que se capacitará a doce Oficiales de la Armada Nacional, el Ejército y la Fuerza Aérea.
El curso, que tendrá una duración de cuatro semanas, tiene como objetivo principal brindar conocimientos generales y específicos y entrenar a los alumnos en técnicas y procedimientos de acuerdo a los estándares de las Naciones Unidas, para que puedan desempeñarse como Observadores Militares en cualquier misión bajo el mandato de la ONU.
Para la realización de este curso, se cuenta con instructores de Chile y Perú, quienes tienen amplia experiencia en participación en misiones de paz con la ONU.
“Un observador Militar cumple funciones como: verificación y vigilancia de acuerdos pactados de las partes en conflicto; negociación y mediación; protección a civiles; observación y reporte de cese al fuego; investigación de accidentes patrullaje de área en disputa”, informó el Teniente Coronel de Infantería de Marina Javier Mauricio Zapata Valencia, Comandante del Centro de Entrenamiento y Capacitación de Operaciones de Paz (CENCOPAZ).
La importancia de realizar este curso para los militares colombianos, es darle proyección internacional a las Fuerzas Militares, con el fin de contribuir al servicio de la paz y la protección de civiles.
Sea Air Space Exposition es la más grande exposición marítima en los Estados Unidos y la más grande plataforma de desarrollo profesional para las Marinas del planeta, en la que se muestra la información tecnológica más actualizada, innovadora y de interés para la política marítima mundial.
En ella participan los principales tomadores de decisiones militares del mundo. Colombia, representada por el Señor Almirante Hernando Wills Vélez, Comandante de la Armada Nacional, fue invitada como importante líder y referente regional.
En esta, la edición número 50, participan 8 altos mandos militares del mundo en cabeza del Señor Almirante Jonathan Greenert, Comandante de la Armada de los Estados Unidos, acompañado por el señor Almirante Paul Zuknft, Comandante de Guardacostas de los Estados Unidos y señores Almirantes representantes de las Armadas de Australia, Colombia, Francia, Japón, Rumania y Singapur.
El Señor almirante Wills realizó una ponencia magistral ante las delegaciones invitadas, en la que expuso la Estrategia de Naval Colombiana, la importancia de mejorar la seguridad del entorno marítimo mediante las operaciones conjuntas, combinadas e interagenciales, el incremento de la confianza y cooperación internacional y los aportes de la Armada Nacional en la lucha contra el terrorismo.
La Armada Nacional seguirá participando en eventos internacionales en los que, además de aprender del entorno global, pueda mostrar sus capacidades y competencias para luchar de forma efectiva contra el narcotráfico y el terrorismo.
La Comunidad para la Información Espacial e Hidrográfica para Latinoamérica y el Caribe (CIEHLYC), en colaboración con la Comisión Colombiana del Océano (CCO), la Secretaría del Grupo de Observaciones de la Tierra (GEO), la Agencia Espacial Norteamericana (NASA), la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), el Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Caribe (CIOH) y la Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla”, se han asociado en el direccionamiento y la coorganización de la segunda versión del taller “Ciclo del agua, fortalecimiento de capacidades, del Grupo de Observaciones de la Tierra”; que tiene lugar en la alma mater de la Oficialidad Naval colombiana, se desarrollará desde hoy y hasta el próximo 22 de Mayo.
El evento de inauguración, fue presidido por el señor Contralmirante Juan Manuel Soltau Ospina, Secretario de la Comisión Colombiana del Océano; en compañía del Contralmirante Antonio José Martínez Olmos, Director de la Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla”; el Doctor Douglas Cripe, experto coordinador de Agua del Secretariado de GEO-Suiza; y la Doctora Angélica Gutiérrez-Magness, Directora de CIEHLYC- Codirectora de Geos en las Américas NOAA.
El taller está basado en cuatro áreas temáticas correspondientes a oceanografía por sensores remotos, oceanografía operacional, manejo de datos hidrológicos y manejo de
datos oceanográficos. Cuenta con la participación de 20 estudiantes nacionales e internacionales por capacitación y cinco docentes internacionales de la comunidad académica y científica.
Durante el encuentro académico, la Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla” tendrá la oportunidad de compartir con los asistentes, las actividades y proyectos de investigación que se vienen desarrollando en la institución naval.
En este escenario se espera además de fortalecer las capacidades de las diferentes instituciones participantes, generar estrategias que permitan la cooperación científica y académica alrededor de las temáticas en cuestión.
Este es el tercer evento internacional de esta índole que se realiza en la Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla” en los últimos años. En el año 2011 se realizó la primera versión del taller Ciclo del agua y, en el año 2013, la Escuela Naval reunió a más de 30 investigadores en el curso internacional “2013 Pan American Advanced Studies Institute (PASI) on Atmospheric Processes in Latin America and the Caribbean: Observations, Analysis, and Impacts” (Instituto panamericano de estudios avanzados en procesos atmosféricos en Latinoamérica y el Caribe: Observaciones, análisis e impactos) con el proyecto COCONet (Continuously Operating Caribbean GNSS Observational Network).
La Escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla” continuará comprometida en la realización de este tipo de eventos que promueven el intercambio de experiencias de la comunidad académica y científica a nivel nacional e internacional, fortaleciendo los factores de internacionalización universitaria y aportando valor agregado para los alumnos que se forman y capacitan en la alma mater de la Oficialidad Naval colombiana.
La Fundación Bolívar Davivienda y la Acción Social Naval con el apoyo de la ESDEGUE iniciaron diplomado en Administración de Organizaciones Sociales con una metodología virtual, dirigido a 116 esposas de oficiales de la Armada Nacional.
Las señoras reciben la matricula totalmente gratis. Tiene una duración de 5 meses y hace parte de la dimensión de crecimiento personal del programa "Esposa Naval".
En el mes de mayo se realizaron las sesiones presenciales de inicio en Corozal, Bahía Málaga y Cartagena con el tema de "Formulación de Proyectos" y Se cuenta con la participación de alumnas en las principales guarniciones: San Andrés, Magangué, Buenaventura, Tumaco, Puerto Carreño y Leguízamo.
Instalación del Diplomado con la asistencia de señoras de Corozal, Coveñas y Magangué.
El grupo de señoras de oficiales de Bahía Málaga y Buenaventura.
Se instaló en Cartagena, el pasado viernes 15 de mayo.
Mil gracias
Ana Margarita Romero de Wills
Directora Instituto de La Familia
Universidad de La Sabana
El pasado 09 de mayo en la Iglesia del Perpetuo Socorro de Boca grande Cartagena, Contrajo Matrimonio el TN. Marcos Sanchez, hijo del CRIM (RA) Carlos Sanchez y la TF. Lorena Travecedo, en una ceremonia religiosa muy solemne. Después ofrecieron recepción elegante para los invitados en los salones del Club Naval de Oficiales
Los recién casados Marcos y Lorena
Vicealmirante Galvis y Sra., Contralmirante Ramirez y Sra., Coronel IM (RA) Sanchez y Sra. y Almirante Echandía y Sra.
Brindis de los padres de los recién casados
Las señoras Mary de Aguilar, Mabel de Castañeda, Marie Laure de Calderon, María Teresa de Sanchez, (madre del novio) y Martha Fajardo Molano.
(Información y fotografías enviadas por el Sr. CR IM Chepe Calderón)
En días pasados para estar pendiente de la salud de sus apreciados hermanos, residentes en Bogotá, el CR IM Chepe Calderón viajó a la Capital. En la imagen aparecen, el Sr. Almirante Luis Carlos Jaramillo Peña y Jorge Serpa Erazo, quien, para corresponder las muy gratas atenciones del Sr. Almirante y de Chepe, los invitó al Restaurante Harry Sasson.
El pasado 11 de marzo a las 17:33 Hs, en la Clínica de la Mujer, nació María Alejandra, hija de David Velandia Muñoz y Ximena Santana.
La hermosa nena es nieta del CN Sigifredo Velandia y Vilma Muñoz de Velandia.
Cyber-felicitaciones a los miembros de tan apreciada familia.
El señor Vicealmirante: Guillermo Uribe Peláez, Presidente de ACORE BOLIVAR festejó el pasado sábado 16 de mayo el “Día de la Madre”, con un elegante almuerzo en los salones del Club Naval de Oficiales. Buena música, excelente comida, rifas para las señoras madres y buen vino.
Se lució Acore con las señoras esposas, madres y abuelas de socios.
CF (RA) Guillermo Domínguez e hija, CN (RA) Gustavo Ramírez y Sra. CN (RA) Jaime Sánchez y Sra.
Mayra de Duque, BG IM (RA) Carlos Duque S, Nancy de Uribe, VALM (RA) Guillermo Uribe P., Amelia Grau, ALM (RA) Rafael Grau A., Marie Laure de Calderon, Sally de Cuesta y Carmelo Cuesta.
La Chiqui de González, CC (RA) Gonzalez Armando. CN (RA) Larrarte Reinaldo, Sra. Rosita de Larrarte, CC (RA) Germán Gómez, Sra. Martha de Gómez, Sra. Vilma de Gomez, CC (RA) Roberto Gómez, CR (RA) Ernesto Carreño, Sra. Clarita Carreño.
(Fotografías e información enviada por el CR IM Chepe Calderón).
María Lucía Echandía Urueña, hermosa hija del Sr. Almirante Alvaro Echandía Durán y Paula Urueña de Echandía, obtuvo su grado en Columbia Law School. Cyber-felicitaciones a la graduanda.
Ricardo Galvis y María Paula Echandía con su hermosa bebe Lucía Galvis Echandía, nieta del Vicealmirante Ricardo Galvis y Sra. Hety Mergenthaler, del Almirante Alvaro Echandía y Sra. Paula Urueña
Cyber Felicitaciones a toda la familia
Saludo apreciado Enfermero y amigo:
Bueno tengo una recomendación -sabemos que el tiempo se va pero la historia naval se queda en nuestra CYBERCORREDERA-de la cual eres el JEFE de los historiadores. La idea para analizar se basa en llegar a las universidades para despertar nuestro desarrollo marítimo y futuro beneficioso de nuestros mares, costas y ríos. La Armada ha sido pionera, sin embargo hace falta más comunicación para VER del mar. Creo que en las páginas históricas de CYBER existe ya un testimonio firme para llamar a gestión empresas nacionales que se interesen la economía marítima colombiana. Entonces si podemos lograr publicitar y comentar la historia de los artículos útiles para este fin en la academia colombiana, CYBER puede ser el rumbo Norte para una Colombia Naval.
Atte.
Rodrigo Otálora Bueno,cod.6163907-
Mascaron de Proa
Apreciado Enfermero Pinto.
Considerando que la Colombiana Sofia Vergara, hace parte de las estrellas de Hollywood, le propongo que la coloque como el Mascaron de Proa.
Se que usted tiene muy buenos contactos para que le mande una foto personalizada o autografiada.
Saludos mil
CN (r) Mauricio Bejarano Urrego.
Cel: (57) 311- 4156906 Tel: (57+5) 3541140.
Cra 52 # 82-76 Apto 5B. Edificio Alicante.
Barranquilla (Atlántico).
Estimado Francisco,
muchas gracias por su pronto respuesta, vivimos en USA y hemos buscado por internet en muchos lados y no hemos logrado encontrar nada, es un gran adelanto para nosotros y una luz de esperanza habernos encontrado con usted. Horas de lectura e investigacion realizadas hasta ahora.
Cuando tengan algo sobre el les agradeceriamos mucho enviar, fotos de Corea informacion sobre su participacion etc etc. lo que vayan encontrando.
Saludos cordiales
From: francisco@rodriguez-aguilera.de [mailto:francisco@rodriguez-aguilera.de]
Sent: Wednesday, May 06, 2015 4:18 PM
To: Isabel Bernal
Cc: Serpa Enfermero Pinto/Jorge
Subject: Re: INFORMACION SOBRE TENIENTE DE CORBETA RICARDO ADOLFO
FERNANDEZ GUZMAN (EL GALLO FERNANDEZ)
Estimada Isabel,
con mucho gusto publicaremos su búsqueda en nuestra próxima edición.
Un saludo
Francisco Rodríguez
Editor de la Cyber-Corredera
Am 06.05.2015 um 21:45 schrieb Isabel Bernal
A QUIEN PUEDA INTERESAR:
Somos sobrinos del Sr en mencion y quisieramos si es posible informacion sobre el, quien participo en la Guerra de Corea en el ano 1952 en la fragata A.R.C. Tono regresando a Colombia en el ano 1953. Estamos tratando de elaborar un arbol genealogico de nuestra familia. Si tienen tambien el numero de la corredera del ano en que se graduo de la Escuela Naval, cualquier informacion es valiosa para nosotros.
En espera de su pronto respuesta,
Atentamente,
Isabel
Cyber-Correderos,
confirmo siguientes datos:
Subdirector: CN JORGE EDGAR MENDOZA VELASQUEZ
Del: 1984
Al: 1985
Comentarios:
Hola, soy hector sanchez troncoso, todavia resido en Ibague, quiero darle un saludo a usted y a su familia, nosotros nos encontramos muy bien.
